martes, 3 de mayo de 2011

La personalidad se va construyendo de forma dinámica.

-César Canela-

La personalidad ha sido tema de mucho interés a lo largo de la historia, muchos han hablado de ella dándole una interpretación y matiz determinado. Aquí se tomarán como base el pensamiento de William Gordon Allport, del  Padre Mateo Andrés y de Romano Guardini para sustentar la idea base de este trabajo, que es La personalidad se va construyendo de forma dinámica.

Antes de entrar a definir lo que es la personalidad es bueno saber que “la palabra personalidad (personnalité en francés, personality en inglés, Persönlichkeit en alemán) se parece estrechamente al latín medieval personalitas. En el latín clásico se usaba persona. Todos los autores concuerdan en afirmar que el significado primitivo de esta palabra era máscara. Eta etimología es tal vez del agrado de los que prefieren definir la personalidad por el efecto exterior. Pero persona, incluso en tiempos antiguos, pasó a significar otras cosas, entre ellas el actor que la máscara ocultaba, es decir, el verdadero conjunto de sus cualidades internas y personales”[1]. La personalidad es una característica únicamente del hombre, el cual, es capaz de conocerse a sí mismo y de conocer lo que está a su alrededor. Esta conciencia de conocerse le permite valorarse, evaluarse, triunfar o fracasar, dependiendo como actúe su valoración dada por la consciencia.

La personalidad es una cosa que está en la persona desde sus inicios en la vida en sus etapas más tiernas. “Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la personalidad empieza con el nacimiento, también podemos afirmar que el recién nacido posee una personalidad potencial, porque es casi obligado que se desarrollen ciertas capacidades y características.”[2] Es decir, el ser humano desde el principio de sus días tiene dentro de sí ciertas características; ese ser humano está esperando que llegue el momento oportuno para irlas desarrollando a lo largo de la vida, según las circunstancias y todos los elementos que le vayan acompañando. El hombre no tiene una personalidad determinada en su nacimiento, sino que la va adquiriendo a lo largo de la vida.

La personalidad es una realidad en la vida de todo ser humano que le permite pensar, actuar, sentir, obrar de una determinada, interpretar la realidad la realidad desde su realidad distinguiéndose de los demás. Cada ser humano tiene una personalidad única, es irrepetible porque cada uno tiene una realidad genética y ambiental que le hace ser quien es, único. "Personalidad es la organización dinámica, en el interior del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento característicos."[3] Es decir la personalidad del ser humano va cambiando, según las etapas de la vida, siguiendo un ritmo organizado entre la mente y lo físico, porque el ser humano no es sólo mente, pero tampoco sólo  cuerpo sino una unidad entre estas dos realidades. Cuando se refiere a organización dinámica se refiere a que no es estática, sino que va en constante desarrollo, movimiento, avance.  Hay cuatro elementos -según Allport- que son constitutivos en la personalidad:
a.    La constitución física
b.    El temperamento
c.     La inteligencia
d.    El carácter moral

Según lo que se ha planteado en el curso, la personalidad tiene rasgos que vienen de la herencia y otros que vienen del ambiente. La ecuación de la personalidad es “Personalidad (o cualquiera de sus sistemas, como hábitos, rasgos, sentimientos) = f (herencia) x (ambiente). Estos dos factores causales no se adicionan, sino que se relacionan como multiplicador y multiplicando. Si alguno de ellos tuviese valor 0, no habría personalidad.”[4] Es decir, pensar que la personalidad está únicamente fundamenta en uno de estos factores es una idea sin base porque la realidad del ser humano gira en torno a las dos en unidad indisoluble; si una de las dos no está la otra no es posible porque se van complementando mutuamente. Las características que se reciben de la herencia son aquellas que están sujetas a los factores genéticos, potencialidades físicas, buena capacidad auditiva, salud y disposición física; y las características que se reciben del ambiente son aquellas que son aprendidos como la cultura, el idioma, las tradiciones, los hábitos, las conductas, las acumulaciones de presente, las experiencias, las influencias amistosas, la educación de los padres, y la afectividad en general. En estos dos elementos centrales crece la personalidad, pasando por todas las etapas de la vida como la niñez, la juventud y la adultez.

Las etapas de la vida empiezan en el vientre materno donde el niño vive protegido en el vientre de su madre; el niño se siente bien en su ambiente porque recibe todo lo que necesita en la comodidad de su mundo. Más adelante con el nacimiento se produce el inicio de la vida en el mundo, al nacer, el niño llora porque se siente desprotegido del vientre materno  desenado volver a la protección anterior.  A medida que va pasando el tiempo el niño debe darse cuenta que debe adaptarse a la existencia por sus propios medios (fuera del vientre), debe aprender a caminar, a comer y valerse por sí mismo, debe darse cuenta que la relación con los demás es muy importante y significa mucho en el desarrollo de la persona. Al final de esta etapa surge la crisis de maduración debido a las experiencias recibidas en el medio, empieza a perder intensidad la protección ofrecida en el hogar familiar. La crisis decisiva se plante por la necesidad de la autoafirmación individual y el instinto sexual que necesita el niño en desarrollo[5].

Luego de superada la crisis anterior aparece el joven. La crisis anterior le ha permitido encontrarse con su propio yo, y este encuentro le ha provocado la necesidad de ir a conquistar ese yo. Considera que puede enfrentar el mundo, comienza a tomar importancia su sueño, lo que quiere hacer en el mundo. En el joven se que ha cobrado conciencia de sus capacidades y destrezas. En el joven surge el deseo de aprender sobre sí mismo y sobre la realidad que le rodea. La etapa del joven está determinada por la fuerza ascendente de la personalidad y la falta de experiencia de la realidad. El hombre es muy idealista, soñador. En esta edad también aparecen los talentos: la inteligencia, capacidad de imaginación e inventiva… En las postrimerías de esta etapa aparece la crisis de experiencia, donde se empieza a tomar consciencia de la realidad, se van dejando atrás todos esos ideales que pueden guardar muchas cosas positivas, pero que ya no es el momento de vivir con esos sueños. Este paso a la consciencia de la realidad se da porque el joven se da cuenta de que el idealismo lleva muchas veces a errores. También cuando se da cuenta de que no puede vivir con normas demasiado simples, necesidad de organización.

            La etapa siguiente es la mayoría de edad. En esta etapa se observa como la persona tiene mayor constancia, mayor apego a la realidad tenieno una firmeza muy notable en la personalidad. Los valores empiezan a tomar mayor partido, como la fidelidad, las obligaciones asumidas, la responsabilidad frente a la palabra dada.

