jueves, 26 de mayo de 2022

Poesía y Filosofía


-César Canela, MA- 

Publicado en Ecos del Yuna, Periódico Local de Bonao, Rep. Dominicana. 
Abril 2022 - Año 36. Edición 50 de Secunda Etapa. Pág. 13
Publicado en Foro Escrito (Mayo 26, 2022): 


La técnica como causa agente del lenguaje 
y el lenguaje como canal principal de la filosofía y la poesía

 

 

«La poesía es, a veces, incluso más filosófica 
que la filosofía, la metafísica es, por su naturaleza, 
incluso más poética que la poesía». -Joseph Joubert.

 

 

Reflexionaremos brevísimamente sobre la relación que existe entre filosofía y poesía. Para empezar, es importante partir de la idea de que el ser humano es un ente creativo, es decir, su vida sólo puede realizarse más allá de lo naturalmente dado. Decir que el hombre es creativo, es lo mismo que decir que es un ser técnico, que crea unas condiciones vitales que no sólo le permiten estar sino bienestar, es decir, que construye, diseña y concibe unas herramientas para distintas cosas —cazar, comer, transportarse, cobijarse…—.  Esa habilidad técnica trae consigo la realización del fuego para protegerse del frío, de las bestias, etc. sin embargo, estos actos técnicos no están solos, sino que van acompañado —desde siempre— por la necesidad comunicativa que tienen los seres humanos, que según Aristóteles son animales políticos[1] por naturaleza

 

Esto quiere decir que al ser humano, no le basta resolver sus necesidades naturales, sino que surgen el deseo de pintar las paredes de la cueva siendo esto evidencia de la necesidad que tiene de transmitir ideas, métodos y convicciones. A la vez, no se sabe como, desarrolla modos de comunicación simbólicos, auditivos, visuales que en principio eran solo para la supervivencia, luego se van desarrollando para transmitir órdenes, afianzar su voluntad de poder y organizar el clan. Todo este proceso dio origen al acto técnico del habla, allí empieza la poesía y, con ella, la filosofía.  

 

Al hombre primitivo, no le fue suficiente cantar las hazañas de sus hallazgos, de sus inventos, de sus descubrimientos, sino que quería expresar sus sentimientos a través de la palabra, describir el mundo físico o suponer al mundo metafísico, por lo que fue dando origen, a lo que Spengler llamó técnica de la gramática, técnica de la formación de oraciones y cláusulas[2]“La finalidad primitiva del lenguaje es la ejecución de un acto”[3], que en principio era solo oral y luego se convierte en escrito.[4]

 

La escritura, hace que la palabra cantada, pierda su condición “pasajera” y empieza a “eternizarse”. El canto de las historias también se convierte en mito, en religión, en poesía y en filosofía. La filosofía y la poesía están presentes en todos los fenómenos humanos, desde la palabra pensada hasta la palabra hablada.

 

El ejercicio de la poesía y la filosofía, dio origen a varios grupos de personas, las que se dedicaban a cantar las hazañas de los héroes fueron llamadas poetas y a los que se dedicaron a describir el mundo se les llamó filósofos, el método era el mismo: la admiración.

 

María Zambrano[5], en su texto “Filosofía y Poesía” (1939), es la primera que hace un recorrido histórico con los conceptos “filosofía” y “poesía”. A través de la Razón Poética, muestra el valor de la poesía en el pensamiento humano. Su análisis es una crítica que va desde el pensamiento platónico hasta la modernidad. En su recorrido defiende que lo humano está compuesto, en todo momento, por poesía y filosofía. 

 

A partir de las ideas de Zambrano, nos trasladamos al siglo VI d. C, citando el texto de Simplicio de Cicilia, donde el autor muestra las categorías del Ser que ya había presentado Parménides mil años atrás:

 

«Y del camino ya sólo queda un solo relato: que es.

Y para éste hay muchísimas señales

de que lo que es no engendrado e imperecedero.

Pues es integro, inmóvil e infinito

ni fue ni será, pues es ahora todo al mismo tiempo,

uno solo, continuo […]».[6]

 

Este texto de Simplicio es un poema, de eso no hay duda. Curiosamente, este texto medieval es uno de los tantos que sirven de referencia para analizar al Ser, insinuando la icónica frase de Parménides: “El ser es y el no ser, no es”, idea que sirvió al pensamiento Escolástico medieval y a la Metafísica más reciente presentada por Heidegger en el siglo XX. Esto deja evidenciado que entre poesía y filosofía existe una relación bastante cercana desde tiempos prehistóricos hasta hoy. Sin embargo, nos surge la pregunta, ¿en qué momento los filósofos quisieron separar la filosofía de la poesía? 

 

María Zambrano, nos dice que es Platón, en su texto “La República” que expulsa de la filosofía a los poetas y, con ellos, a la poesía.[7] Como Platón fue una autoridad intelectual, se instaló la idea de que la filosofía es el ejercicio de la razón y la poesía es, solamente, una expresión de los sentimientos, por lo tanto, ambas cosas deben mirarse en escenarios distintos.

 

Esa dualidad entre filosofía y poesía suele asentarse en la modernidad porque no sobran pensadores que, en su afán de trazar las fronteras entre lo racional, entre los hechos positivos, la verdad demostrable y la expresión literaria. Nos pretenden presentar a la racionalidad por un camino y al arte por otro. Aunque parezca esto racionalmente fundamentado, es un peligro porque la dimensión humana es integral y ambos aspectos son elementos sustanciales de la naturaleza humana. 

