jueves, 3 de junio de 2021

El opio de los pueblos

 

- César Canela, MA-

 

Publicado en Ecos del Yuna Periódico Local de Bonao, Rep. Dominicana. Abril, 2021

Publicado en Foro Escrito (Junio 17, 2022): 


«Así pues, en el fondo, ninguna 

religión es falsa. Todas son 

verdaderas a su modo, 

y todas responden, aunque de 

formas distintas, a condiciones 

dadas de la existencia humana».

-Émile Durkheim

 

En el mundo actual, en los espacios donde predomina una visión materialista de la realidad, es común que mucha gente asuma o diga que la fe religosa es contraria la razón y que las personas que siguen ciertos parámetros religiosos son ignorantes, míopes de la realidad que no se han dado cuenta de que los dioses son una invención del ser humano. Además de lo mencionado surgen escenarios para combatir los males y los bienes de la religión en donde “sabios” e “intelectuales” exponen sus ideas que van cargadas de una “superioridad” moral e intelectual proponiendo la destrucción o superación de la religión en una predicación dogmática quasi mística en donde defienden el surgimiento de un mundo nuevo -sin religión-, gobernado por la razón, donde ya no existirán los males de la ignorancia que tiende a la religión.


En otro orden,  ciertos grupos sectarios de la religión rechazan todo lo que está fuera de su texto y se atreven a negar verdades científicamente comprobadas y/o racionalmente fundamentadas. Su subcultura anticientífica e irracional representa un problema para el Estado de derecho y para el avance científico, raciovitalista del individo y la sociedad. Su “superioridad” moral y su magnificación exagerada de su texto sagrado[1] les impide hacer una lectura holística de la realidad. Aunque en el fondo persiguen el bien, en la práctica, sus fanáticos son instrumentos de discriminación-inquisidora que andan por la vida dictando las normas que deben asumir los demás.

 

Además también, resulta interesante, incluso sociológicamente estudiable, que muchos no creyentes se conviertan, precisamente, en lo que juraron destruir: fanáticos de creencias. Dejan de preguntarse o cuestionarse sus ideas y estas ocupan el lugar de las creencias religiosas. Aunque su fanatismo va en otra vía porque dogmatizan sus postulados  hasta llegar a una masturbación de ideas que les producen un orgasmo mental cuasi del mismo tipo del que experimentan, en su éxtasis, los fanáticos religiosos. En ese sentido, no hay diferencia entre el religioso fundamentalista y no areligioso-ateista-materialista.[2] Sus actitudes son, en la misma medida una reducción de la realidad. El primero entiende que lo único valioso es el más allá e ignora -consciente o inconscientemente- la realidad del más aquí (del mundo) y vive mentalmente opiado con el más allá, ignorando los sucesos históricos, siendo obstáculo para desarrollo de su comunidad[3]; mientras que el segundo hace una negación de lo metafísico, con una mentalidad intrascedente, negando de forma absoluta toda reflexión que invite a mirar al más allá, son fanáticos del más aquí y viven igualmente drogados con la idea de que realidad es materia y lo único absolutamente necesario es una reflexión sobre las cosas que son tangibles. 

 

La fe religiosa y el ateismo en sus dimensiones extremas pueden ser modos de drogadicción y miopía intelectual porque siempre hay un grupo de devotos que siguen sus ideas sin preguntarse sobre ellas, aceptándolas simplemente porque le parecen atractivas y porque están de acuerdo con su comosvisión. 

 

Desde mi limitada visión de la “realidad” considero que el ateismo-materialista, como tampoco la religión por sí solos son capaces de dar respuestas contundentes a la realidad humana. Si la religión fuera capaz de responder a Todo, hace tiempo que hubiéramos solucionado los problemas del mundo, lo mismo que si el materialismo hubiera sido capaz de comprender de forma holística la realidad ya hubiera desaparecido la religión en el siglo a finales del XIX o durante el siglo XX. 

 

Entonces, no es de sorprender que sea imposible la anulación de la religión y de las ciencias porque el ser

humano es, a la vez, de forma integral e inseparable, homo sapiens y homo religious.[4] Según Durkeim no hay un instante radical ni lugar específico en que hayan inciado las religiones[5], es decir, que el fenómeno religioso ha estado presente en la vida del ser humano desde el “mismo momento” que la razón empieza a operar en su ser, es decir, desde que es humano. La vida humana es una realidad radical[6] en donde converge la identidad humana que está compuesta por el yo y las circunstancias. 


La religión, entre otras cosas, es parte de las circunstancias y de la realidad radical de la vida. De ese mismo modo forman parte las ideas y las creencias; las primeras son aquellas que están muy relacionadas con persecusión de la verdad[7] y  rechazo de lo falso; mientras que las segundas -las creencias- son aquellas convicciones en las que se está. Esas creencias podrían ser religiosas o de cualquier tipo. Estás no se cuestionan, se asumen. Además, es bueno decir que esas creencias podrían sustituirse por otras luego de un proceso dubitativo. 

 

Que la religión sea parte de la vida, implica que el ser humano se ve obligado a reflexionar-filosofar sobre aquellas cuestiones trascendentales; de ese mismo modo, también está llamado a meditar-filosofar sobre las cosas materiales.

 

Quiere decir que “la razón también es también fe religiosa[8]. La religión no es sinónimo de irracionalidad. Si la fe religiosa fuera irracional, no hubiera textos místicos que aportan a la literatura y a la moral universal. La teología es, el más amplio sentido, un acto de profunda razón y humanidad.  En consecuencia, insisto, la razón no solo se ocupa de las cosas materiales sino de las cuestiones trascendentales. 

 

Entorno a lo mencionado podríamos preguntarnos: ¿Qué diferencia existe entre la construcción racional de la dialéctica, el racionalismo, la fenomenología u otras teorías racional con la construcción racional de la religión? Es probable que encontremos más parecidos de diferencias. Se pude hacer un cuadro sinóptico comparativo con las ideas del cristianismo, el kantismo, el positivismo, el marxismo, la hermenéuca nietzscheniana y encontraremos parecidos conceptuales sumamente interesantes.[9] Lógicamente que las semejanzas encontradas irán a la dirección correspondiente a cada corriente. Toda construcción lógica -real o no- es un acto de la razón. Tiene su valor. 