            Al concluir esta etapa anterior se da paso a la crisis de la experiencia de los límites. Esta se caracteriza porque el ser humano experimenta los límites de su propia fuerza dándose cuenta de que hay muchas cosas en su vida como el trabajo, la lucha, la responsabilidad. El trabajo se va acumulando, las exigencias de la vida son cada vez mayor y hay que responder según esas exigencias. Las ilusiones terminan, y no únicamente las que son de la esencia de la juventud, sino también las todas aquellas que  procedían del hecho de que la vida aún conservaba el carácter de la novedad, de lo que todavía no se había probado en su integridad. Tiene mayor experiencia de la vida, va conociendo a los demás.

            La adultez es una etapa en donde el ser humano se va dando cuenta de que ha aprendido muchas cosas a través de la experiencia, que ha crecido en todos los aspectos de la vida. Al conocer toda la realidad que le circunda es capaz de emitir juicos más sensatos que antes, puede dar un consejo a un joven con mayor propiedad porque ha vivido lo suficiente para hacerlo. El problema que surge en esta etapa es la falta de aceptación de la realidad del fin, la muerte. Nadie quiere ver en fin.

A pesar de todo el recorrido que el ser humano dé su personalidad no se muestra acabada de una vez por todas, sino que se va construyendo a lo largo de su vida. No se piensa igual cuando se tenían 5 años que después que se tienen 40. Estas etapas muestran que el hombre no es un ser acabado, sino que se va haciendo con el transcurso del tiempo, lo que indica que la personalidad se va construyendo de forma dinámica no es algo estático, sino que va en constante movimiento junto a la persona. “El hombre nuca es ya algo acabado; está siempre en proceso de realización de eso mismo que dice que es[6]”. En todo este proceso de formación de la personalidad juega un papel importante la acumulación, la cual, se podría llamar como el tiempo Kayros, el tiempo vivido plenamente que totalmente distinto a tiempo Kronos el tiempo medido por las manecillas del reloj, es decir, consiste en recolección de presentes, donde cada presente va tomando un significado en la vida de cada persona proyectándolo, motivándole a continuar o dejar determinada conducta. Ningún presente desaparece totalmente sino que queda latente en la vida del hombre[7]. Dentro de la acumulación esta la experiencia humana, donde la valoración de la persona juega un papel importante, porque ahí es donde se determina el significado de esa experiencia de la vida de quien la vive; dependiendo de esta valoración el avance o el retroceso en el desarrollo interno de la personalidad.

Fruto del periodo de la valoración que se da a la experiencia de la acumulación se llega a tener una autoimagen de sí mismo. La autoimagen es el conjunto de sentimientos, pensamientos, esperanzas, temores (…) que el hombre tiene acerca de sí mismo; todas estas características se van formando a través de la experiencias vividas  a lo largo de la vida especialmente con las personas influyentes en la vida, de donde se reciben las condecoraciones y los castigos.

La autoimagen empieza a formarse en el hogar en los primeros años de la vida, influyendo en su formación cualquier gesto, palabra o acción que tenga que ver directamente con la persona que va en formación de su auto imagen. La autoimagen es muy importante en la vida de todo ser humano porque esta es la base sobre la cual se construye directamente y sin planearlo la personalidad. Quien no tiene una buena imagen de sí mismo, que se cree un fracasado, que se siente inferior a los demás, difícilmente pueda desarrollar una personalidad sana, lo más probables que desarrolle ciertas incapacidades e incompetencias frente a vida, es decir, quien se ha formado la imagen -por una experiencia u otra- que es antipático no se va a socializar con los demás, ni se va a adaptar a los ambientes que exigen como primer elemento de integración la socialización, sino que siempre se va a sentir aislado, apartado, creando por sí mismo ese ambiente de aislamiento, confirmando a través de la manipulación de los demás esa autoimagen negativa. Todo lo contrario sucedería con una persona que tiene una autoimagen positiva, que reconoce sus errores pero se siente capaz, se siente triunfador, se acepta a sí mismo, no se avergüenza de su yo personal sintiéndose libre para expresarse y lucha para alcanzar sus metas viviendo la realidad en su sentido más pleno[8].

La postura vital también ejerce una gran fuerza en la personalidad. La postura vital es el resultado de la valoración que se le da a la experiencia adquirida y acumulada en la vida. Esta realidad de la postura vital influye fuertemente en el hombre, de tal manera que hace que toda su vida gire en torno a la postura tomada. Las posturas vitales[9] son cuatro:
a.    Yo bien, Tu bien.
b.    Yo mal, Tu bien.
c.     Yo bien, Tu mal.
d.    Yo mal, Tu mal.

Toda persona desarrolla un temperamento específico que le permite enfrentar la realidad desde una perspectiva y una forma distinta. Los temperamentos son: Flemático, Sanguíneo, Colérico, Melancólico. Las personas que tienen el temperamento flemático son estables, introvertidas, agradables, tranquilas, superficiales, aproximados, Inactivos y estrechas; las que tienen el sanguíneo son estables, extrovertidos, agradables, excitables, débiles, rápidos, estrechos, profundos y aproximados; las que tienen el colérico son inestables, extrovertidos, fuertes, rápidos, desagradables, excitables, apartados, activos, profundos y amplios; y finalmente quienes tienen el melancólico son inestables, introvertidos, desagradables, tranquilos, inactivos, apartados, excitables, amplios, fuertes y lentos[10]. Hay que entender que no significa que aunque existe una tendencia a comportarse de una manera determinada    -según el temperamento dominante-, eso no significa que en todos los momentos de la vida va a responder de esa manera, porque los estados de ánimo y las motivaciones influyen mucho también en el actuar de la persona.

No es lo mismo un joven introvertido en el ambiente de una fiesta, a el ambiente de pasividad; el ambiente influye mucho, en la fiesta se pone más extrovertido porque hay motivaciones que le hacen actuar de esa manera; a diferencia en un ambiente pasivo, en ese momento va a ser más fuerte su característica de introvertido. Estos patrones de conductas conformes al ambiente -si no son extremos-, indican que hay una personalidad flexible, capaz de adaptarse a la realidad que le circunda de una forma fácil, sin rigidez.