 

María Zambrano, nos dice: «[…] hoy poesía y pensamiento se nos aparecen como dos formas insuficientes; y se nos antojan dos mitades del hombre: el filósofo y el poeta. No se encuentra el hombre entero en la filosofía; no se encuentra la totalidad de lo humano en la poesía. En la poesía encontramos directamente al hombre concreto, individual. En la filosofía al hombre en su historia universal, en su querer ser. La poesía es encuentro, don, hallazgo por gracia. La filosofía busca, requerimiento guiado por un método.»[8]

 

Estas ideas de la autora española nos presentan a la Razón Poética, el método gnoseológico para encontrar la verdad, partiendo los criterios de la filosofía y de la poesía. La poesía y la razón se requieren una a la otra, la poesía es el pensamiento supremo que nos ayuda a captar la realidad de cada cosa, en los aspectos fluyentes y la heterogeneidad del ser.[9] La poesía es con la filosofía el camino seguro al conocimiento de la verdad. Desde la filosofía podemos descubrir al hombre entero que vive a lo largo de la historia como sujeto universal, mientras que desde la poesía se encuentra al hombre concreto, al que vive aquí y ahora, que es su yo y sus circunstancias que se encuentra inmerso es su Realidad Radical, como diría Ortega y Gasset. 

 

Aunque la filosofía nos muestra al hombre universal, está tiende hacia el interior, hacia al individuo, mientras que la poesía tiende hacia la comunidad, como lo afirma Zambrano: «Será imposible el que no veamos en la poesía una integridad lograda mayor que en la metafísica; imposible que no veamos en ella el camino de la restauración de una perdida unidad. Imposible también, el que no la sintamos como la forma de la comunidad […]» [10]

 

La poesía es filosofía envuelta en el misterio de la palabra que requiere ser descifrada, interpretada y que nos obliga a hacer un ejercicio racional que va más allá del texto. La poesía se niega a ser prisionera de la superficialidad y nos hace nadar a aguas profundas del pensamiento. 

 

Es muy difícil trazar las fronteras entre la filosofía y la poesía porque estas se desdibujan a lo largo del tiempo. La racionalidad desarrolla métodos filosóficos y la poesía los presenta. La filosofía nos ayuda a entender los fenómenos de la existencia y la poesía los nombra, los canta, los cuenta, los vive. 

 

Al final nos surgen las siguientes preguntas: ¿qué es la razón humana sin la poesía? ¿qué sería del funeral sin el canto que despide al muerto? ¿qué sería la poesía sin la metafísica? ¿Cómo sería la filosofía sin la poesía? ¿Habría cultura sin poesía? Aunque estas preguntas sirven para reflexionar, en vano las hacemos, porque la vida humana no hubiera llegado a ser lo que es sin la poesía de la razón, que es la filosofía; y sin la filosofía del verso, que es la poesía.


¡Qué la filosofía te acompañe! ¡Un fuerte abrazo!

 

Fraternalmente,

César Canela 

 



[1] Nos referimos a animal político en términos aristotélicos, es decir, un ser que sólo puede desarrollarse en la polis, organizado.

[2] Spengler, O. (1934). El hombre y la técnica: contribución a una filosofía de la vida (García Morente, M., Trad.). Espasa-Calpe, Madrid. Pág. 68

[3] Ibidem.

[4] Resultaría interesante analizar la relación que existe entre la poesía y la escritura pero esto no es lo que nos ocupa ahora

[5] Ella será el eje principal de esta ponencia porque es como faro de luz que nos ha iluminado a toda la humanidad para hacer una negación segura desde la filosofía sin olvidar a la poesía. 

[6] Cardona, Francesc Ll. (2021). Textos presocráticos: Heráclito. Parménides. Empédocles. (Del Pino, M., trad.). Ediciones Brontes. (Obra original publicada en 2016 en alemán con el título “Die Fragmente Vorsokratiker”).  Barcelona. Pág. 54

[7] Cfr. Zambrano, M. (1996). Filosofía y Poesía. Fondo de Cultura Económica. Distrito Federal de México.

[8] Ibíd. Pág. 13

[9] Cfr. Ibíd.

[10] Ibíd. Pág. 97

viernes, 1 de abril de 2022

La ridiculez del filósofo

- César Canela, MA-


Publicado en Ecos del Yuna, Periódico Local de Bonao, Rep. Dominicana. 

Febrero - Marzo 2022 - Año 36. Edición 49 de Secunda Etapa. Pág. 13

Publicado en Foro Escrito (Agosto 9, 2022): 

https://foroescrito.com/2022/08/09/la-ridiculez-del-filosofo/

 

«Observo, en efecto, que para saber si un
alma está bien o mal es preciso poseer tres
cualidades que tú reúnes: la ciencia, la
bondad y la franqueza.» [Sócrates]
[1].

 

Desde siempre la filosofía ha padecido el desprecio de distintos sectores, unos la han rechazado porque entienden que es una actividad inútil, otros porque le temen a la profundidad, también porque sus argumentos suelen ser, a veces, molestosos y contracorriente, mientras que otros simplemente la rechazan porque prefieren la sensualidad que produce la ultrapositividad de las ideas light[2] y la superficialidad de muchos textos llamados de superación personal. Otras personas, simplemente, quedan fuera del ambiente filosófico porque no han tenido la oportunidad de explotar su sed de conocimiento.
 