 

En definitiva, es lógico que las personas, por razones diversas se sientan atraídas por un modo de pensar desde la religión -lo trascendente- o desde el materialismo -lo inmanente-, eso es parte de la diversidad. El problema racional empieza cuando se pretende descartar una y otra fundamentandose en falacias lógicas. El dogmatismo, en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea desde el materialismo o desde la religión es igual de dañino para el intelecto porque reduce al ser humano a algo que no es. 


¡Que la filosofía te acompañe! 


Hasta la próxima.


REFERENCIAS

[1] Aquí puede aplicar cualquier idea no escrita que pretenda que impida el diálogo con los demás por pretenderse absoluta.

[2] Es difícil encontrar una terminología que enmarque lo que quiero decir porque ser ateo no es sinónimo de ser arreligioso y ser arreligioso no es idéntico a ser ateo ni ambas cosas implican que se sea materialista. Resulta complicado eso pero intento explicar mis ideas a partir de esta hibridación de tres términos.

[3] K. Marx dice que “la religión es el opio de los pueblos”. Cfr. Marx, K. (2014). Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel. Valencia: Pre-Textos.

[4] Una idea de este tipo bien elaborada se encuentra en la filosofía de Karen Armstrong. Cfr. Armstrong, K. (1995). Historia de Dios. Paidós.

[5] Cfr. Durkheim, E. (1982). Las formas elementales de la vida religiosa(Vol. 38). Ediciones Akal. La frase que aparece al inicio de esta publicación puede encontrarse en este texto.

[6] Pensamiento raciovitalista fundado por J. Ortega y Gasset en su tercera etapa filosófica que abarca desde 1924 hasta 1955 según J. Ferrater Mora. Cfr. Ferrater Mora, J. (1958). La filosofía de Ortega y Gasset. Traducción de María Raquel Bengolea. Editorial SUR, SRL Buenos. Aires. Cfr. Ortega y Gasset, J., Gomá Lanzón, J., & Lasaga Medina, J. (2011). Meditaciones del Quiojte (pp. 1-87). Editorial Gredos.

[7] La verdad en el pensamiento orteguiano se construye desde el perspectivismo que no es lo mismo que el relativismo. Esto significa que se deben tomar todas las perspectivas para construir la verdad deseada. 

[8] Cfr. Gasset, J. O. Y. (1970). Historia como sistema. Revista de occidente.

[9] J. Ortega y Gasset al final su extenso análisis en La historia como sistema hace unos comentarios bien atinados en torno a la racionalidad y al sentido que tienen la fe religiosa en la intelectualidad humana. Es un comentario al margen, el cual, podría interpretarse que la religión es parte de la historia sistemática de la vida humana. Cfr. Ibid.

 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Mi versión de los hechos: abortistas-causalistas Vs. providas-concepcionalistas

- César Canela, MA-

«Venceréis, pero 

no convenceréis. 

Venceréis porque 

tenéis sobrada 

fuerza bruta». 

M. Unamuno

La existencia es fluida, cambiante y circunstancial (无为 - Πάντα ῥεῖ). «No hay nada tan malo que no tenga nada bueno ni nada tan bueno que no tenga nada malo», idea del gran Lao Tse en el Dào Dé Jīng. 

Aunque todos tenemos ideas y creencias que consolidan nuestro modo de comprender nuestra vida (yo-yo-circunstancia), pienso que el filósofo, o el que se precie como tal, debe estar siempre alerta, en crítica constante de sí mismo y de lo exterior, para evitar caer en proselitismo y dogmatismo (dogmatismo hay en todos los lados donde se asuma idea sin criticarlas). 

Pienso que es necesario mirar en perspectiva los planteamientos de los provida y de los causalistas (proaborto) porque corrientes de pensamiento tienen algo que decir, Ambas partes de una conceptualización del Bien y ambas predican perseguir un “bien supremo”.


Evidentemente, no me refiero a la lectura primaria del hecho que contrapone a dos grupos ante un conflicto práctico que no encontrará su solución, ni ahora ni más tarde, mientras estén contrapuestas. 


Lo peor de todo es que ambos grupos quieren obligar a que uno tome partido de forma irracional y definitiva sobre sus convicciones. Parece ser, que solo es válido quien acepta sin cuestionar lo que presentan. (Considero ser innecesario en esos grupos por qué, de mi parte, creo que los dos tienen suficientes acólitos, fanáticos, algunos intelectuales serios, gente pensante y uno que otro seguidor que no tiene la mínima idea del alcance de lo que se está defendiendo o condenando). 


Me refiero a lo que está «más allá», a la conceptualización interpretación del bien, a la presentación de una visión del mundo que responde a intereses políticos, económicos, sociales y otras motivaciones diferentes. Me refiero al peligro que representa la radicalización de ideas y a la negación cerrada y definitiva en «sus verdades». No existe la intención, de por lo menos, un diálogo -no un debate- desde la BIOÉTICA. 


Al final, una de las dos vertientes se impondrá sobre la otra, por razones políticas más que por razones bioéticas, como es común en todas las ideas enfrentadas.


Finalmente, reafirmo que la realidad no solo son dos polos contrapuestos, la realidad es dinámica y tiene matices. Las circunstancias demostraron en qué casos una cosa u otra responde a la realidad.


Es fácil ubicarse en un extremo del polo, lo difícil es intentar hacer ecléctica, buscar el punto medio y ofrecer una solución que se integradora. Como esto no es fácil porque implica un análisis más profundo algunos prefieren decir que no existe el punto medio. 


Aunque parezca que es un esfuerzo utópico por la gravedad de las circunstancias y polarizsción de la realidad, estoy profundamente analizando las propuestas de ambas vertientes y sus consecuencias positivas y negativas. 

Hasta ahora, hasta que se demuestre lo contrario, hasta que mi razón me lo impida, esta es mi postura en relación a estas posiciones. 


Salamanca, 23-III- MMXXI, 22.37 horas, César Canela. 



Notas por si son necesarias:

- Me inscribo en la corriente filosófica del ranciovitalismo. 

- Me atraen las ideas del «Panta Rhei» y el «Wu Wei» para analizar la ontología social.

- Téngase mucho cuidado al querer tirarme de «relativista», me inscribo en el «perspectivismo», que no es lo mismo, sino un intento de encontrar la «verdad» a partir de las perspectivas racionalmente establecidas con criterio epistemológico.

- Las creencias son aquellas cosas de las que se vive, en las que se está, los fundamentos y las posturas que organizan todo el quehacer. Esta no se limita al ámbito religioso sino a todo el espectro de la vida.  (Cfr. Ortega y Gasset). 

