-César Canela-
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Todos somos humanos. Busquemos a los demás. |
Título original en alemán: “Die Verwandlung”.
Esta obra fue publicada en 1915. Es la historia de una familia que margina a su
hijo porque sufre una transformación, viéndose a los demás de la familia.
Personajes: Gregorio
Samsa, Sr. Samsa (padre), Sra. Samsa (madre), Greta Samsa (hermana), Principal
(enviado de la empresa), Servidumbre, Señores que se hospedaron en la casa.
Gregorio Samsa es un
comerciante-viajante, quien salía temprano todas las mañanas para coger el tren
para ir a trabajar. Gozaba de un buen trabajo, que le permitía mantener
económicamente a su familia. Sus padres ya eran mayores y su hermana era
demasiado pequeña para trabajar. El era muy apreciado por su familia porque
trabajaba para suplir los gastos del hogar.
Al despertar una mañana, tras un sueño
intranquilo, se dio cuenta que se había transformado en algo raro, en un
insecto. Sentía dolores porque estaba en una posición muy incómoda. Se vio el
vientre oscuro, tenía innumerables patas; reflexionó cayendo en la cuenta de
que no estaba soñando. No podía levantarse de la cama porque no estaba relacionado
con su nuevo aspecto. Su madre, preocupada porque él no se levantaba a
trabajar, fue a llamarlo; él respondió que estaba bien y que salía en seguida.
Luego su padre también lo llamó, al ver que no respondía, le alzó la voz; al
instante su hermanita pronunció su nombre; luego de escucharle en poco tiempo
le respondió que salía en un momento y que todo estaba bien.
No podía levantarse de la cama
porque estaba boca arriba y sus patitas no le ayudaban; haciendo un gran
esfuerzo pudo pararse, mientras estaba de pie trataba de dominar su extraño
cuerpo. Luego, observa que el reloj ha avanzado, se da cuenta de que es tarde y
que lo más probable que envíen a alguien de la empresa para que vaya a ver
porque él no se ha presentado a trabajar a tiempo; así mismo fue, el Principal
fue a su casa. Luchando para dominar su nueva condición, logra abrir la puerta;
todos, al verlo, se asustan. El Principal sale huyendo sin pensarlo dos veces.
Gregorio lo siguió hasta la escalera pero no evitó que éste se marchara. Más adelante,
el padre de Gregorio se enfada mucho, y de un golpe enérgico que le hace
sangrar, lo obliga a encerrarse en su habitación. Al cerrarse la puerta todos
los de la casa sintieron que todo estaba nuevamente tranquilo. De ahí en
adelante Gregorio va a pasar casi todo el resto de su vida, salvo algunas
excepciones que salía a observar, en su habitación.
Esa noche, despertar de un sueño
pesado. Al hacerse consciente se dio cuenta que el golpe que su padre le había
proporcionado no se había curado del todo, sufriendo fuertes dolores
corporales. Se dio cuenta de que ya él mismo estaba aislado de la familia. Se
percató de un esquicito olor, su hermana le había dejado comida. No era la
mejor comida, pero como era un insecto no le importaba. Su hermana fue la
persona a la que menos le importó su condición, le llevaba comida dos veces al
día y le barría la habitación de vez en cuando. A pesar de que su hermana le
ofrecía la comida, no podía verlo, porque él le causaba asco y miedo; entonces
se las ingenió para cada vez que ella venga, esconderse debajo del sofá que se
encontraba en su habitación.
Su hermana tocaba violín y él
siempre tenía deseos de enviarla a un “Conservatorio” y pagarle los estudios;
pero eso no fue más que un sueño irrealizable, porque sus padres no estaban de
acuerdo y el ser convirtió en ese monstruo.
Gregorio se da cuenta de que en la
casa se hablaba mucho de su condición, los escuchaba desde la puerta de su
habitación. El era una carga para la familia. A causa de la situación de
Gregorio, la familia empezó a sumergirse en una crisis económica, él era el
único que sostenía los gastos de la casa. La criada tuvo que marcharse porque
no podían pagarle los servicios que ella estaba brindando; la madre y la
hermana de Gregorio tuvieron que asumir las funciones que hacía la criada, es
decir, hacer las todas las tareas relacionadas con el hogar. El señor Samsa, no
quería ni ver a su hijo porque le culpaba de todos los problemas que estaba
atravesando la familia. Su madre casi siempre intentaba ver a su hijo, pero el
señor Samsa no se lo permitía.
El comedor es el lugar preferido
de la familia, donde discuten todos los problemas trascendentes, los problemas
económicos, la situación de su hijo y la realidad en general de toda la
familia. Había una ventana en la habitación de Gregorio, él estaba acostumbrado
a mirar hacia afuera.
Luego de pasar un tiempo en su metamorfosis, Gregorio aprendió a controlar
su cuerpo y empezaba a treparse en las paredes de su habitación. Su hermana se
dio cuenta del nuevo entretenimiento de él por los rastros que dejaba en las
paredes; entonces, para facilitarle los medios para que él pueda trepar con
mayor liberta se ingenió la idea de sacar todos los muebles de la habitación.
