- César Canela, Mg. -
Publicado en Prensa de Ahora:
Canela, C. (Diciembre, 2015). Educación y Política; amigas o enemigas.
Periódico Local Prensa de Ahora. Bonao. Pág. 18
"Eduquen a los niños y
no será necesario castigar
a los hombres".
no será necesario castigar
a los hombres".
-Pitágoras
A lo largo de la historia han surgido muchas opiniones sobre educación y política. Muchos las han abordado desde perspectivas totalmente diferentes, como dos cosas que no tienen relación. Diciendo que la educación y la política son como el agua y el aceite; por consiguiente, afirmando que los actores del quehacer educativo deben hacerse ajenos a las circunstancias políticas de su territorio.
Para profundizar, nos permitimos iniciar definiendo brevemente cada concepto de manera individual. “La política es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por mujeres y hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al Bien Común”(1). Es decir, la política es la ciencia que se encarga del funcionamiento correcto y eficaz de los estados. Tiene como finalidad suprema la defensa de los derechos humanos y el bienestar de todos los ciudadanos, garantizando la igualdad de oportunidades, promoviendo un ambiente equitativo. No se debe entender como política las acciones fraudulentas y corruptas que muchos hombres y mujeres realizan a diario con la única finalidad de conseguir el poder personal, olvidando la dignidad del pueblo.
En otro orden, la educación, queda definida como “el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes”(2). La educación constituye el espíritu de la sociedad, es decir, es imposible que haya sociedad sin educación, porque a través de ella las personas pueden alcanzar el perfeccionamiento intelectual, humano, político, también el progreso económico y cultural. La educación es más que las simples estructuras físicas que se han diseñado, es la voluntad y la acción de enseñar.
La educación, en sus enseñanzas persigue, como la política, el bien común, porque pretende poner a todas las personas en igualdad de oportunidades. La formación, la educación es para todos. De tal forma que, la educación es una práctica política, disciplinaria, la cual obliga a poner la mirada en las reglas que rigen el juego de la vida, facilitando la visualización de acontecimientos y de los procesos que antes no eran visibles por la miopía de la ignorancia.
La educación permite el replanteamiento social, motiva la discusión de las ideas establecidas y la introducción de ideas novedosas que perfeccionen la vida común. Por consiguiente, el docente es un actor político importante porque es el responsable de transmitir las ideas fuertes para mantener el sistema político actual o promover la evolución a un sistema más justo y humano. También los alumnos son entes políticos activos porque son los receptores del conocimiento. Tanto el docente como el alumno deben trabajar en un pensamiento crítico que les permita conocer la realidad para hacer propuestas contundentes en el desarrollo de su nación.
Partiendo de las ideas planteadas, la política y la educación son dos realidades que guardan una estrecha relación porque la política necesita de la educación para mejorar en aspectos como en su estructura, desarrollo y resultados. Sin embargo, la educación necesita de la política para alcanzar sus metas, tanto en lo material como en lo cultural. La educación es la forma principal de política porque esta diseña a los estados.
A través de la educación el pueblo puede conocer y mejorar su historia, puede mejorar su nivel de vida en la sociedad, desde los aspectos espirituales y económicos. Pero para poder aplicarse la educación de forma adecuada, se necesita una política específica para alcanzar la calidad y la plena organización.
Para la política poder subsistir necesita de la educación, porque ésta forma a la población para que respete, elija y fortalezca al poder constituido. La educación es la vía necesaria para conquistar una política efectiva en la sociedad, para conseguir el bien común nacional. Del mismo modo que la política necesita de la educación, de esa misma manera, necesita la educación de la política; porque educación sin política, sería como metal que resuena, como campana sin campanario.
Es importante saber que en una sociedad en donde la política es lo peor que existe, a consecuencia de eso, esta relación entre educación y política se convierte en algo caótico y complicado. Es imposible alcanzar la educación deseada cuando la política está corrompida y los organismos que tienen el poder no están interesados en alcanzar la educación deseada y necesaria. La educación se convierte en una lucha constante y sólo aquellos que son capaces de liberarse de la oscuridad de la ignorancia pueden, a través de una educación personal, trabajar para construir una mejor práctica de la política.
En definitiva, hablar de educación y política es como hablar de alma y cuerpo en el pensamiento de un sabio filósofo llamado Aristóteles, es decir, un hilemorfismo. Si muere la educación, muere la política; si muere la política, muere la educación. En otras palabras, cuando la política es justa la educación avanza, cuando la política es corrupta la educación retrocede; cuando la educación es superficial la política se corrompe, cuando la educación no es humanista la política es irrespetuosa.
Un fuerte abrazo, hasta la próxima.
Un fuerte abrazo, hasta la próxima.
[1]
Política. Wikipedia. Enciclopedia
Libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica
[2]
Educación. Wikipedia. Enciclopedia Libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Portal:Educaci%C3%B3n/Art%C3%ADculo
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