Prueba de la antigüedad de este desprecio de la filosofía se encuentra en los los «Diálogos de Platón», especialmente, en las conversaciones que sostiene Callicles con Sócrates. Es evidente que este contexto, igual que hoy, se prefería la retórica el hablar bonito sin importar la verdad, de hecho, lo único valioso es que el discurso llegue, ser escuchado y ser reconocido en un mundo hambriento de poder.


«Te confieso, Sócrates, que la filosofía es algo muy divertido cuando en la juventud se la estudia con moderación, pero si se prolonga su estudio más tiempo del preciso se convierte en una plaga de la humanidad. Porque por grandes que sean las dotes con que la naturaleza haya adornado al hombre, si éste en una edad ya adelantada continúa filosofando tiene por fuerza que carecer de la experiencia de todo lo que no debe ignorar el hombre que quiera ser una persona bienquista y distinguida. […] Conviene tener un barniz de filosofía […]. Pero seguir filosofando a la edad viril me parece ridículo, Sócrates. […] La cosa me parece ridícula, indecente […] y merecedora de unos latigazos. Esta es mi manera de pensar acerca de los que se ocupan de la filosofía».[3]


Suele pensarse que el problema de la posverdad[4] es un problema de la modernidad, ya los sofistas en la Grecia antigua se preocupaban exclusivamente por hacer un buen discurso en vez de presentar la verdad. Me atrevo a afirmar que ese problema también ocurría en todo el mundo porque en todas las culturas y en todos los pueblos ha habido personas preocupadas por el pensamiento que están siempre enfrentadas a los manipuladores de la verdad. 

Curiosamente, quiénes son enemigos de la filosofía suelen dedicarse a las actividades políticas, sólo unos pocos de los que incursionan en la política hacen filosofía. El poder se sirve del discurso, a la gente se le dice únicamente lo que quiere escuchar. Para estar personas lo más importante es el parecer, discípulos de los sofistas, que se creen listos por aplicar lo que Maquiavelo bien presento: el gobernante no tiene que ser bueno, basta con que lo parezca. Con esas artimañas controlan el escenario social y aconsejan del mismo que Callices a Sócrates:


«Créeme, pues, querido amigo, deja tus argumentos, cultiva lo bello, ejercítate en lo que te dará la reputación de hombre hábil y abandona a otros estas vanas sutilidades que sólo tratan de extravagancias o puerilidades y que terminarán por reducirte a la miseria; propónte por modelos no a esos que disputan con estas frivolidades, sino a las personas que han conquistado fama y riquezas y que gozan de las otras ventajas de la vida»[5].


Los filósofos suelen ser ridículos en las sociedades de la posverdad porque éstos viven preocupados por cosas inútiles como la metafísica, la moral, el ser, la vida, la religión, el mito, la existencia. No se limitan a la razón cientificista e intentan dar respuestas holísticas a un mundo que sólo es capaz de soportar un solo relato, el relato del poder hegemónico. Al final no importa quien tenga el poder, las operaciones del poder seguirán los mismos criterios de control, cambia el amo pero la estrategia sigue siendo la misma.
 
La presentación de ideas suele ser una actividad ridícula porque va contracorriente y para eso está el filósofo porque su misión es la ridiculez.[6] No se crea que es una cosa tan fácil cumplirla. Requiere una especie de coraje que ha solido faltar a los grandes guerreros y a los más grandes atroces revolucionarios. Éstos y aquéllos han solido ser gente bastante vanidosa y se le encogía el ombligo cuando se trataba, simplemente, de quedar en ridículo. De aquí que convenga a la humanidad aprovechar el heroísmo peculiar de los filósofos.”[7] El ejercicio filosófico debe ser un compromiso primero con la verdad que con la amistad, la filosofía es un ejercicio que va en camino contrario a la vanidad, sin miedo al desprecio. 
  
En definitiva, la ridiculez del filósofo consiste en criticar al poder hegemónico, enfrentar a la religión dogmática, dejar al descubierto la complicidad que tienen los medios de comunicación con el que puede pagar más y beber la cicuta[8] por vocación a la verdad.


                 


Referencias:


[1] Platón. Obras selectas : La República.- Diálogos: Górgias, Fedón y El banquete. (Márquez, F., trad. y prolg.)  Edimat Libros, c2000. Madrid. Pág. 479


[2] “Que ha perdido gran parte de sus caracteres esenciales”. Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea]. Recuperado 24/02/2022 de https://dle.rae.es/light


[3] Platón. Op. Cit. Pág 476-477


[4] “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.5 en línea]. Recuperado 24/02/2022 de https://dle.rae.es/postverdad?m=form 


[5] Platón. Op. Cit. Pág. 478


[6] Cfr. Ortega y Gasset, J. (1994). Ideas y Creencias.Obras Completas. Tomo I. Alianza Editorial. Pág. 396


[7] Ibíd. Pág. 396


[8] Veneno con el que fue condenado Sócrates por vocación filosófica. Cfr. Platón (2003). Diálogos. Obra completa. Volumen I: Apología. Critón. Eutifrón. Ion. Lisis. Cármides. Hipias menor. Hipias mayor. Laques. Protágoras. Madrid: Editorial Gredos.