Las características fundamentales de una personalidad sana son: la flexibilidad, auto amor, el buen manejo de los sentimientos (sublimar no reprimir). Dentro de la personalidad  se distinguen tres niveles:
a.    Conductas externas (patrones de adaptación frente al medio).
b.    Sentimientos (los cuales no deben gobernar a la persona, sino aportar la parte que le corresponde para el equilibrio de la personalidad).
c.     Autoimagen (lo que se piensa… sobre sí mismo). [11]

Dentro del desarrollo de la personalidad las motivaciones son un factor importante porque todo lo que el ser humano hace o deja de hacer es porque ha recibido una motivación previa para esa conducta. La motivación es todo aquello que mueve al hombre a hacer algo por una necesidad interna. “La personalidad, como todas las fuerzas vivas, se modifica al crecer. Y como las motivaciones son los motores de la personalidad, hemos de suponer que también se desarrollan y cambian. No es tarea fácil explicar cómo se produce la gran transformación que tiene lugar durante el desarrollo que va desde la primera infancia a la edad adulta. (…) No todas las motivaciones cambian en el mismo grado.”[12]
           
            Las motivaciones son el conjunto de necesidades físicas o psicológicas, de valores y modelos sociales incorporados, no siempre conscientes, que orientan la conducta de la persona hacia el logro de una meta, es decir, no son estáticas porque ayudar al hombre a desarrollarse y son distintas según las circunstancias. Las motivaciones que se tenían cuando niño no son las mismas motivaciones que se tienen cuando ya adulto. Cada etapa de la vida tiene sus propias motivaciones. Cuando uno era niño una paleta le motivaba a uno a hacer tal o cual cosa; cuando joven a lo mejor el deseo de enfrentarse a la vida, de lograr algo…
            Las motivaciones son siempre presentes, nunca pasado ni futuro, están en el aquí y ahora dentro del individuo que las vive. Las motivaciones tienen cuatro características fundamentales[13]:
1.    Debe reconocer la contemporaneidad de las motivaciones: Los acontecimientos pretéritos del ser humano juegan un papel fundamental en las motivaciones.
2.    Ha de ser una teoría pluralista, en la se incluyan las motivaciones de diversos tipos: hay motivaciones de varios tipos que coexisten unas y otras permitiendo la armonía de la persona, sin dañarla ni provocar problemas en ella.
3.    Debe adscribir la fuerza dinámica a los procesos cognoscitivos, es decir, al planteamiento y la atención: las motivaciones concuerdan fácilmente con los deseos y planes del hombre, los cuales están formador por una intención.
4.    De ser compatible con la concreta unicidad de las motivaciones: existen motivaciones abstractas y motivaciones concretas. Hay que diferenciarlas en su justa medida la una de la otra. Las motivaciones abstractas generalmente están acompañadas de acciones que no tienen que ver con la personalidad ni con la intención real de la persona; la motivación concreta es todo lo contrario porque hace al hombre actuar con la intención que tiene de una forma transparente dejando ver realmente su personalidad.



Conclusión

Muchos pueden caer en la tentación de decir que la personalidad es algo que viene predeterminado con la persona desde su nacimiento, sin implicar ningún cambio, sino que es así y su vida va desarrollándose según esa personalidad inmutable que tiene el niño dentro de sí.

Sostener esa idea -que la personalidad es estática- es cometer un error colosal porque el ser humano está en constante en constante avance, en constante cambio y desarrollo. Este desarrollo no sólo implica los factores físicos sino también los factores psíquicos, teniendo en cuenta que la edad física guarda relación directa con edad psíquica. No se concibe una persona adulta con una personalidad de niño; ni viceversa tampoco, lo que vale es que todo vaya a su justo ritmo.

Hay algo sí que hay que afirmar y es que en el nacimiento se reciben unas potencialidades que el ser humano según la influencia del ambiente las va a ir desarrollando poco a poco. El individuo a pesar de que nace con ciertas potencialidades, no tiene ninguna personalidad definida. La personalidad se va construyendo de forma dinámica implicando todo el ser de la persona. En el desarrollo de la personalidad juega un papel importante la acumulación de experiencias vividas porque dependiendo la valoración que se les dé se va a tener una o mala autoimagen de sí mismo; y en la autoimagen es donde se construye la personalidad.

Finalmente, las motivaciones son parte importante del ser humano porque son las que lo impulsan a realizar tal o cual cosa; estas motivaciones no son exactamente las mismas durante toda la vida, ni tampoco existen de un solo tipo, sino que son varias como: vitales, psíquicas.  La personalidad cambia de forma dinámica porque está compuesta de acumulación, motivación; y es influenciada directamente por las potencialidades recibidas al nacer, por la autoimagen, por la realidad del entorno según la realidad física que se esté viviendo. Todos estos componentes de la personalidad, son dinámicos, van evolucionando en el transcurso de toda la vida. No se termina de afianzar una personalidad hasta que no se muere, porque mientras se vive se está en constante caminar hacia el perfeccionamiento de la vida, y por lo tanto, de la misma personalidad.



Bibliografía

Fuentes base y primarias:
1.    Mateo Andrés. Puedo ser otro… y feliz. Ediciones MSC Amigo del Hogar.
Decimocuarta edición. República Dominicana (2003).
2.    Romano Guardini. Las etapas de la vida. Libro en pdf.
3.    William Gordon Allport. La personalidad. Editorial Herber. Barcelona, España (1966).

Fuentes secundarias:
1.    Mateo Andrés, s.j., Hacia la realización del hombre, Ediciones MSC Amigo del hogar, República Dominicana (1999)
4.    Psicología, la guía del 2000. http://psicologia.laguia2000.com/el-aprendizaje/la-motivacion






[1] William Gordon Allport. La personalidad. Editorial Herber. Barcelona, España (1966). Pág. 45
[2] Ibíd. Pág. 81
[3] Ibíd. Pág. 47
[4] Ibíd. Pág. 94
[5] Cf. Romano Guardini. Las etapas de la vida. Libro en pdf. Págs. 11-54.
Todo lo que guarda relación con las etapas de la vida con sus crisis propias fueron confrontadas con este libro.
[6] Mateo Andrés. Puedo ser otro… y feliz. Ediciones Amigo del Hogar. Decimocuarta edición. República Dominicana (2003). Capitulo 1. Pág. 17
[7] Cf. Ibid. Capítulo 2. Págs. 25-26
[8] Cf. ibíd. Capítulo 3. Págs. 31-42
[9] Cf. Ibíd. Capítulo 10. Págs. 85-91
[10] Cf. William Gordon Allport. La personalidad. Editorial Herber. Barcelona, España (1966). Pág. 59
[11] Cf. Mateo Andrés. Puedo ser otro… y feliz. Ediciones Amigo del Hogar. Decimocuarta edición. República Dominicana (2003). Capítulo 5.
[12] William Gordon Allport. La personalidad. Editorial Herber. Barcelona, España (1966). Pág. 264
[13] Cf. Ibíd. Págs. 264-272 

martes, 8 de febrero de 2011

La revolución como estilo de vida: el ser revolucionario

-César Canela-


La revolución es una palabra muy mal entendida en la actualidad, muchos la tildan de un sin número de negatividades y desordenes; otros la ven como una teoría y dicen asumirla quedándose únicamente en el predicado lógico de “yo soy revolucionario”. A veces se tilda al revolucionario como un anarquista y desordenado, cosa que no comparto, aunque haya revolucionarios, porque no tienen claro el ideal y padecen de cierta ignorancia intelectual, llegan a caer en este tipo de extremidades. Según la Real Academia de la Lengua Española, revolución es: “Cambio rápido y profundo en cualquier cosa”; “cambio total y radical de forma completa”. Estas dos definiciones encarnan realmente lo que quiero expresar a continuación.

