sábado, 17 de diciembre de 2011

Cosmología de Aristóteles: De Caelo

-César Canela- 

Las estrellas eran consideradas fijas para esa época.
Todo el universo tiene forma esférica, lo mismo que la tierra, la luna, el sol y los planetas.

El universo está considerado como algo perfecto que por naturaleza tiene su propio movimiento y organización. El universo está formado por: la Tierra, el Agua, el Aire, el Fuego, La Luna, Mercurio, Venus, El Sol, Marte, Júpiter y Saturno; también están las estrellas fijas.

El movimiento de los cuerpos celestes en el universo es circular y rectilíneo, combinados de una forma muy armónica. Circular, porque es lo más perfecto, porque gira en torno al centro; y rectilíneo, porque hay cuerpos que se mueven hacia arriba y otros hacia abajo, como es el caso del fuego y el aire (hacia arriba), y la tierra y el agua (hacia abajo). La velocidad del universo es constante. El movimiento y el cuerpo que se desplaza en círculo es finito, porque los radios del círculos a partir del centro no son infinitos; también el intervalo que recorre el cuerpo es finito porque es imposible que en un movimiento circular se pueda tener velocidad infinita porque pasará por un punto nuevamente en tiempo finito. El universo es finito porque los cuerpos que lo están en él son simples y compuestos, por lo tanto, no se da la parte infinita porque va quedar limitado por número y magnitud.

Aristóteles consideró la existencia de dos mundos:

1.   Mundo supralunar: es perfecto, estable, no está sometido a cambios, es decir, en este no hay alteraciones. En este mundo se encuentran: Mercurio, Venus, El Sol, Marte, Júpiter y Saturno.

2.   Mundo sublunar: es imperfecto, cambiante y es donde se encuentra la tierra, el agua, el aire y el fuego.

Llamaron “éter” al lugar más excelso, dándole esa denominación a partir del hecho de desplazarse siempre por tiempo interminable. En el “éter” es donde esta sostenido todo el universo, se tomo está postura por miedo al vacío, ellos no concebían que existiera un vacío. En el párrafo 14 del numeral 9 reza el texto: “(…) no existe lugar ni vacío ni tiempo fuera del cielo. (…) fuera del cielo, no existe ni puede generarse cuerpo alguno. Luego es evidente que fuera del universo no hay lugar ni vacío ni tiempo”.

Este filósofo, después de analizar las diferentes posturas del universo presentadas por Platón, Tales de Mileto, Anaximandro, los pitagóricos, etc.; concluye que la tierra se encuentra en el centro del universo y que es estática y que la luna y todos los planetas giran en torno a ella.

Esta concepción cosmológica, que podría ser extraña para algunos fue la dominó desde el siglo IV a. C. hasta los tiempos de Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Isaac Newton, Johannes Kepler y otros. Es de suma importancia que conozcamos más a fondo los planteamientos de Aritóteles, les invito a conseguirse el libro completo y leerlo.

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