- Las ideas son aquellas cosas que asumimos, por las que nos preguntamos si son falsas o verdaderas, si su convencimiento es lo suficientemente profundo podrían convertirse en creencias. (Cfr. Ortega y Gasset). 

#CesarCanela

martes, 23 de febrero de 2021

Dialéctica necesaria

- César Canela, MA-


«Si no hay contradicción
no hay evolución, 
si no hay contradicción 
no hay mañana». F. Hegel



Hoy, cuando me levanté, revisé las redes sociales y me detuve en un comentario titulado “Todo Es Humano” que publicó Carlos Ortiz en su cuenta de facebook, en donde el expresa su visión del mundo en relación a las manifestaciones religiosas, especialmente en su contexto en la ciudad de Bonao en la República Dominicana. Los textos y las opiniones de Ortiz siempre me invitan a la dialéctica porque es una persona dedicada a la reflexión filosófica que expresa su visión del mundo, especialmente por su cuenta personal de facebook.
 


Con un propósito únicamente dialéctico, cito texto íntegro (tesis), luego ofreceré mi respuesta (antítesis) al respecto para que el lector, en su libertad construya su propia idea (síntesis). Les presento el texto:


«Precisamente porque estuve en la Iglesia, y visité otras denominaciones, es que me di cuenta de su insuficiencia para resolver los problemas de la humanidad, de mí país. 


»Por algunos 10 años, más o menos, fui feligrés de la Iglesia católica. Conocí de otros credos (adventismo, pentecostalismo, "gnosticismo", mormonismo, jehová-testimonialismo, lo que hubiera en mí pueblo). 


»Me sentí a gusto por un lapso de tiempo considerable. Leía la Biblia asiduamente y sobre temas cristianos en general. Iba a misa y a cultos. Disfrutaba la compañía de amigos, a quienes valoro y valoraré sobremanera siempre. Recibí cierta ayuda psicológica para paliar "traumas" que arrastraba. En ese momento era lo único que me ofrecía mí barrio como escape o como medio para darle determinado sentido a los procesos internos que se estaban gestando en mí. Por eso estoy agradecido de haber, al menos, contado con ese espacio de encuentro. 


»Quizás algunos pensarán que soy mal agradecido por el cambio que he asumido en este tiempo, que se manifiesta en las críticas hacia el cristianismo, Dios o la religión. No es así. El agradecimiento es una de las virtudes que más estimo. 


»Si se fijan bien, podrán notar con claridad que soy un entregado a mí pueblo, mí país, a la humanidad. Es eso mismo lo que me hace dar cuenta de que todo lo que viví en la "Iglesia", no fue más que la acción humana de la solidaridad, la hermandad, el amor humanista. Es a la gente a la que le agradezco. Si estudian con detemiento los fenómenos religiosos sociales, percibirán que estos pueden ser replicados sin apelar a ninguna deidad. 


»Es decir, cuando me reunía con adolescentes y jóvenes, lo importante no era el catecismo o las lecturas bíblicas, sino la oportunidad de que estuviéramos juntos en ese instante. Cuando iba al servicio dominical, lo que surtía efecto en mí psiquis era la paz que podía lograr por la potestad que le daba a la liturgia de ese día. Las catarsis que obtuve gracias a la música y retiros no fueron más que producto de técnicas psicológicas de sugestión y autosugestión. 


»En esencia, la labor que realizan las Iglesias es netamente humana, sin ninguna intervención divina. Todas y cada una de sus acciones se pueden llevar a cabo sin la religión de por medio. 


»El fracaso de la religión estriba en que no todos los jóvenes pueden someterse a sus reglas y ritos arbitrarios, aburridos, cansones. La disidencia, la rebeldia intelectual, la libertad personal son allí limitados. 


»Por otro lado, soy muy consciente que la experiencia individual mía no debe ser el medidor para el apoyo total a una institución u otra. Digo esto porque lo que me hizo descubrir con más decepción y enojo que la Iglesia, la religión, eran ya una retranca para mí país, fue su injerencia espuria en la historia del sistema educativo y de todo el espectro sociopolítico de mí nación. Se opusieron a la educación laica, se coludieron con los regímenes mediocres y opresores de nuestra historia, coadyuvaron al derrocamiento del gobierno más democrático que iba a ostentar mí amado país. Que yo sea feliz siendo religioso, mientras mí religión afecta negativamente el desarrollo del colectivo, es algo nefasto para mi código ético-moral. 


»Es por ello, finalmente, que mis planes son aportar desde el humanismo, desde el laicismo, a la creación de instituciones que procuren la salud completa del y de la dominican@, el progreso socioeconómico de la gente, el avance de las ciencias, la protección de nuestro medioambiente, la elevación de nuestra cultura. 


»Lo mío no es capricho. Sépanlo bien. No veo el mundo como individualidad, sino como conjunto, colectividad. Esto es político. Esto es histórico. Esto es humanidad.»*


Valoro esta reflexión porque, además de una queja fundamentada, es un intento serio de describir los peligros del fanatismo religiosos, el cual, es peligoroso para el desarrollo de las ciencias, las artes y las humanidades, como toda actividad dogmática y totalizante, dentro y fuera de la religión.


Sin embargo, lo que presenta el autor, dicho sea de paso, no es ni debe ser la percepción de otros ni es una realidad integradora de donde deba ser vista la realidad total. Evidentemente, expresa una verdad pero no toda la verdad. No lo digo esto porque yo conozca la totalidad de la verdad, sino precisamente por las limitaciones que tengo frente al conocimiento infinito e incesante que se nos estrella cada día. 


Significa entonces, a partir del texto, que la religión aportó a su visión del mundo de forma positiva. Además, descubrió, a través de las reuniones y encuentros, que le ofrecieron esas denominaicones religiosas, la importancia de la asociación, la solidaridad. También, me consta, que en bibliotecas católicas, encontró los primeros libros de filosofía, espcialmente a Nietzsche, elcual, ha configurado su cosmovisión social-política. Le guste o no es imposible que se desprenda de esos aportes que has recibido. Aparentemente, en su vida la relgión ha sido ente formador. 


En otro orden, siempre pienso que la realidad (los seres y las cosas) está constituida por matices y, reducirla a a su visión -la de Ortiz- es un acto de injusticia intelectual y una promoción de la miopía parcializada que es capaz de ver más allá de ver la acción la simple acción y la interpretación primigenia de los hechos. Esto lo digo porque su enfoque parece redudir a la religión a una institución dañina que no ha aportado nada la humanidad. 