Cuando este humilde escritor se refiere a revolución lo hace en el sentido de que ésta comporta obligatoriamente un cambio positivo que parte de ideales claros y asumidos de una forma radical sin caer en dogmatismos, aunque eso es lo que podría parecer en primera instancia. El revolucionario siempre está abierto al cambio, incluso de sus propias ideas, si el cambio necesariamente implica una mejoría y  un crecimiento integral de su persona humana como de los que le rodean. El revolucionario no es tan abierto que llegue a convertirse en un relativista, que tiene como verdad y punto de partida una cosa como la otra.

Cuando se asume la revolución, se es revolucionario en todos los estados de la vida, no puede decir que se es revolucionario en un momento y en otro no. El revolucionario es un hombre de mentalidad crítica capaz de pensar por sí mismo y convencido de una serie de ideales busca siempre el bien alejándose del hedonismo, del narcicismo y de cualquier cuestión que implique individualismo.

La revolución empieza por el revolucionario, formándose de forma intelectual, humana, psicológica, afectiva, en definitiva armonizando todo su ser, tragándose de una forma completa; porque quien primero no se ha revolucionado a sí mismo no es capaz de proponer una revolución fundamentada y duradera, sino al contrario, la propuestas de sueños irrealizables que ni el mismo precursor entiende. El revolucionario se hace consciente de la realidad y busca la materialización de la propuesta sin olvidar que "vox populi, vox Dei (la voz del pueblo es la voz de Dios)".

Me apena, que en la actualidad confunden ser revolucionario con salir a la calle y convertirse en un revoltoso, aunque si es necesario hacerlo para el cambio se hace; pero eso no es lo que identifica al revolucionario esencialmente. El que sale a la calle a hacer desórdenes podría llamarse de otra manera pero no necesariamente de revolucionario. Pero nuevamente aclaro, si el revolucionario en su sano juicio entiende que no otra alternativa que salir a la calle para que sea atendido su grito de cambio, entonces lo hace, es decir, el revolucionario es no el hombre impulsivo por naturaleza pero tampoco el calculador extremo, sino una unidad sustancial en la que estas dos realidades están conciliadas y se ayudan la una y la otra para tomar las decisiones de una forma correcta.

En definitiva, ser revolucionario es ser un hombre libre, de pensamiento firme pero no dogmático, de pensamiento abierto pero no relativista; es conocerse a sí mismo en los aspectos que compone su ser, es escuchar a los demás y valorar la iniciativa de los demás, es respetar la dignidad humana. El revolucionario es un persona íntegra que busca el bien de todos. 

Un fuerte abrazo, hasta la próxima.

jueves, 22 de octubre de 2009

Amada

Amada mía, lo que más 
me gusta de estar contigo
es poder ver más allá de tu persona
cuando gozo de tu presencia,
es poder comunicarme contigo con los ojos
e interpretar lo que
sentimos sólo con una sonrisa.


Tu tierna mirada me transporta a otro lugar,
un lugar que tiene no explicación
y que es totalmente sublime.
Tu compañía me llena de paz,
de una paz ilimitada
que solo yo puedo entenderla.


Mi amor es tan grande
que dejaría las batallas, las armas
y hasta las aventuras futuras
para subordinarme a ti y sólo a ti.


Espero que nunca te me vayas
a un lugar demasiado lejos de mí
porque tu ausencia será para mí
motivo de sufrimientos.


Mi deseo más hondo es tenerte
lo más cerca que pueda,
para nunca dejar de gozar de tu compañía
y para contemplar cada día,
tu sonrisa, tu mirada y así
tener tu amor para siempre.
César Canela, 21 de Octubre 2009


martes, 8 de septiembre de 2009

Te Veo


Te veo silenciada,
acomodada a mi lado,
te veo sonriente,
te veo optimista frente a la vida,
te veo sublime,
te veo incomparable frente al mundo.

Al verte me pregunto por lo qué sientes,
por lo que piensas, por lo que amas,
por lo que esperas.
Quiero saber si eres aquella beldad
que vive en mi inconsciente.

Quisiera ser tus palabras
para vivir en tus labios,
en tu pensamiento
y así poder ver dentro de ti.

Temo perder la vista,
por no perder momentos de éxtasis
que son provocados por ti,
hermosura tan dulce y tan única.

Me entristece recordar que moriré,
porque sé que terminarán
aquellos momentos de eternidad.
Gracias le doy a la vida por permitirme
verte, conocerte y quererte.

César Canela, 3 de septiembre 09

viernes, 4 de septiembre de 2009

Briguillí (Wagner S. Hernández)

Esto fue escrito por un amigo cercano, Wagner Hernández y por el valor que tiene este texto le propuse que me dejara publicarlo en mi Blog.



La vi
La conocí cuando me había privado del amor, para otro amor que no era humano. En la adolescencia no podía sentir y no llegué a sentir, la gloria que sintió Don Alonzo Quijano al pensar en Dulcinea; y en mi juventud, aunque quise no lo alcancé.

Nos conocimos
No fue difícil el acercamiento, simplicidad tan grande que por un clic supe tu nombre encarnación poco a poco en mi lengua y en mi mente; encarnación inmortal y gloriosa.

Amigos
De conocidos, emprendimos un viaje hacia la amistad, viaje profundo y hermoso que supera el mundo idealista de Platón. No hubo que estar en el mundo perfecto para ver el blanco verdadero.

La amé
La no saboreada gloria e ilusión, que el Quijote gustó, trascendió mi virgen corazón y mi grandiosa vocación. La amé, lo sé; te veneré deidad visible destructora de mi canon, a quien mi Penélope corazón juró sólo amar y esperar al Ulises, a ti fémina con séquito de virgen.

Es
La única que mis ojos vieron y sólo verán. Amiga indefinible, amor inmortal. La que me asemejó a Romeo, la que me hizo amar la amistad, hasta el punto de preferir ser su amigo, a que mi ser profane su ser, antes que perderle el sentido a la costumbre.