martes, 31 de agosto de 2021

La necesidad de aprender Criollo Haitiano: un asunto delicado pero necesario

- César Canela, MA-


Publicado en Ecos del Yuna Periódico Local de Bonao, Rep. Dominicana. Julio, 2021

 

 

«La verdad, lo real, el universo, 

la vida ―como queráis llamarlo– 

se quiebra en facetas innumerables, 

en vertientes sin cuento, cada una de 

las cuales da hacia un individuo»[1]

J. Ortega y Gasset.

 

La lengua es un herramienta que hemos desarrollado las personas a lo largo de la historia para transmitir nuestra cultura, para comunicar verbalmente las técnicas de supervivencia y, además de eso, para expresar nuestras ideas. Esto evidencia, que la comunicación lingüística es importantísima, Wittgenstein[2], en un momento de su vida, afirmó que «los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo»[3]. En otras palabras, es imperante aprender a utilizar nuestra lengua para comunicarnos con claridad, pero también es importante estudiar la lengua del próximo más cercano, del otro, para dialogar asertivamente con él e ir rompiendo las barreras comunicaticas y los prejuicios negativos que pudieran existir mutuamente.

 

Me preocupa que los dominicanos le temamos a la enseñanza del creol haitiano porque esto supuestamente lacera la independencia y pone el país ante una fusión con haití. Debemos hacer una revisión seria de nuestras convicciones nacionales en pro de desinstalar las ideas antihaitianas que se ven reflejadas en muchas conductas de la vida diaria. Es normal que nos preocupe la autodeterminación de nuestra nación de cara a los haitianos y a su deficiente realidad política, social y económica, pero también debe preocuparnos, en la misma medida, la injerencia de las grandes potencias mundiales, especialmente, Estados Unidos de América y la República Popular China, quiénes, con “caballos de troya”, se disputan la  influencia en la región del Caribe. Sin embargo, como el tema no es de geopolítica internacional, prometo abordarlo en otra oportunidad. 


Foto tomada de https://idominicanas.com/


Volviendo al tema que nos ocupa, es importante que en nuestro país, República Dominicana, se continúe fomentando, de forma optativa, la enseñanza del criollo haitiano (creole)[4], en ese sentido, la Universidad de Santo Domingo[5] y el Centro Bonó son referentes positivos.. Algunos pudieran afirmar que el fomento de esta lengua no es necesario porque en Haití se habla francés y ya en el sistema educativo dominicano se promueve el apredizaje del francés, aunque pudieran tener razón en una parte pero es importante destacar que gran parte de los haitianos no hablan francés porque la lengua predominante es el criollo haitiano.

 

Según De León Alvarez, el criollo haitiano es la lengua que habla el 80% de la población de nuestro vecino país, Haití. Aunque se habla el francés en dicho país, esta lengua permanece como lengua propia de una élite y que no representa el sentir de toda la realidad del país. Aunque Haití se considere como un país bilingüe, el criollo haitiano es la lengua con las personas comunes transmiten sus ideas y viven sus creencias.[6]

 

Esto significa que, para tener una comunicación más cercana con ellos necesitamos aprender el criollo haitiano. Esto no quiere decir que vamos a sustituir nuestra lengua oficial -el español-, tampoco significa que nuestra propuesta pretenda promover una enseñanza obligatoria del criollo haitiano, lo que proponemos es una enseñzanza optativa como una forma de aumentar las posibilidades de comunicación con nuestros vecinos más cercanos. En primer lugar, es importante entender como se comunican quiénes están más próximos a nosotros porque pudiera traer consecuencias positivas en torno a las relaciones bilaterales. Comprender nuestros aspectos inculturales y poner en su justo lugar cada uno de las dimensiones que nos identifican. 

 

Otra razón importantísima es términos económcios, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana publicó este año un informe evidenciando que   «los principales destinos de las exportaciones para el 2019 fueron Estados Unidos US$5,25.9 millones, Haití US$ 826.6 millones, Suiza US$784.1 millones, Puerto Rico US$501.3 millones, India US$420.9 millones. En cuanto al período enero-septiembre 2019 – 2020 las exportaciones totales de la República Dominicana fueron de US$7,147.1 […] los principales socios comerciales se muestra a Estados Unidos US$3,467.8 millones, Suiza US$791.2 millones, Haití US$532.9 millones, Puerto Rico US$367 millones, Canadá US$351.4 millones».[7]

 

Algunos de los lectores pudiera contra argüir que en esa lógica comercial deberíamos fomentar también el aprendizaje de las lenguas habladas en los países que son principales socios comerciales, sin embargo, ya se hace con el inglés que es la lengua del comercio internacional. Por otro lado, el asunto con Haití es diferente, es nuestro, vecino y lo menos que debemos hacer es conocer su modo de comunicación de forma cercana para mejorar nuestra relaciones bilaterales.

 

Pudiera ayudarnos, la situación de que los países europeos fomentan el aprendizaje de las lenguas de los paises que la componen, especialmente de los países que hacen frontera, porque es un elemento sumamente importante para mantener la unidad en un mundo en donde muchas cosas dependen de las alianzas culturales, políticas y sociales de los países. 