Ortiz es bien leído, cosa que valoro y respeto, porque lo conozco y sé que él sabe muy bien que el peligro de la realidad es que cada uno la mira con sus ojos y el solipsismo tiende a hacernos creer de que no hay nada más allá de nuestras “percepciones mentales”. Le hago ese señalamiento porque, al parecer, ha querido que sus lectores miren la realidad a través de sus ojos y de su experiencia, la cual, como dije anteriormente no es universal para todos.


Resalto de manera especial, de su publicación, que es necesaria y fundamental la educación laica, pero tampoco es bueno imponer a quiénes tienen una cosmovisión religiosa a que la asuman porque sí. Cabe destacar que muchas personas que hacen vida religiosa aportan más -en ocasiones- al conocimiento y a las ciencias, porque están más ocupados en descubrirlo que en mantener una guerra mediatica-intelectual con el ateísmo. 


Debo señalar que, si Ortiz, se considera un demócrata -humanista- como el señala en su texto, pienso que debe repensar sus afirmaciones sobre la religión. Primero porque  afirma que la religión es humana y, el entiende que lo humano es lo más valioso. 


Absolutamente, considero que Ortiz, en vez de promover la eliminación definitva de la religión, debería promover su purificación y justa ubicación dentro del escenario político, social y científico. Sobre todo porque se confiesa humanista y presenta la religión es una expresión humana. Además, las personas que practican actividades religiosas son humanas, tienen derecho, por lo tanto deben garantizarseles presencia política en la sociedad.


Estoy de acuerdo con Ortiz en que la religión, en sentido general, es una expresión humana porque ha estado presente en la vida del hombre y la mujer desde siempre. Cabe destacar que es una acción humana que la religión busque su garantía en el poder hegemónico constituido porque necesita estalecerse para funcionar dentro de la sociedad. A veces, esta relación estado-religión no es favorable para la sociedad porque, a lo largo de la historia, ha degenerado en vicios.  


En definitiva, yo que lo que debemos hacer es enfrentar la corrupción, la manipulación, los abusos del poder; dichos males que trascienden a la esfera religiosa porque también -desgraciadamente- son expresión negativa de la humanidad. 


Termino diciendo que el confesarse “ateo” no reviste al “ateísmo” de iluminación intelectual para decidir y guiar el camino de todo el mundo, como tampoco la religión reviste a las personas de iluminación mental para entender la realidad en todas sus dimensiones. Hay ateos tan ignorantes como los más fieros religiosos. Me apena  y, a veces, me molesta, la pedantería intelectual de algunos pseudo intelectuales ateos, que se creen conocedores de la verdad, pero con eso lo que hacen es alejarse de ella e impedir su alcance.


Felicito la reflexión de Carlos Ortiz, por su revestimiento de profundidad que siempre me invita a un ejercicio dialéctico en busca de la verdad, del conocimiento y de las ciencias. Su perspectiva es doxa (tesis) que está en contacto mi doxa (antítesis) para llegar, descubrir, construir o enriquecer la verdad (epísteme). 


Muchas gracias, un abrazo. Hasta la próxima.


Fuente de la publicación comentada:

Ortiz Ortiz, C. “Todo Es Humano (Acción de gracias a la gente)“. Recuperado 24/02/2021 de https://www.facebook.com/carl.ortz.ortz/posts/3616476268407412





sábado, 17 de octubre de 2020

La religión y el más allá

- César Canela, MA-

Publicado en Revista Radar, 2021

«Yo no aseguro ni puedo asegurar que hay otra vida; 
no estoy convencido de que la haya; pero no me cabe 
en la cabeza que un hombre de verdad no sólo se 
resigne a gozar más que de esta vida, sino que
 renuncie a la otra, y hasta la rechace».
- Miguel de Unamuno



Lo religioso responde, entre otras, a la necesidad humana de entenderse dentro de un sistema interconectado por fuerzas divinas, ya sea por uno o por varios dioses. Evidentemente, esto ocurre porque nuestra pequeñez e insignificancia nos lleva a asumir que somos parte de un engranaje que nos supera, del que “venimos”, “somos” y hacia el cual nos “dirigimos”. Armstrong, en referencia a esa dimensión religiosa que manifestamos los humanos, afirma:

«[…] los seres humanos son animales espirituales. Y se puede decir con razón que el Homo sapiens es también Homo religiosus. Tan pronto como pudieron ser reconocidos como humanos, varones y mujeres comenzaron a adorar a los dioses; creaban religiones al mismo tiempo que creaban obras de arte. Y lo hacían no solamente para que las fuerzas poderosas les fueran propicias; estas religiones primitivas expresaban la admiración y el misterio que, al parecer, han sido siempre un componente esencial de la experiencia humana de este mundo hermoso, pero aterrador. […]»(1)

El ser humano es ser religioso porque es gracias a la religión como encuentra aquello que le dota de un sentido a su dimensión humana, y con ella, al dolor, la muerte, la convivencia y la ignorancia. Esa condición religiosa nos lleva a asumir un “más allá”, del cual, sin importar la cultura, desarrollamos un marco doctrinal que nos ha servido de base a lo largo de muchas generaciones ofreciendo respuestas a las grandes preguntas que nos plantea la existencia: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿hacia dónde voy?

En esta conceptualización sobre el “más allá” son inevitables el “antropomorfismo” y el “materialismo” intelectual-espiritual-religioso porque todo lo explicamos desde nuestra realidad material-contingente, cosa que es razonable porque es imposible hacerlo de otro modo, ya que toda explicación de lo desconocido parte de lo conocido. Dentro de ese proceso explicativo suele ser interesante la seguridad con la que nos referimos acerca de algo que nos supera y a la que, por razonamiento lógico, es imposible acceder mientras participemos de esta condición humana. A pesar de todo esto, no deja de ser interesante que la religión, aunque se ocupe de cosas exhumanas, no pierde su condición humana. El ser humano durante toda su historia ha tenido una experiencia profunda en la dimensión espiritual-religiosa que, al parecer, trasciende toda la realidad mundana(2).

 Es evidente, que el “el más allá” supera al ser humano porque, de no ser así, entonces estaríamos ante un “más aquí”. Esta angustia que produce el más allá se ve superada gracias al diseño de un marco doctrinal que intenta explicar todos los fenómenos de la vida humana, desde los más simples hasta los más complejos, dotando a todos estos un origen divino. Al final del camino, cada uno “decide” que postura religiosa asumir para satisfacer la necesidad que tenemos de controlar nuestra propia existencia, y con ello, intentar acceder al “infinito”. 