Será
El sello indeleble, glorioso e inmortal que se encarnó en mi mente y corazón.
Pequeña frase de parte de el autor de este poema:
"El hombre trasciende según las huellas que haya dejado"

sábado, 11 de abril de 2009

Violencia contra la mujer

-César Canela-

La violencia contra la mujer siempre tiene graves consecuencias. El abuso contra la mujer es un mal universal que afecta todos a todos los niveles sociales. El sexo femenino sufre las consecuencias especialmente en aquellos países que tienen una cultura machista, los cuales creen que la mujer no tiene los mismos derechos que los hombres y la tienen a un lado e incluso la consideran inferior a éste. Muchas veces, la mujer es considerada como un objeto, con el cual el hombre puede hacer lo que le parezca en el momento que prefiera. Todos sabemos que el maltrato al sexo femenino es una realidad palpable y que tiene muchísimos años en la sociedad.

Las consecuencias pueden ser físicas o psicológicas. Las consecuencias físicas son aquellas que afecta la dignidad corporal de la mujer. Las consecuencias físicas son las marcas visibles que quedan en el cuerpo de la víctima, deficiencias corporales, que en la mayoría de veces le hacen sufrir para toda la vida y en ocasiones le pueden provocar la muerte. Las consecuencias psicológicas son aquellas que afectan el alma de la víctima, es decir le provocan desequilibrios psíquicos. Se puede decir que las consecuencias psíquicas son las peores y las más peligrosas en la victima. Es más fácil sanar una herida en la piel que en el alma.

Las consecuencias son el resultado de una falta de amor y valoración a la mujer. La mujer se hizo para amarla y respetarla. Existe una mentalidad machista universal que surge especialmente de la mala interpretación de la creación humana en la concepción judeo-cristiana, la cual, al hablar de la creación nos dice que “la mujer fue creada después del hombre y de una costilla de éste”. Muchos con una mentalidad poco trascendente, tienen el valor de decir que la mujer fue creada posterior al hombre, porque en ella hay un grado de inferioridad. Con esta muchos quieren justificar el maltrato que realizan al sexo femenino. Considero que todo tipo de mentalidad que vaya en contra de la dignidad de la mujer es una concepción errónea y poco sustancial, porque degradan la excelencia de un ser humano, que aunque a veces se torna más tierno y débil que el sexo masculino, tiene el mismo valor e importancia.

Debe evitarse todo daño físico o psicológico dirigido a la mujer. Es necesario que a toda persona desde la niñez se le vaya enseñando que todos somos iguales, que gozamos de los mismos derechos, que tenemos la misma dignidad y que las diferencias sexuales, masculinas y femeninas, no fueron hechas para definir grados de superioridad e inferioridad, sino, al contrario, para que uno complemente al otro y los dos sepan amarse y entregarse mutuamente.

lunes, 23 de marzo de 2009

Disfruta la vida al máximo

-César Canela-


Hay que ir con el tiempo y disfrutar cada momento de la vida. Existen personas que piensan tanto en lo que vendrá después que el tiempo no les alcanza para disfrutar en mayúsculo cada minuto que tendrán aquí en el mundo. La muerte es una realidad in-negable. La muerte es por donde todos vamos a pasar. Lo importante no es si viviste quince, cincuenta o hasta cien años, lo importante es que hayas vivido cada espacio de tiempo con sus altas y sus bajas.

El tiempo no debe ser reducido sólo a "Cronos", al contrario, debemos considerarlo y hacerlo sobre-todo "Kairos". Hay que vivir, hay que amar, hay que respetar, hay que hacer lo que se debe en el momento correcto: si te toca reír, ríe; si te toca llorar, llora; si te toca callar, calla; si te toca ver, ve; si te toca estudiar, leer, comer, saltar, hazlo pero hazlo bien porque eso es lo que realmente es nuestro y hace de esta vida algo interesante.

La vida de todo ser humano tiene un valor absoluto, es decir, que ella misma vale por sí sola. El hombre debe ser realista y ver todos los aspectos de la vida, o sea, ver lo inminente y lo trascendente.
La vida de la raza humana no solo es biológica pero tampoco es solo biográfica; es una unidad entre esos dos componentes. Lo que hace que el ser humano se complemente y vaya descubriendo el valor de la vida es que esta le permite auto-realizarse, le permite explotar su propio yo.

La humanidad tiene la capacidad de trascender la vida biológica, por tal razón, todo individuo está llamado a vivir cada espacio de tiempo a plenitud. Vivir a plenitud significa que vamos a vivir conforme a los valores morales, ejerciendo la verdadera libertad, sabiendo que estamos situados. El hombre que no es capaz de llevar su capacidad a la “máxima expresión”, de trascender la vida biológica, es un hombre que todavía no ha avanzado mucho en comparación con los animales, es un ser vacío, incompleto.

Aunque la vida sea dura y a veces nos pegue fuerte, no debemos dejar que el miedo entre en en ella, debemos enfrentar los movimientos y las ideologías que no permiten que el ser humano se desarrolle de una manera sana.

Espero que todos podamos analizar detenidamente este mensaje y dejemos de estar en un mundo de fantasías y pongamos los pies sobre la tierra.Luchemos para vivir la vida al máximo.

martes, 24 de febrero de 2009

La Felicidad en la vida de todo hombre

-César Canela-

Felicidad Utópica y Felicidad Alcanzable

“Es necesario desear la felicidad, la plenitud y la paz, ya esto es la verdadera vida ” Aquí Omraam Mikhael nos pone claro que es normal que todo ser humano desee siempre lo bueno y lo que pueda mantenerle en buen estado. Se puede observar que es algo positivo desear bienestar, éxito, buena familia, triunfo en los estudios y en todas las cosas que el ser humano se propone en la vida. No existe en esta tierra un ser humano que no desee estar bien. Más adelante dice el mismo autor: “¿Quién no desea la felicidad? Todos los seres humanos no desean más que eso; todos pasan su tiempo haciendo proyectos para realizar lo que, según creen, los hará felices ”. Este deseo es un deseo innato, es un deseo con el que todos nacemos, no hay que enseñarnos a desear la felicidad. Es una pregunta de gran importancia porque se va directamente a la realidad, sería extraño e imposible que una persona desee males y desdichas en esta vida.

Desde los inicios de la humanidad se puede observar la característica del deseo de bienestar: el niño quiere los mejores juegos, quiere estar en los mejores lugares, quiere sentirse tranquilo, desde que se siente amenazado por cosas que pueden dañarle, reacciona instintivamente para defender su persona y su espacio.