Como ella no podía realizar su objetivo sola le pidió a ayuda a su madre, la
cual, accedió libremente. Gregorio oía como su madre y su hermana sacaban las
cosas que él amaba de su habitación: el baúl donde guardaba sus herramientas,
su escritorio donde hizo sus tereas de colegio y donde resolvía algunas cosas
de negocios... Gregorio vio un cuadro que le gustaba mucho y se trepó a la
pared para evitar que se lo llevaran y lo logró; pero su madre al verlo, se
desmayó. Grete Samsa sacó a su madre la habitación y trato de animarla; entre
tanto, llego el señor Samsa. Grete le dijo que Gregorio se había escapado. El
señor Samsa corrió detrás de él con la intención de hacerle daño, como no pudo
alcanzarlo, empezó a lanzarle manzanas logrando lastimarlo con una. La madre de
Gregorio al percatarse que su esposo podría matar a su hijo, salió corriendo y
le rogó que lo dejara vivir, logrando su objetivo.
La manzana que le lanzó su padre
se quedó incrustada en la espalda de Gregorio, provocando una herida que tardó
más de un mes en curarse. Esta herida le marcó para siempre porque le
incapacitó de algunas habilidades. Todo lo que había pasado provocó en Gregorio
una reflexión sobre su dignidad. Se sentía mal porque él sabía que era un
miembro de la familia que debía ser tratado con respeto y apreció. Él
consideraba que el deber de su familia era quererlo sin importar la condición
en la que se encontrara.
Con el transcurso del tiempo, este
joven ve como su entorno va cambiando lentamente, se va consolidando la idea de
que él es un parásito que sólo estorba en la familia. Ya no podía hablar ni
comunicarse con los demás, perdió el habla. Algo que distingue al ser humano de
los animales es el habla.
La situación económica empezó a
atacar fuertemente y como ninguno de los de la casa podía trabajar decidieron
alquilar una parte de la casa a unos señores. Un día los huéspedes estaban
sentados en el comedor donde la familia solía compartir los alimentos y se
escucha el sonido de un violín (Grete tocando), y ellos le invitan a que vaya a
tocarles. Cuando Gregorio escucha esa música, sale de la habitación con la
intención de hacerse notar, para que sepan que a él también le gustaba la pieza
que estaba siendo tocada, pero cuando todos lo vieron acercarse quedaron
sorprendidos; su padre inmediatamente hizo que los huéspedes se fueran. Él se
marchó triste a su habitación.
Luego de ese encuentro la familia
se reúne para hablar de la realidad de Gregorio. Diciendo que él es un
monstruo, un extraño. En su inconsciencia, ellos consideran que lo han tratado
muy bien. Ellos creen que él no los puede entender. Grete quería encontrar la
manera de deshacerse de él porque es una carga molestosa que la familia ya no
quiere seguir llevando comida, con la excusa de que sus padres iban a morir de
tristeza.
Finalmente, Gregorio, cansado de
tantos sufrimientos provocados por la situación de marginación entre los que
deberían apreciarle, decidió no volver a comer más. Su cuerpo empezó a ponerse
cada vez más débil. El pensaba en los suyos con emoción y cariño; se notaba que
tenía un gran corazón; estaba más convencido que su hermana de que debía
desaparecer porque estaba haciendo infeliz a su familia. Un día después de ver
el comienzo del alba, que despuntaba detrás de los cristales de su ventana,
expiró.
Al amanecer la criada lo encontró,
al principio pensó que estaba dormido, pero después de tocarlo con un objeto se
dio cuenta de que estaba muerto. Fue a avisarle apresuradamente a la familia
que habían perdido uno de los suyos; ellos salieron a comprobar si era cierto
lo que había pasado. Los huéspedes salieron a ver también a Gregorio y fueron
expulsados junto con la criada de la casa, quedándose únicamente la familia.
Ese hecho hizo que la familia se sintiera libre. Más adelante, salieron juntos,
cosa que no había ocurrido desde hacía meses. Deseaban una casa más pequeña y
más barata, y, sobre todo mejor situada porque la anterior había sido escogida
por Gregorio.
El señor y la señora Samsa se
dieron cuenta que su hija se había convertido en todo una señorita, linda y
llena de vida; pensaron que ya era tiempo que se consiguiera un buen marido. Al
llegar al término del viaje, la hija se levantó la primera y estiró sus formas
juveniles, pareció confirmarse con ello los sueños y sanas intenciones de los
padres.
En esta obra aparece un tema muy
actual: la relación con el otro (desprecio, egoísmo, discriminación, aprecio,
abuso, amor, respeto), la comunicación. Se dice que Frank Kafka quiso plasmar
cosas que vivió en carne propia, cuando veía que sus familiares no le prestaban
atención, lo trataban como a un insecto, no valorando su dignidad de persona;
Kafka deja ver en esta obra que es una persona de una gran sensibilidad humana,
motivando al ser humano a amar al otro.
Al principio, se ve como Gregorio
era bien aceptado por su familia porque era quien traía el dinero a la casa,
pero desde que él sufrió la metamorfosis y se le hizo imposible seguir trabajando, la
familia empezó a aislarlo, tratándolo con desprecio, como si no tuviera dignidad.
En este contexto, se ve el egoísmo, donde muchos sólo piensan en su bienestar,
valorando a los demás en función de sus necesidades, usando a los demás como medios
de un fin placentero. Cuando el otro no puede favorecer sus intereses lo sacan
de su lista para siempre.
Hay muchas personas que son marginadas
porque simplemente son diferentes físicamente, ideológicamente, filosóficamente
o por la sencilla razón de no favorecer ciertos intereses. Antropológicamente, el hombre está
llamado a vivir con el otro, comunicarse con el otro. En el otro el hombre se
descubre a sí mismo y va realizando en su humanidad. Nadie puede hacer su vida
sólo, eso implicaría salir del mundo y crear su universo independiente, sin
ninguna ayuda de las personas que le rodean. El hombre es un ser social por naturaleza
y necesita satisfacer esa necesidad viviendo junto a los demás.
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