La “única verdad” es que lo religioso es innegable, es inagotable y se nos presenta de forma “agresiva” un lunes cualquiera por la tarde. En el proceso de la experiencia religiosa suele ser más fácil asumir los postulados de una “institución religiosa” para que ella administre por nosotros las ideas del “más allá”. En otras palabras, mucha gente decide asumir unos postulados como válidos para salir vivos de ese intento intelectual de conocer el “más allá”.

En la filosofía de Immanuel Kant, lo religioso es el conocimiento de los deberes que emanan de una fuerza suprema y divina. Es aquella cosa de donde parte el imperativo categórico que invita a hacer el bien. La religión tiene un efecto positivo porque fundamentalmente sirve de referente moral.

A pesar de que asumimos una dimensión religiosa, surgen algunas cuestiones de tipo teológicas: ¿es realmente el más allá como lo presentan? ¿qué es la “teología”? ¿la que enseña el cristianismo? ¿la del hinduismo, bahaísmo, judaísmo, budismo, islamismo, confucionismo, taoísmo, maniqueísmo, etc? ¿la que me “invento”? ¿la que está acorde a mi visión del mundo? Aunque todos los seres humanos tendemos a lo religioso se nos hace difícil ponernos de acuerdo en los principios religiosos que regirán a nuestras ideas. Aunque la esencia religiosa sea la misma, se notarán matices diferentes en la manifestación, interpretación y “comprensión” del “más allá” porque hay una “experiencia personal” que se manifiesta y que se explica desde la materia. El simple hecho de oponer al “más allá” con el mundo es una demostración clara de que la materia es la base de toda explicación religiosa. Al final, esa idea de la religión es un encuentro constante con la autonomía personal que le lleva a ir más allá(3).

No pretendo hacer ninguna negación del “más allá”, ni mucho menos un ataque a las convicciones religiosas de la gente. Solo quiero subrayar que la explicación de lo exmundano no es una tarea simple porque no existe un parámetro objetivo fuera de la fe que pueda demostrarlo. Hablar con propiedad de algo que no se conoce del todo es una ventura complicada. Aunque algunas personas afirman que conocen “el más allá”, no hay forma de comprobar sus afirmaciones sobre lo divino. Sin embargo, la no comprobación de dichas afirmaciones no las hace mentira, aunque tampoco las convierte en verdades irrefutables.

Además, no es fácil encontrarnos ante el final de la vida. No es fácil ignorar lo que ocurrirá con la muerte. Algunos dicen que lo que hay “vida” después de la muerte. Me pregunto, ¿cómo puede ser vida? El llamar “vida” al “después” de la muerte es una demostración de nuestra incapacidad de identificar que es lo que hay más allá. Esa contaminación con el “más aquí” nos hace materializar todo lo que está después de la muerte. No sé lo que hay después de la muerte. Lo que creo que es no hay vida como la nuestra porque nuestra vida se manifiesta a través de la materialidad. 

Creo que en el “después de la vida” o “después de la muerte” no hay nada como lo que conocemos porque, de haber lo mismo, no sería un después, sino una continuidad. No deberíamos llamarle vida a lo postmortem o a lo que haya, porque ontológicamente es contradictorio que una cosa continúe siendo la misma cuando se termina.  Sin embargo, el llamarle “vida” a ese post, recalco, es muestra de que explicamos el “más allá” con el “más aquí”; además, se nos hace más fácil utilizar el concepto “vida” porque es única vía conocida para ser, hacer, haber y poder desde nuestra humanidad en la mutavilidad, transitoriedad y contingencia del mundo.

En definitiva, la religión es tendencia natural del ser humano que le invita a pensarse como ser-trascendente que tiende a religar con lo divino, a partir de una compresión del “más allá” que parte del “más aquí”. Todo acontecimiento del “más allá” nos supera(4) y por eso resulta difícil explicarlo con propiedad. 

Hasta la próxima. 

Un abrazo.

Referencias:

  1. Armstrong, Karen. Historia de Dios. Paidós, 1995. Pág. 21
  2. Cfr. Ibidem. Pág. 23
  3. Cfr.  Calderón, Jaime Ricardo Reyes. "Kant y Dios: pruebas, postulados y religión." Revista Albertus Magnus 6.1 (2015): 113-134. Pág. 123
  4. Cfr. El retorno de lo religioso. Dario Sztajnszrajber. Podcast: Spoty. 03/03/2019


sábado, 4 de abril de 2020

Análisis Filosófico de El Hoyo (The Platform)

-César Canela, Mg-

“Las tristezas no se hicieron para las bestias, 
sino para los hombres; pero si los hombres 
las sienten demasiado, se vuelven bestias.”
-Miguel de Cervantes (Don Quiote de la Mancha)

Hoy, por recomendación de varias personas, decidí adentrarme en la película El Hoyo (The Platform). Dicha película me ha preñado de ideas por su singular manera de criticar la realidad y su forma tan particular de mostrar-juzgar el comportamiento humano desde la realidad actual. Para que no queden dudas, este análisis de la película será eminentemente filosófico, no técnico ya que la pretensión es ser un aporte entre tantas interpretaciones que se han hecho y que se harán de este largometraje.

En sentido general es una crítica al sistema actual, en donde la ley del más fuerte es el mandamiento supremo. Una sociedad construida donde el “hombre es lobo para el hombre” como afirmaría Thomas Hobbes. Aunque la película es de carácter surrealista, nos invita a una reflexión profunda sobre la sociedad con varias exageraciones, algunas de las cuales, se cumplen casi de manera idéntica en la sociedad.

Enumeraré cada uno de los aspectos que nos parecieron relevantes y presentaremos comentario individual de cada uno:

Cocina - Captura de Netflix
1. El sistema: es el mecanismo universal, impersonal, cuasi perfecto en el que está construida la realidad de El Hoyo, este pretende ser invariable. Trimagasi, es el súbdito por excelencia de este sistema porque lo acepta estoicamente y lo asume como algo necesario por ser obvio. Sin embargo, desde mi perspectiva, entiendo que este sistema puede ser modificado, pero la mayoría de la gente prefiere seguir con la corriente y vivir, aunque sea de manera salvaje, en vez de crear un movimiento para cambiarlo. La película muestra, lamentablemente, que el sistema puede ser cambiado principalmente por las personas que están arriba, porque si ellos son generosos con los demás esto podría crear una reacción en cadena que produzca un desarrollo. A pesar de ello, ese desarrollo debe ser conducido por uno o varios líderes que estén dispuestos a jugarse la vida para construir la sociedad anhelada. Esa película es una vuelta a la humanidad, una vuelta a la persona, un sinónimo de justicia. Dar a cada quién lo que le pertenece. El sistema muestra que muchos de los privilegios o desgracias son producto del azar.