El deseo de felicidad es un deseo que tenemos los seres racionales. Los animales no pueden ser felices porque no tienen conciencia, pero por esta misma razón tampoco pueden ser infelices, o sea, que esa meta es única y exclusivamente de la raza humana. Es imposible que un perro, un gato, un ratón, un caballo,… sientan deseos de ser felices, porque este deseo está reservado al hombre.
“El ser humano ha tenido siempre que perseguir la felicidad como una meta ”. Es una realidad. Hay que verificar, si se está actuando de la forma correcta para que esta meta sea alcanzable. Porque en muchas ocasiones, se da el caso de que muchas personas no tienen claro el verdadero sentido de la felicidad y se quedan sumergidos en sueñitos y deseos que no le ayudan en nada, quedándose en una búsqueda interminable, tratando de llegar a la felicidad con los medios y con todas las herramientas equivocadas.

Tratar de llegar a la felicidad de la peor manera (llamo peor manera a la actitud inmadura de no aceptar las cosas como son y no ver la realidad desde el punto de vista positivo), es la mejor manera de no llegar a ella. En la vida el que no tiene buenos deseos frente a la ella (me refiero a la vida misma) no puede llegar a la felicidad, porque la felicidad es un bien y los bienes solo se alcanzan aspirando a los bienes, quien cree que puede ser feliz con malas aspiraciones está verdaderamente equivocado, porque está esperando materializar una utopía que ha sido creada nada más ni nada menos que por sus deseos.

Aristóteles expone en su libro de la Ética a Nicómaco que “el no tener un bien final que se llama felicidad negaría la naturaleza del hombre, llevado al absurdo” , lo que quiere decir es que la felicidad es tener una actitud de buenos ideales, porque dice bien claro “un bien final”, como ya antes expuse para llegar a algo bueno necesita tener buenas aspiraciones. Ser una persona abierta, que sea capaz de perder la batalla de los placeres vanos para poder ganar la guerra frente a la vida y así poder materializar la felicidad en su vida.

“Felicidad palabra sospechosa ”. Esta palabra (“Felicidad”) nos hace pensar y creer muchas cosas y como consecuencia de ese pensamiento salen a flote dos tipos de felicidad, por llamarlas con un nombre, de las cuales, solo una es real y alcanzable, la otra solo existe de una manera vaga en la mente del hombre, por lo tanto no tiene realidad en el mundo material. Esta idea es compartida con el P. Mateo Andrés sj que dice, “Hay siquiera sé en teoría, dos modos de felicidad: la utópica, del hombre que se cree pequeño dios, que quisiera todo lo que se le antoja; y la real, la del hombre-hombre, que se sabe criatura y acepta tener que plegarse a la realidad, incluso en contra de sus deseos primeros ”.

Felicidad Utópica

Es toda aquella que quiere desarrollarse fuera de la realidad, que nos habla de cuentos y “realidades” verdaderamente imposibles en la vida del hombre. Felicidad utópica es querer vivir una vida sin sufrimientos, es querer una vida color de rosas, es querer una vida sin problemas y dificultades. Felicidad utópica es querer vivir en una risa interminable, con un rostro donde solo se mueven los labios de derecha a izquierda mostrando a aquellos seres blancos que son la pasión de los dentistas, pero en términos reales no es más que una imagen vacía que se les muestra a las personas. Todas estas realidades pueden llamarse con otro nombre, pero no con el nombre de felicidad (en este caso me refiero a felicidad alcanzable).

La felicidad utópica, no es más que ir alejado de las normas de la naturaleza, es un constante rompimiento de las leyes de la está (naturaleza) para satisfacer nuestro deseo hedonista. Es no saber aceptar nuestras realidades y circunstancias. “La felicidad, consiste en la realización de una pretensión, esto es, ir a ser feliz ”, aquí se define en parte lo de este tema y por otro lado tiene su sentido dentro de la Felicidad Alcanzable, todo depende de la interpretación que cada hombre le dé a esta frase.

Una persona que esté confundida, lo más probable, tome la decisión de irse por la parte del “hedonismo ”, o sea, el placer desenfrenado, viviendo en un mundo de fantasías, luchando para todo gire en torno a los intereses personales, sin importar la posición de los demás.

Lo dicho anteriormente también podría llamarse también egoísmo. No nos confundamos. Con el egoísmo se puede llegar a momentos alegres pero no a una felicidad plena, por eso en todo caso todo lo que tenga que ver con individualismo extremado forma parte de los sueños inalcanzables de todo ser racional; hay que tener bien claro que “el hombre egoísta, que solo piensa en sí mismo no puede lograr la felicidad ”.

Se puede observar que a todo ser humano o la mayoría de ellos se le enseña desde la niñez que el egoísmo es raíz de muchos males, como por ejemplo, las guerras, las diferencias personales, que dan paso a los diferencias sociales; entre otras. Lo que se quiere decir con esto es que el egoísmo es una gran barrera que se le puede presentar al ser humano para evitar que este pueda alcanzar la verdadera felicidad, la única que existe.

El hombre con sus actitudes, puede cambiar las cosas que están a su alrededor, que no le ayudan a alcanzar su sueño anhelado. Sin embargo, muchos hombres y mujeres, aunque tengan las facilidades para hacer algo y para poder llegar a su meta prefieren no aportar nada para que las cosas cambien y a pesar de eso quieren ser feliz haciendo nada, sentados en su silla favorita.

El hombre vago, que no quiere esforzarse, que quiere que todo sea fácil se le hará muy difícil llegar a lograr que la felicidad sea un hecho materializado en su vida. “Es evidente que la felicidad absoluta es una utopía, pero una utopía posible si consideramos que la felicidad no es un estado estático sino un proceso dinámico cuya percepción se corresponde a un punto determinado de la función de un proceso vital cuyo límite es la plena satisfacción interior por la efectividad de la obra realizada y que se desarrolla según una ecuación dependiente del bien. Dada la limitación personal, el hombre no puede alcanzar el límite de ese proceso, pero ello no quita que en cada momento de su vida alcance un punto de correspondencia ”. El autor de esta frase muestra claramente, que para que la felicidad sea posible, no debe entenderse como algo estático, sino como algo mutable y dinámico. Hay que tener bien claro que hoy estamos aquí, pero que posiblemente mañana no estemos y que las cosas que hoy tenemos es posible que mañana no la tengamos. Lo importante es aceptar las circunstancias y vivir con ellas. Saber que hoy estamos bien pero que mañana eso puede cambiar. Es aceptar la realidad. Los sueños imposibles y sin sentido en el mundo real alejan al hombre cada día más de la felicidad.

Felicidad Alcanzable

Esta es aquella que va conforme a la realidad, es aquella en la que el hombre es consciente de su realidad y de sus circunstancias. Se conoce y sabe que no puede huir de ellas. Así lo expone el P. Mateo: “vivir es enfrentarse la persona a la situación P-S ”, que la persona no debe huir de la realidad, debe siempre vivir con los pies sobre la tierra para que le sea posible alcanzar esta meta.