 

Mucho cuidado con confundir lo que presento con tildar mi buena fe con otras cosas que no vienen al caso y que decido no mencionar. Conozco los aspectos culturales que envuelven a la República Dominicana y, muchos de ellos, marcan diferencia con nuestro vecino, Haití. El mismo cuidado que proponen tener con el criollo haitiano es el mismo que se debe tener con las demás lenguas extranjeras. Estas son un instrumento de comunicación y de transferencia cultural que no puede fomentarse en detrimento de la dominicanidad. Dejo aclarado que me apasiona la riqueza cultural recibida de nuestras particulares mezclas históricas, sin perder de vista, algunos aspectos que nos ponen en relación con nuestro vecino país.

 

A mi juicio, los dominicanos, además de nuestra bella lengua materna, deberíamos hablar fluidamente el criollo haitiano y el francés, por nuestros vecinos; y el inglés para la comunicación internacional. Sin lugar a dudas que la continuación del fomento del aprendizaje del criollo haitiano será un faro de luz que nos ayudará a conocer, con menos prejuicios, la cultura del país vecino y podría ser un precedente positivo en pro de una convivencia respetuosa frente a nuestra diversidad.

 

Finalmente, dejo a juicio del lector las críticas o preguntas que considere necesarias[8] para seguir enriqueciendo el planteamiento presentado en pro de construir un pensamiento dominicano inclusivo y coherente de cara a nuestra historia sin despreciar ningunos de los elemtentos influyentes. 

 

Un fuerte abrazo. ¡Qué la filosofía te acompañe!



Referencias


[1] José Ortega y Gasset, El Espectador, I. (Obras Completas, vol. II, Alianza Editorial)

[2] Wittgenstein: Fue un filósofo, linguísta, matemático y lógico. Autor de la obraTractatus Logico-Philosophicus, la cual criticó tiempo después. Para este filósofo el «mundo» es la totalidad de los hechos no de las cosas. 

[3] Este aforismo está en el texto Tratatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein. El autor se refiere al lenguaje en un sentido amplio, más allá de un idioma. Lo citamos aquí entendiendo la distancia conceptual que presenta el autor. 

[4] Generalmente, nos referimos a esta lengua como «creol» o «creole», sin embargo, es incorrecto llamarlo así porque la traducción literal de la palabra es «Criollo» y puede referirse a cualquier lengua mixta que se desarrolló en América. Por eso es importante referise a la lengua de Haití como «criollo haitiano». Además, es importante decir que esta lengua surgió como modo de comunicación entre esclavos que habitaban esas tierras preindependencia haitiana. Ese modo de comunicación fue un simbolo de libertad y de autodeterminación para la occidental de la isla de Santo Domingo, hoy Haití.

[5] Cfr. Peguero, A. (Mayo 28, 2017). «El flujo migratorio haitiano obliga aprendizaje de créole». Listín Diario. Recuperado 13/08/2021 de https://listindiario.com/la-republica/2017/05/28/467770/el-flujo-migratorio-haitiano-obliga-aprendizaje-de-creole

[6] De Leon Alvarez, J. (Enero, 2007).   La Francofonía y el mundo francófono: Haití. Recuperado 11/08/2021 de http://humanidades.uprrp.edu/francofonia/haiti.html

[7] Estado Dominicano. Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) y ProDominicana. Plan de Promoción Comercial 2021. Recuperado 11/08/2021 de https://www.mirex.gob.do/pdf/plan-pro-dominicana-2021-8-5-11.pdf

[8] Yo pienso que la verdad es una actividad perspectiva que vamos enriqueciendo en el diálogo con los demás.


Foto tomada del enlace https://idominicanas.com/foto-de-boda-entre-dominicana-y-haitiano-muestra-el-amor-no-tiene-fronteras/

 

miércoles, 11 de agosto de 2021

La cultura es dinámica: un brevísimo abordaje de la dominicanidad desde mi perspectiva

- César Canela, MA-


Publicado en Ecos del Yuna Periódico Local de Bonao, Rep. Dominicana. Mayo, 2021

 

“La cultura, no obstante en su aspecto 
solemne y hierático, no es más
que el resultado de humildes
necesidades del hombre.
Viceversa: «Toda necesidad
humana, si se potencia,
llega a convertirse en un nuevo
ámbito de cultura.»”

J. Ortega y Gasset.

 

Antes de iniciar la reflexión, es importante apuntar que existen tres juicios que, según Kant, son: cognitivos, éticos y estéticos. Los cognitivos van a la dimensión lógica de cualquier realidad, produciendo un criticismo que busca descubrir o presentar el epísteme. Los juicios éticos son aquellos que analizan hechos para juzgarlos como buenos, malos, correctos e incorrectos. Finalmente, los juicios estéticos se ocupan exclusivamente de lo bello y de la influencia de eso bello en la vida humana. Nuestro análisis de la cultura se centrará exclusivamente en el juicio cognitivo. Proponemos abordar las valoraciones éticas y estéticas en posteriores trabajos

 

Aclarado el punto anterior, empezamos diciendo que la dominicanidad es el resultado de mezclas culturales por las razones históricas que casi todos conocemos. Esas tres culturas son la aborigen, la española y la africana. Cabe decir, lo que menos queda es lo aborigen, cosa que se puede observar en nuestro modo de vida como país. Muchos hubiéramos querido que lo aborigen predominante por encima de las demás pero no es el caso. En todos los encuentros culturales prevalece una cultura más que la demás ya sea por razones económicas, políticas y/o sociales.