De manera curiosa, transportando esto a la realidad, encontramos que algunas personas que gozan prestigio y poder no han hecho nada para merecerlo más que tener la dicha de haber nacido en cuna privilegiada. Lo mismo ocurre con las desdichas, mucha gente no está en las peores condiciones porque sea mala sino porque las circunstancias les son desfavorables y eso les obliga a tomar una conducta, muchas veces hostil y defensiva. Ambas situaciones manejadas con inmadurez destruyen las relaciones con las personas. El gozar de ciertos privilegios no nos da el derecho de maltratar a las personas, el sufrir desgracias no nos da el permiso de comernos a los demás para sobrevivir.

Cocineros - Captura de Netflix
2. La administración: la responsable de garantizar el funcionamiento del sistema, impersonal, superpoderoso, tipo Dios, cuasi invariable, que se ha creado para dirigir-determinar el destino de las personas que llegan a El Hoyo. La administración se representa en un engranaje de un restaurante. El máximo representante del gobierno es un señor mayor que actúa con autoridad irreprochable frente aquellos que siguen sus órdenes, corrigiendo de manera enérgica a quiénes se equivocan o se descuidan en la preparación de los alimentos. Aparentemente la administración persigue la perfección de todo lo que se prepara. Teóricamente ella se encarga de preparar justamente el plato favorito de cada personaje y los entrega todos juntos en una plataforma, para que cada uno actúe según su consciencia y libre albedrío. Nos muestra que en el mundo hay espacio para todos, hay suficientes recursos para todos, la naturaleza es generosa con todos; lo que pasa es que la naturaleza entrega los recursos al ser humano y este los administra a su antojo.

Vista de arriba - Captura de Netflix
3. Los de arriba, los de abajo y los que caen: esto es una clara alusión al estatu quo actual en donde la mayoría de los que están “arriba” se sienten superiores a los que están en niveles “inferiores” actuando de manera hostil en contra de ellos. Es la máxima expresión del individualismo, pensando sólo en sí mismos y actuando como si no existiera nadie más en el mundo. La sociedad actual que se caracteriza por el hedonismo y la opulencia es reflejo de esto, lo único que importa es la satisfacción de sus deseos, aunque esto conlleve a pasar por encima de los cadáveres de los demás. Los que caen son aquellas personas que no soportan el sistema y que no tienen la voluntad suficiente para enfrentarlo y deciden huir de la realidad, ya sea con el suicidio o con los vicios. Existen muchas personas de ese tipo que acuden a las drogas, a los juegos o a razonamientos inútiles para no enfrentar la realidad. Decir no puedo, decir que una cosa no se puede cambiar, decir que todo está determinado es una forma de dejarse caer y de hundirse. En el fondo este tipo de personas son buenas pero la ignorancia les consume, tienen miedo a enfrentar la realidad de cada piso y se lanzan para liberarse de sus circunstancias.

Trimagasi - Captura de Netflix
4. Trimagasi: un viejo de rostro, actitud serena, la primera persona con la que Goreng se encuentra. Este aparenta ser un hombre sabio, simula ser un hombre ilustrado pero sus ideas no son más que la continuación del sistema imperante. Es el reflejo de los intelectuales comunes, quienes justifican y dan cabida a las cosas simplemente porque estas parecen obvias. No se deben descartar del todo estas personas porque ellas suelen enseñar muchas cosas si les prestas atención, son la personificación del sistema, no les importa cambiar nada, sino vivir el día a día, dejarse maltratar por los que están arriba y maltratar a los que están abajo porque es la naturaleza del sistema. Estas son las personas conformistas que prefieren quedarse en un trabajo, en un solo sitio, prefieren no evolucionar porque no hay oportunidades, los de arriba les han robado sus sueños y creen que viviendo el día a día van a alcanzar sus metas. Este es el reflejo del individualismo en estado supremo, no le importan los demás, actúa a su conveniencia; aparentó ser amigo de Goreng en las buenas, pero luego, en los momentos difíciles, no dudó en usar su cuchillo para devorarlo. Esta actitud final del personaje muestra lo que los miedos, las sospechas, la traición, la frialdad, el odio se disfrazan con el uniforme de la cortesía, como lo afirmaba J. J. Rousseau.

Goreng - Captura de Netflix
5. Goreng: un tipo extraño, en cierto modo, ingenuo que elige el libro del Don Quijote de la Mancha para que le acompañe durante su período en El Hoyo. Este personaje tiene tres etapas: la ingenua, la indiferente y la revolucionaria; las cuales explicaremos de manera general en los siguientes párrafos.

Él se parece un poco al Quijote porque es un aventurero que decide conseguir reconocimiento, igual que el Hidalgo de la Mancha, pasando dificultades. Al principio era un tipo que quería huir de la sociedad, que prefería el camino fácil, es decir, decidió obtener un título homologado sin necesidad de ir a la universidad, sin dedicar el tiempo necesario y sé dio cuenta de que la vida, en cualquier circunstancia requiere de esfuerzos para conseguir las metas anheladas. Su actitud primer representa la cualidad primaria del niño, siempre preguntando sobre las cosas a su compañero Trimagasi le respondía como los adultos les responden a los chiquillos preguntones para hacerlos callar matando su curiosidad: “obvio… obvio”. Lamentablemente, al principio se resistió al sistema porque quiso combatirlo de manera irracional, no se detuvo a criticar, tomó una actitud revolucionaria sin solidez intelectual y por eso, en algún momento, terminó siendo uno más del sistema. Es la personificación de la condición humana, tenemos que crear mecanismos para vencer las situaciones pero poniendo los pies sobre la tierra.

Goreng, por su capacidad de reflexión fue capaz de convencerse del ideal de cambiar la situación, saliendo del individualismo y tratando que la comida llegue a todos. Su capacidad de convencimiento y su deseo de sacrificarse por los demás, motivó a cambiar el enfoque de libertad que tenía Baharat, llevándolo a la libertad suprema que es el sacrificio por el bien de los demás. Este personaje es el único que obtiene la liberación en vida y pudo alcanzar el nivel supremo de desarrollo espiritual porque se dio cuenta que la vida es mejor cuando ayudamos a los demás, cuando compartimos y cuando hacemos un esfuerzo de rechazar los deseos egocéntricos que se nos presentan a cada uno. Deja evidenciado que para crecer es necesario disminuir en orgullo y aumentar en humildad. Bajar hasta el fondo en vez de subir a la cima.