Los bienes y los males son parte de la vida. Lo que da sentido a la vida es la bipolaridad, o sea, lo bueno y lo malo. Esta frase se une también a la concepción de muchas personas que dicen que la felicidad consiste en la aceptación alegre de lo bueno y lo malo de la vida, ellos conocen lo que es la felicidad, no están confundidos, se apoyan claramente en las realidades del hombre.

“La felicidad, concepto con profundos significados, incluye alegría, pero también otras muchas emocionales, algunas de las cuales no son necesariamente positivas (compromiso, reto, dolor, etc.) ”. Quiere decir que la felicidad no es una realidad de eterna alegría o gozo, tiene también dificultades y problemas, el hombre debe ser lo suficiente maduro para y conformarse para poder vivir al máximo la vida y así lograr la felicidad.

A nivel religioso la felicidad puede que tenga su sentido real, cuando esta no se apoye en el fanatismo y ni cosas parecidas. Cuando este apoyada en valores y virtudes concretos. Uno de los grandes pensadores del Cristianismo llamado Agustín de Hipona, quien fue elevado a la categoría de santo, considera que la felicidad y todas las cosas buenas están en Dios, que es la base de todo, para él “la felicidad es Dios ”. Lo más importante en la vida de todo ser humano es ver el vaso medio lleno, no medio vacío.

Hay que aceptar que el vaso esta medio vacío, que es la parte negativa, pero que también tiene algo bueno por lo cual celebrar y es que el vaso esta medio lleno. Darse que es posible que algún día se va a llenar. El Pesimismo que es la “tendencia a ver las cosas en su aspecto más desfavorable y negativo”, no ayuda en nada por la razón de que sólo lleva al hombre a ver todas las posibilidades negativas dejando a un lado las positivas, dejando al hombre en un constante vacío existencial. El hombre pesimista nunca llega a nada bueno porque sus aspiraciones generalmente giran en tono a cosas negativas, por ejemplo si va realizar un trabajo de Investigación, lo primero que le llega la mente es que es algo difícil y quizá por eso no llega a explotar su máximo potencial, otro ejemplo es el estudiante que está dando Matemática en la universidad que nunca pasa un examen parcial y muchas veces no es porque no tiene las capacidades sino porque este siempre mira todas las posibilidades por las cuales se puede quemar dejando a un lado las posibilidades que tienen para pasar. Para alcanzar este estado de bienestar (la felicidad) se necesita una actitud positiva, se necesita ser valiente, se necesita ser realista, se necesita personas que estén dispuestas a levantarse en cualquier momento que lleguen a caerse por las circunstancias de la vida, se necesita personas que piensen primero en todas las posibilidades que tienen a su favor en vez de pensar en todas las que tienen en contra.

“La felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace ”, o en otras palabras “la felicidad no consiste en tener lo que uno quiere sino querer lo que uno tiene” esta frase de Jean Paul Sartre, pone en claro lo que es la felicidad alcanzable. Esta felicidad no consiste en cumplir todos los placeres, sino en hacer y vivir conforme a lo que es necesario y útil. Hay muchos que creen que se feliz es satisfacer todos sus deseos y caprichos, o sea, hacer lo que se les parece en el momento que le llega a la cabeza, sino es un adaptarse y aceptar la realidad en la que se vive, la familia, amigos, los compañeros de estudios o de trabajo, la ropa, la patria, la vida, el cuerpo, en fin todo el ser, todo lo que se tiene.

La felicidad para poder ser alcanzada se necesita tener una actitud ante la vida, una actitud ante las circunstancias, una actitud ante lo que nos para a diario, no es una cuestión de suerte y de buena dicha, sino de hacer de las cosas ordinarias cosas extraordinarias, hacer de lo pequeño algo grande, eso lo vemos en la frase de Benjamín Franklin (1706-1790): “la felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días ”. El saludo o la sonrisa de una persona, los estudios, los sacrificios, son cosas ordinarias que nos pasan a diario, debemos hacer de esas cosas una fuente de felicidad de donde podremos nutrirnos.

Hay que tener en cuenta que la felicidad, de una manera u otra necesita de las demás personas para poder realizarse de una manera más plena, por la simple y sencilla razón de que todo hombre es un ser social y necesita de los demás, de amigos (no de cualquiera) para poder complementarse. Así lo afirma Aristóteles en la Ética a Nicómaco donde plante que “los amigos son necesarios para la felicidad ”.

Muchos se preguntarán: ¿Cómo se puede llegar a la felicidad en un mundo como el nuestro? Pues fácil, haciendo las cosas como son en el momento adecuado, por ej. si se está en una fiesta, pues bailar y hacer todo lo que compete a una fiesta, lo mismo que si se está en una actividad religiosa, pues actuar según el momento.

Felicidad ¿Es una utopía o una realidad?

La felicidad –como se ha visto anteriormente- es utópica cuando el ser humano, quiere llegar a ella, ajeno a la realidad; es alcanzable cuando el hombre acepta todas las circunstancias y realidades de la vida, tratando de llegar a un estado de máximo bien.

Para que la felicidad sea posible, se requiere de una actitud, un estilo, una forma de actuar y de pensar, porque “el movimiento primero del hombre a la felicidad es exclusivamente suyo y mental. Lo primero que ha de hacer todo hombre que busca ser feliz es ver lo que hay de bueno en las cosas… ”

Todas las cosas especialmente la felicidad tiene su origen en la mente, en una mente madura que conoce la realidad y sabe que todo tiene su porqué. Siempre se ha dicho que la mente humana tiene poder. Si una persona sólo ve las cosas desde el punto de vista pesimista, así también va a marchar su la vida de una manera negativa. Pero al contrario si un hombre o una mujer reconocen la bipolaridad de la vida y no se dejan vencer por las cosas negativas de la vida, esa persona puede alcanzar la felicidad.

“El concepto de felicidad es humano y mundano ”, es decir, solo el hombre es capaz de hacerlo suyo. Es algo que se vive en esta tierra. el hombre y la mujer constantemente, como ya se mencionó en capítulo II el hombre siempre busca la felicidad, la anhela, lucha por ella a tal punto que es capaz de hacer hasta lo imposible por lograrla, es por esto que la felicidad está estrechamente relacionada con el hombre, porque es al único ser que se le está permitido este privilegio de alcanzar la felicidad, ya que tiene razón y conciencia de que existe en el mundo, pero muchas veces el ser humano cuando cree que se acerca a esta es cuando mas lejos esta, convirtiéndose en un ser intradistante que dista de su misma persona no conjugando el yo actual con el yo ideal, más bien una bipolaridad, convirtiéndose en el eje central de la frustración que el hombre ha podido sentir en toda su existencia, donde al fin y al cabo solo cae en una felicidad mundana, cuyo fin se queda en el mero placer desordenado y busca su satisfacción en el yo actual quitando totalmente cualquier posibilidad que le causase dolor para alcanzar la felicidad, ya que el hombre teme lanzarse a dar este paso y esto le provocará un cansancio existencial donde para él nada tiene sentido y cree que en las actuaciones momentáneas ya alzando la felicidad, pero resulta ser que él mismo es consciente de que no es así.