 

Nuestra identidad cultural actual tiene un gran número componentes hispánicos: la base del idioma, libros, arquitectura. Además, lo que sabemos de los aborígenes está atravesado por el mundo hispánico. Los aborígenes no conocían la escritura y lo que sabemos de ellos es por los estudios de Fray Ramón Pané y los escritos de Fray Bartolomé de Las Casas.   



 

Junto con lo hispano se mezcla lo africano, que influye de manera interesante en la religiosidad, especialmente con el uso del tambor, el ritmo del merengue y el baile alegre. Lo africano es un riqueza maravillosa porque nos aporta esa frescura ritmica, pegajosa e interesante. Mientras que lo aborigen lo percibimos en algunas palabras y algunos alimentos como el cazabe, impactando, aunque en menor medida que lo africano y lo hispano. Aunque la influencia de las tres culturas antes mencionadas -africana, hispana, aborigen, por ese orden- han prevalecido sobre el resto, cabe destacar el papel minoritario, aunque importante, que desempeñaron los ingleses, los franceses, los estadounidenses yholandeses.

 

A las consideraciones culturales anteriormente mencionadas cabe sumársele que un estudio del ADN dominicano en donde se afirma que el 49% pertenece a lo africano, el 39% a lo europeo donde lo hispánico es lo más influyente, mientras que sólo el 4% procede de  los taínos.[1] Se mantiene la hipótesis de que las mujeres africanas son un factor importante en el desarrollo de la población dominicana.[2] Estos datos genéticos podrían esclarecer el alcance de la influencia de las culturas mencionadas para dar origen a ciertos aspectos de la dominicanidad.

 

Ahora bien, esa perspectiva clásica que expongo sobre la dominicanidad no indica que la cultura esté petrificada y que deba frisarse para asumirla  de modo estático. Como diría Ortega y Gasset, la cultura es lo transvital, es decir, una extensión de la vida.[3] En palabras nuestras es aquello que está más allá de la vida porque se mantiene pero que depende de la vida para sostenerse. Ahora mismo la dominicanidad se va nutriendo los flujos migratorios provenientes, esencialmente, de Venezuela y Haití. 

 

La relación entre ciudadanos va produciendo una transferencia cultural, la cual es inevitable, puede tener mayor o menor medida dependiendo de la influencia o el poder que tenga una sobre otra. Al final, la cultura es un modo de vida que nos individuos asumen por conveniencia o por convicciones. En todo encuentro cultural hay intercambio en donde unos aspectos culturales prevalecen sobre otros. Ha sido así y será también así. No necesariamente implica que el más poderoso impogan su cultura, en el caso de occidente Roma conquista a Grecia militarmente pero Grecia conquista a Roma culturalmente. Del mismo modo, es un fenómeno interesante; mientras que oriente Mongolia controla a China militarmente mientras que los elementos hegemónicos de la cultura china se mantienen cuasi intactos a pesar de la presencia mongol. 

 

Volviendo a nuestra dominicanidad, reafirmo que nuestra riqueza como dominicanos es la convergencia de las culturas africana, española y aborigen. Aunque poniendo solo esas tres culturas hacemos una limitación porque como muestra la historia, en nosotros influyeron e influyen otras culturas que van modificando nuestro modo de vida. 

 

De este modo, muestra que la cultura es un organismo vivo que se va nutriendo de forma impredecible de distintos elementos, en teoría la cultura pretende ser nacional, sin embargo, hay unos rasgos mínimos que son propios de cada familia, incluso de cada persona. En la medida que nos relacionamos con nuestros conciudadanos y con los extranjeros va ocurriendo una transferencia cultural en donde cada uno puede decidir o expresar con qué elementos se siente más identificado. El ser humano es libre de asumir preferentemente algunos aspectos culturales de forma personal. En eso consiste la riqueza cultural.

 

Considero que la cultura no es estática en ninguna parte del mundo porque ella va fluyendo y se va reelaborando progresivamente. No existe cultura pura, no existe esa identidad pura. Me preocupa muchísimo cuando la gente quiere aferrarse a pureza cultural, no me suena sano eso. Una cosa es sentirse más identificado con un aspecto de la cultura y otra cosa es rechazar otros aspectos de la cultura porque nos nos gusten. Como es el caso de algunos grupos pro cultura africana o aborigen que rechazan la riqueza hispánica, y viceversa. 

 

Suele ser muy tentador, mostrar la cultura como algo inmóvil ya que, de ese modo, resulta más fácil definirla porque la miramos desde lo histórico, desde lo que ha pasado y, ciertamente, la mirada cultural desde el historicismo sólo puede entenderse claramente desde el pensamiento eleático, cosa valiosa para poder determinar los rasgos identitarios que nos han caracterizado en el tiempo. Afirmamos que la cultura como hecho histórico es estática, eleática; mientras que la cultura, en la medida que la vamos construyendo día a día es jónica pero desde la perspectiva de Heráclito: “todo fluye” (Πάντα ῥεῖ).