Este se convierte en el ideal supremo porque supo aprender de Trimagasi, Miharu, Imoguiri y de las sabias orientaciones del Sr. Brambang. Finalmente, nos muestra que, aunque la vida sea quijotesca, debemos aprender de las situaciones para construir un espacio acogedor para todos. La personalidad quijotesca nos evoca a la personalidad del Hidalgo de la Mancha que no temió a aventurarse por seguir la rectitud de sus deseos.

Palaforma con comida
Captura de Netflix
6. La plataforma: representa todas las opciones que tenemos que tomar en la vida, además de que simboliza también la justicia, porque en ella está un plato para cada persona de El Hoyo. Lamentablemente, la justicia administrada en manos inconscientes trae malos resultados porque termina alienándose dicho concepto y la gente cree que la justicia es dar más a que tiene más poder o al que llega primero, cree que el de arriba tiene más derecho que el de abajo. Esta también muestra la verdadera personalidad de la gente, la avaricia de quiénes la reciben primero y la necesidad de los que la reciben de último.

Todos estamos por la vida con muchas posibilidades, depende de nosotros que tomemos las decisiones correctas sin perjudicar a los demás. En la plataforma se ve reflejada las palabras de Benito Juárez: “el respeto al derecho ajeno es la paz”. Si cada uno evita la dominación del deseo, toma lo que le corresponde (su plato favorito) permitirá el acceso de todos a la comida y, por consiguiente, el alcance de la paz necesaria y la disminución de las penurias. Queda evidenciado que, en palabras de Platón, las carencias de las personas no son producto de la disminución de las riquezas sino la multiplicación de los deseos.

Aunque la sociedad quiere mostrarnos que las malas acciones son absoluta responsabilidad de quiénes cometen los crímenes. Contrariamente, la plataforma nos muestra que todos tenemos responsabilidad, aunque no culpabilidad de las acciones de los demás, ya que les obligamos a comerse unos a otros porque nosotros los dejamos sin comer. La vida humana es una acción comunitaria, una acción esencialmente social, el individualismo es uno de los males más grande que nos han afectado en el mundo porque es traicionero, cruel, asesino, indiferente, intolerante, irresponsable, irrespetuoso y todas las demás cosas que puedan ser personificadas por un ser humano vacío de muebles en la cabeza.

Miharu en la plataforma
Captura de Netflix
7. Miharu: es la chica que bajaba todos lo meses en la plataforma de la comida en busca de su niño para alimentarlo, según lo describía Trimagasi. Esta chica es la primera persona que, al parecer descubrió que existía el niño o, mejor dicho, la niña. Se limitaba a viajar por la plataforma para alimentarla, sin embargo, no tuvo la capacidad de detenerse en los detalles. Ella tenía una intención buena, actuaba en defensa propia y respetaba a aquellos que le mostraban respeto. Ella se convirtió de manera impulsiva en la salvadora de Goreng cuando Trimagasi pretendía comérselo por partes. Esta es de las personas que actúan sin pensar mucho, que actúan respondiendo a los momentos, que van por la vida venciendo obstáculos pero que la falta de observación en los detalles no les permite llegar hasta el final y liberarse, sino que vuelven una y otra vez al círculo vicioso hasta que terminan el drama de sus vidas sin aplausos.

Imoguiri antes de entrar a El Hoyo
Captura de Netflix
8. Imoguiri: señora de aspecto grotesco, dueña del perro que admitió a Goreng a El Hoyo. Comparte con Goreng la situación de que ella entra a El Hoyo por voluntad propia.

Según nuestro análisis, ella representa a los protectores de animales, personas que con muy buenas intenciones tratan de crear consciencia frente a los demás seres de la naturaleza. Ella parece ser una persona muy sensata, tiene una sensibilidad humana muy especial, se limita a comer lo que le toca, no sacrifica a las personas para alimentar a su perrito sino que prefiere darle su comida para que este viva. El perrito podría representar en una interpretación positiva a los seres más indefensos, aquellos que están en condiciones infrahumanas. También puede representar una distracción para la persona porque cuando mataron el perrito ella perdió el sentido de su vida, lo que lleva a pensar de que ella no estaba del todo enfocada en la condición humana, sino que estaba distraída en otras cosas, que aunque son importantes, no son elementales para esas circunstancias en las que ellos se encontraban.

Imoguiri representa a mucha gente que cambia cuando pasa por una situación trágica, personas que quieren ayudar el mundo pero no lo hacen por el miedo a la muerte. Ella decidió entrar a El Hoyo porque tenía cáncer y su vida carecía de sentido. Esto muestra que mucha gente se encuentra con la realidad cuando sufre una situación desastrosa, es decir, mientras gozan de salud, de dinero y de poder no son capaces de vivir en la realidad porque están demasiado concentrados en la burbuja de su existencia. Lo bueno es que, aunque ellos no son el ejemplo perfecto de servicio, son personas que tienen unas ideas fabulosas que pueden crear consciencia en los demás y provocar una revolución poderosa que posiblemente ellos no presencien. Su convencimiento fue tan profundo que pudo hacer que Goreng entrara en razón e iniciara un proceso de consciencia, que saliera del individualismo al que le había inducido Trimagasi, quien había influido tanto en Goreng que se convirtió en parte de su ser.

Baharat con Goreng en la plataforma
Captura de Netflix
9. Baharat: este, el último compañero de Goreng, un tipo impetuoso, con una soga dispuesto a hacer lo que sea para liberarse de El Hoyo. Este personaje también tiene tres etapas: la superficial, la reflexiva y la redentora. Explicaremos de manera genérica estas dimensiones.

Baharat es un personaje como la gente común, que quiere alcanzar la libertad pero por caminos equivocados. Al principio, se vio cómo fue capaz de arriesgar su vida por conseguir escalar de estatus, como le pasa a mucha gente que es capaz de venderle su alma al diablo con tal de obtener los deseos anhelados, gente que hace contratos con personas moralmente cuestionables y terminan cagados porque la historia ha demostrado que las negociaciones con narcotraficantes, estafadores y asesinos son un camino por el cual no se puede transitar sin llevarse consigo el fango de sus acciones. Sin embargo, tuvo una evolución, aunque sus motivaciones de liberación consistían en subir al piso cero, porque se dejó convencer de Goreng para bajar hasta el piso 250, que según sus erróneos cálculos era el último.