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Fuentes utilizadas:
MIKHAEL, Omraam, “Semillas de la felicidad”, 2da Edición, Ediciones Prosveta, 1993, p. 38-39, párrafo III.

Ibidem
http://www.psicologia-positiva.com/felicidad.html Psicología-positiva, Del día 17 de oct. del 2008
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tica_a_Nic%C3%B3maco#libro_I:_La_felicidad Del Martes 2 de dic. del 2008
ANDRES, Mateo SJ., “La felicidad personal”, Ediciones MSC Amigos del hogar, Novena Edición, 2003, pág. 16 Párrafo II.
Ibid, pág. 2
MARIAS, Julián, “La felicidad humana”, Alianza Editorial, pág. 1
Anónimo, Hedonismo, Wikipedia Enciclopedia libre, http://enciclopedia.us.es/index.php/Hedonismo descargado l día 21 de oct. Del 2008
http://es.wikipedia.org/wiki/Individualismo Anónimo, Individualismo, Wikipedia, la enciclopedia libre
MIKHAEL, Omraam, “Semillas de la felicidad”, 2da Edición, Ediciones Prosveta, 1993, pág. 149-15
PAPELES PARA EL PROGRESO DIRECTOR: JORGE BOTELLA , NÚMERO JULIO-AGOSTO 2004, página 2, http://papelesparaelprogreso.com/numero15/1502.html Del 21 de nov. Del 2008
ANDRES, Mateo SJ., “La felicidad personal”, Ediciones MSC Amigos del hogar, Novena Edición, 2003, pág. 19
http://www.psicologia-positiva.com/felicidad.html Psicología-positiva, Del día 17 de oct. del 2008
SABATTINI, Julián, “La felicidad esa constante búsqueda” 2006 p. 8
Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid, http://www.wordreference.com/definicion/pesimismo
http://www.proverbia.net/citastemas.asp/tematica=4 Del día 2 de dic. del 2008
Ibídem
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89tica_a_Nic%C3%B3maco#libro_IX:_La_amistad_relativa_a_sus_causas_y_a_la_felicidad Del día 2 de dic. del 2008
ANDRES, Mateo sj., “La felicidad personal”, Ediciones MSC Amigos del hogar, Novena Edición, 2003, pág. 40
http://www.filosofia.org/enc/abb/20527.htm Nicola de Abbagnano, Diccionario de Filosofía[1961], págs. 527-530

martes, 3 de febrero de 2009

La familia es transmisora de los valores

-César Canela-
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La familia es la principal transmisora de los valores culturales. En sentido general se sabe que el hogar es el lugar por excelencia en donde se promueven las buenas costumbres y de los valores éticos y morales. La familia es la base de la sociedad y de su buen funcionamiento dependen la sociedad y sus consecuencias. De una buen hogar, pues, vienen hombres convencidos de buenos ideales y capaces de vivir su cultura a plenitud. Todas las cosas materiales y espirituales, en cada persona, adquieren su valor en cuanto que se relacionan con la vida de los seres humanos. Por esta razón, los valores culturales expresan lo que son porque guardan estrecha relación con la humanidad.

Los valores culturales son los que hacen que la sociedad sea dinámica. Estos valores son muchos: el arte, la musica, las creencias y las costumbre locales o universales. La familia es la principal promotora y la base de todos los valores especialmente de estos. Dichos valores guardan estrecha relación con la parte espiritual y material, intelectual y afectiva de todo ser humano. A nivel espiritual, en la religiosidad popular; a nivel material, en las obras artísticas y en su entorno; a nivel intelectual, con lo que aprende en su ambiente; a nivel afectivo, en la forma de amar a sus familiares, amigos y personas influyentes donde realiza su vida diaria. Los valores culturales dependen mucho del lugar de donde provenga la persona. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que la forma de relacionarse de un dominicano no es la misma que la de un europeo. El dominicano es más abierto; el europeo es un poco más reservado. Es decir, la forma de la persona dice mucho de donde viene.

El hombre no puede desarrollarse plenamente sin los valores culturales. La familia es la que enseña a todo individuo a vivir estos valores porque toda persona necesita una cultura, unas costumbres para poder crecer en todas las dimensiones ya sea a nivel espiritual, material, intelectual, humano y afectivo. Se puede decir que el hombre que no hace suyos los valores culturales es una persona “sin identidad” y que vive en una busqueda interminable para satisfacer ese deseo de tener algo que lo que lo complemtente a nivel cultural. Por eso muchas veces los valores antes mencionados se ven alienados por la falta de identidad de muchos hombres y mujeres. Todas estas consecuencia de falta de identidad vienen de la familia.

Se puede observar que estos valores son de gran importancia en la vida de todo ser humano. Hay que hacer el esfuerzo, en la medida de lo posible de cultivar estos valores para poder crecer y así poder desarrollar nuestro potelcial sociable. La familia debe seguir cumpliendo con mayor fuerza su responsabilidad, que es la educación de los niños en los valores culturales. ¿Qué está haciendo la familia para mantener en alto el titulo de “principal transmisora de los valores culturales”?

domingo, 17 de agosto de 2008

El Amor

-César Canela-


El amor es la palabra mágica de todos los tiempos. A unos hace reír a otros hace llorar. A unos les emociona a otros les provoca nostalgia. Muchas veces usamos esta palabra (Amor) para llamar muchas cosas que no tienen que ver nada con ella. Llamamos un beso: amor, llamamos un deseo sexual: amor, llamamos muchas cosas que nos llegan a la mente con una palabra sublime y llena de misterios... El amor no es necesariamente una "cosquillita" que se siente en el interior, el amor no es cuantas veces puedas hacer sonreir a la persona que dices amar. Amar es no mirar rasa, nivel social, nivel económico, beneficios; es hacer el bien a todos sin mirar a quien. Amar es darte por entero a esa persona en cuerpo y alma sin poner pretextos, es tu decirle lo que está mal y recordarle a cada momento lo que debe de hacer, es tenerla pendiente en los momentos más difíciles de su vida... El amor es algo verdaderamente misterioso. Terminaremos nuestra vida y nunca conoceremos lo que es el amor. El amor es lo que le da sentido y siginificado a la vida. Aprende a Amar y verás como las cosas marcharan! Mi deseo es que todos podamos demostrar un verdadero Amor a aquella persona que lo necesita...