 

En definitiva, la cultura en relación con los hechos del pasado es estática, mientras que en relación con el presente es dinámica. Por más que queramos petrificarla irá cambiando poco a poco. La cultura es una dialéctica interminable que va en evolución de forma impredecible y natural gracias a las relaciones (pacíficas o violentas) de los seres humanos que van coincidiendo en distintos espacios. La cultura dominicana no es la excepción. 

 

Un abrazo. ¡Qué la filosofía les acompañe!



[1] Diario Libre. (2016, Julio 5) El dominicano tiene un 49% de ADN africano y un 39% europeo. Recuperado 03/06/2021 de https://www.diariolibre.com/actualidad/ciencia/el-dominicano-tiene-un-49-de-adn-africano-y-un-39-europeo-NE4251429

[2] Cfr. Colón, M. A. N., & Cruzado, J. C. M. (2012). La contribución genética del África Sub Sahariana a la población de la República Dominicana según el estudio de su ADN mitocondrial. Cuadernos de Investigación Histórica, (7), 28-4 Recuperado 03/06/2021 de https://revistas.upr.edu/index.php/cih/article/download/16395/13933

[3] Cfr. Ortega y Gasset, J., & Hernández Sánchez, D. (2002). El tema de nuestro tiempo : prólogo para alemanes . Tecnos. Pág. 106

jueves, 17 de junio de 2021

La necesidad de la filosofía en la educación dominicana

 

- César Canela, MA-

 

Publicado hoy en La Información, un periódico nacional de la Rep. Dominicana

La Información. Año 105. Santiago de los Caballeros, R.D. 

No. 35355. Jueves 17 de Junio de 2021. Pág. 14

Publicado en Foro Escrito (Julio 11, 2022): 
https://foroescrito.com/2022/07/11/la-necesidad-de-ensenar-filosofia-en-la-republica-dominicana/



Un abordaje desde la tesis doctoral del Prof. Juan B. Peña

 

«Queda usted en entera libertad 

de elegir entre estas dos cosas: 

o ser filósofo o ser sonámbulo».

J. Ortega y Gasset

 


La actividad filosófica en Occidente ha sido, desde siempre, un quehacer esencialmente revolucionario y liberador, al haber sido la chispa dio inicio en innúmeras ocasiones a movimientos que provocaron los cambios importantes a lo largo de su historia, sacando a las multitudes de las oscuridades de incultura. Sin duda,  la filosofía es un proceso dinámico que nos lleva a dar el paso del pensamiento mítico al pensamiento crítico, es decir, es un camino constante que nos invita a salir de las cavernas de la ignorancia y de las supuestas verdades para entrar en contacto con la verdad racionalmente fundamentada. Ciertamente que esa salida de la caverna es un proceso que toma su tiempo porque el individuo debe ser expuesto a una serie de herramientas, a diferentes ideas y a procedimientos que le inviten a liberarse, para ver el mundo policromático que está en el exterior de la caverna. Luego, fuera de la caverna, debe ser capaz de soportar el peso del conocimiento y, con humildad, arriesgar su vida para liberar a los demás que aún están prisioneros dentro.[1]

 

A lo que nosotros llamamos como cavernas, el Dr. Juan B. Peña les llama situaciones críticas, las cuales presenta de la siguiente manera: «la falta de planificación a nivel estatal; el irrespeto de los gobiernos a la Constitución y a las leyes; los crímenes de Estado; el personalismo gubernamental; la partidocracia; y el transfuguismo político», en su magistral tesis doctoral «Influencia de la política en el devenir histórico de la sociedad dominicana y su impacto en el desarrollo educativo: Propuesta para superar el estancamiento sociopolítico con una educación desde la Filosofía», aporte filosófico que, a mí juicio, es una convincente invitación a salir de ciertas cavernas para poder avanzar de manera integral como país, pues el Dr. Peña logra con creces su objetivo fundamental: «analizar la influencia de la política en el devenir histórico de la sociedad dominicana, y su impacto en el desarrollo educativo».


 

Las cavernas de la ignorancia dominicana empezaron a germinar en el país desde el siglo XIX, porque se rechazó, por miedo o desconocimiento, la educación humanista hostosiana, la cual, pudo haber aportado mayor desarrollo intelectual. Peor aún, los aportes educativos de Hostos quedaron definitivamente marginados en el siglo XX por el dogmatismo religioso imperante,  instalándose una educación menos científica y menos crítica que castigaba la disidencia intelectual. Esto queda demostrado en la fundamentación histórica de  las mencionadas cavernas o situaciones críticas que el autor realiza al constatar que a lo largo de la historia dominicana, especialmente en los últimos 100 años, nuestra nación ha caído en un círculo vicioso que se consolidó con las dos intervenciones militares estadounidenses (1916-1924 y 1965), el cual, llegó a su punto máximo en la criminal Era de Trujillo, creando una cultura represiva que, con el apoyo de los EE.UU, frustró los intentos democráticos de Juan Bosch y de la Revolución de Abril de 1965, dando paso a los doce años de Balaguer que no fueron más que un trujillismo sin Trujillo. Las situaciones críticas continuaron presentes y se hicieron más evidentes en los gobiernos del PRD (1978-1986; 2000-2004), en otros gobiernos de Balaguer con el PRSC (1986-1996) y en los veinte años del PLD (1996-2000; 2004-2016).[2]  

 

Es necesario resaltar que, en todos los acontecimientos antes mencionados, gran parte de la clase dominante, en complicidad siempre con EE.UU. y sus personeros, jugó y sigue jugando un papel reprochable, con muy pocas excepciones en el escenario nacional. Esta clase de personas está presente en todos los partidos políticos ya que no es un mal propio de un grupito, sino que es un mal nacional en el que todos, activa o pasivamente, somos cómplices. 

 

De izquierda a derecha, César Canela, Juan Peña, Mons. Camilo, Ariel Martínez y Sandy Gutiérrez

La investigación del citado filósofo pone de manifiesto que la actualidad dominicana es el resultado y la reproducción de esas situaciones críticas, de las cuales, los problemas causados al sistema educativo son los más preocupantes. A modo de ilustración, el autor compara la realidad dominicana con la condena de Sísifo, un personaje de la mitología griega que fue condenado a empujar eternamente una piedra por una colina una y otra vez, mientras ésta, cada vez que llegaba a la cima, se precipitaba de nuevo hacia el pie de la colina, eternamente. Así mismo, dice el autor, ocurre con nuestro país, ya que vamos avanzando, pero nuestro mal manejo institucional nos ha llevado a repetir los mismos males frecuentemente.

 

No obstante, su análisis, como era de esperarse,  no se queda solamente en señalar los males que aquejan a nuestra Patria, sino que propone, para enfrentar las situaciones críticas, un Plan de Nación que complemente, amplifique y enriquezca integralmente la Estrategia Nacional de Desarrollo (2012-2030) que impulsó el Ministerio de Economía de la República DominicanaAunque esta estrategia es una buena iniciativa,  solo se enfoca en el desarrollo económico; pero lo que necesitamos es un desarrollo integral que dé prioridad al comportamiento social, dado que nuestro país requiere un relanzamiento ético desde un pensamiento crítico-filosófico.[3]

 

Junto con este Plan de Nación, que debe estar por encima de los partidos políticos, se propone una modificación curricular en la que haya mayor presencia de la filosofía, para así ir mitigando los efectos negativos que ha generado la irresponsabilidad política en el desarrollo de la historia dominicana. Esta propuesta está enfocada también en modificar el modo de cómo se enseña filosofía en el país, debido a que la mayor parte de la gente cree que enseñar filosofía es únicamente memorizar a los filósofos o a las corrientes filosóficas. Lo que se propone es un entrenamiento del pensamiento crítico que permita edificar el pensamiento crítico-reflexivo en pro del desarrollo de nuestro país

 

Cabe destacar que en 4to de secundaria, para la salida optativa de Humanidades y Ciencias Sociales, el Currículum Educativo Dominicano intenta promover la filosofía con el curso titulado «Filosofía Social y Pensamiento Dominicano», además de que hace hincapié en que se debe dar prioridad al pensamiento crítico. El contenido para este curso es interesante, pero se queda en la periferia al no fomentar de manera integral la importancia del pensamiento y de la actividad filosófica. Esta iniciativa curricular del Estado Dominicano es positiva en vista de que podría ser el inicio, junto con las propuestas de Juan Peña, de una presencia más activa del Pensamiento Filosófico en nuestro país. Necesitamos trabajar, desde ya, en lainstauración de un modelo educación más crítico, científico y filosófico.

 

Desde mi perspectiva, la investigación doctoral «Influencia de la política en el devenir histórico de la sociedad dominicana y su impacto en el desarrollo educativo: Propuesta para superar el estancamiento sociopolítico con una educación desde la Filosofía», defendida por Juan B. Peña, es una redacción que se desarrolla de acuerdo a las etapas de la dialéctica,  la primera parte es la Tesis -Realidad Dominicana-, la segunda es la Antítesis -Análisis Filosófico de la Realidad Dominicana- y la tercera es la Síntesis -Propuestas Filosóficas para superar las situaciones críticas de la realidad Dominicana-. Los tres momentos de esta tesis son, en su forma integral, un aporte sin precedentes a la sociedad del conocimiento universal desde la República Dominicana. 

 

Los doctores que valoraron la tesis en cuestión la catalogaron como un aporte que puede ser extendido a Latinoamérica por la realidad similar de nuestros países. Además, la estimaron como una tesis atrevida y valiente, a consecuencia de que hace de la filosofía una actividad práctica que denuncia con evidencia racional los males de una sociedad y propone posibles soluciones para mitigar los males denunciados. 

 

Importante destacar que este trabajo de investigación estuvo bajo la dirección del renombrado profesor de la Universidad del País Vasco el Dr. José Ignacio Galparsoro Ruiz, quien tiene anotado en su hoja de vida numerosos aportes a la educación de Latinoamérica. En República Dominicana ha dirigido varias tesis doctorales, entre las que destaca la del Dr. José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Grupo Popular. 

 

Finalmente, me queda la enseñanza, una vez más, de que el desarrollo de los pueblos se inicia, se escribe, se mantiene y se proyecta con la educación, desde la educación y a través de la educación, y no cualquier educación, sino una educación que fomente el pensamiento crítico, científico, libre y filosófico.

 

¡Que la filosofía les acompañe! Un abrazo.



[1]Cfr. Platón, Quintás, G., Fernández-Galiano, M., & Pabón, J. M. (1990). La república. Libro VII. Universitat de València. Pags. 23-26

[2] Cfr. Peña Soriano, J. B. (2021). Op. Cit

[3] Ibíd.