Baharat se convierte en un gran defensor del ideal que se ha propuesto. Sin embargo, cuando se encuentra con el sabio Brambang es capaz junto con Goreng, de captar el enfoque de que la sociedad no se cambia a través del asistencialismo, sino que la sociedad se cambia a través de un mensaje contundente que impacte a los demás. Su acto más grande consistió en compartir el pastel porque la niña estaba hambrienta, al principio no quería pero se dio cuenta que la dignidad humana está por encima de las ideologías y de las revoluciones. En ese momento cuando el descubrió eso se convirtió en un redentor, porque sacrificó su vida y todo lo que tenía por el bien de todos. Baharat, a diferencia de Goreng, obtuvo su liberación con la muerte pero no antes de descubrir que la esencia de la vida es el compartir.

Sr. Brambang orientando
Captura de Netflix
10. Sr. Brambang: un señor con capacidades especiales, voz firme, aspecto de sabio quien aparece sólo una vez en la película para cambiar la perspectiva de Goreng y Baharat. Les enseña a ellos que las cosas se logran a través del diálogo, motivando no obligando, además les hizo caer en la cuenta de que el asistencialismo no es la solución a los problemas de la sociedad, sugiriéndoles que guarden el plato más exquisito y lo hagan regresar hasta arriba en la plataforma porque esto mostrará que ha ocurrido un cambio significativo en El Hoyo, digno de prestar atención. Sus palabras fueron tan amables y llenas de profundidad que Goreng y Baharat quedaron totalmente convencidos de esa idea hasta poner sus vidas en peligro. Este representa a los sabios que enseñan sin adoctrinar y corrigen sin maltratar la dignidad.

11. Comer carne humana: es la actitud que muestra la competencia desleal a la que lleva el sistema, hasta el punto de comernos o deshacernos de los demás si es necesario. Esta acción es una muestra de la sociedad en la que vivimos que nos invita a devorarnos mutuamente para conseguir nuestras metas particulares, el “yoidad” absoluto, en donde la “tuidad” queda relegada al sótano de la importancia. La sociedad nos invita a practicar de manera negativa las ideas del más fuerte del evolucionismo darwiniano o del übermench de Nietzsche, dándole la razón a Thomas Hobbes cuando dijo “homo homini lupus”.

La niña - Captura de Netflix
12. El final: este momento inicia cuando Goreng y Baharat encuentran al niño que resultó ser una niña y descubren que ella es el mensaje que deben hacer llegar al piso cero, cuando la plataforma regrese hacia arriba. Baharat termina sacrificándose por ella, lo que lo convierte en un héroe inmolado y Goreng termina bajando hasta el final de El Hoyo con ella. Lo más importante ocurre cuando Goreng, interpelado por su consciencia se da cuenta de que el mensaje no necesita portador para tener efectividad necesaria.

El final muestra que la persona de interioridad suprema no necesita mostrar a los demás que ha descubierto las verdades, sino que las pone a disposición de los demás para que estos tengan la oportunidad de analizarla y descubrir en ellos el impacto que esta produce. Aunque la construcción de un espacio mejor es una actividad colectiva, la construcción interior es una edificación personal, basada en los valores de la asociación y del compartir.

En definitiva, El Hoyo es una película de carácter trascendental, porque invita al espectador a tomar una posición activa, no sólo por la crudeza de sus escenas sino también por la cripticidad de sus sucesos. Queda evidenciado, como ya hemos mostrado, que es una crítica al sistema, en tanto que éste está diseñado para crear-convertir a los seres humanos hostiles entre sí; pero también es una crítica al individuo pasivo que se queda soportando-promoviendo al sistema que le destruye sin proponerse; aunque sea de manera utópica la superación de este.

Esta película nos remite al pensamiento de Lao Tse: “el sabio queda atrás, por lo mismo es el primero. Está desapegado, por eso es uno con todo. A través de sus acciones generosas logra la plenitud”, escrita en el Tao Te Ching. El problema de esto es que no todos los hombres y mujeres son sabios pero de lo que sí estamos seguros es que podemos llegar a la sabiduría a partir de una reflexión integradora que nos haga hacernos uno con los demás a través del compartir sincero y sin intereses más allá del bienestar común.

Es evidente que no construiremos el mundo perfecto nunca, porque eso implicaría el final de la raza humana, sin embargo, debemos ponerle atención a la realidad que nos rodea para poder promover ideas que puedan inspirarnos o inspirar a otros a construir una sociedad centrada en la humanidad desde la base del compartir en donde unos y otros nos consideremos parte de un engranaje y evitemos la individualista idea de que somos el centro del universo.

Muchas gracias, hasta la próxima.

martes, 2 de abril de 2019

La dimensión humana: el hombre y la mujer

-César Canela, Mg-


La vida de uno tiene valor siempre 
que uno atribuya valor
a la vida de los demás, 
mediante el amor, la amistad, 
la indignación y la compasión.

-Simone de Beauvoir


Alguien me preguntó hace unos días sobre el signficado que le doy a la identidad de mujer y a la identidad de hombre, me atreví a afirmar lo siguiente.

Como joven, pienso que el hombre y la mujer somos partícipes de una misma naturaleza y dignidad que nos hace complementarnos. Evidentemente, hay elementos físicos que establecen diferencias biológicas, pero que estas diferencias no deben ser tomadas, en ningún caso, como una relación de superioridad o inferioridad entre el hombre y la mujer, al contrario, estas divergencias crean una armonía en la que ambos desarrollan un papel en la existencia humana.

Para mí, la sexualidad de hombre o de la mujer, lo masculino o lo femenino, no son más que expresiones de un ser supremo, ese ser supremo es: La Humanidad.

Hombre y mujer somos humanos, somos historia, somos cultura, somos creatividad, tenemos una igual dignidad, la cual debemos defender y ejercitar de manera libre. 
La mujer es bella, con características que la hacen distinguirse. La mujer no debe ser reducida a la condición sexual de maternidad, aunque la maternidad sea parte, en algún momento de su vida, de su papel dentro de la historia de la humanidad. Además es erróneo pensar en la mujer fue diseñada para estar atrapada en las paredes de una cocina. La mujer, como dijo Simón de Beauvoir, no sólo nace sino que también se hace. 
Así como la mujer, los hombres gozamos de belleza, lo cual también nos hace seres importantes en la naturaleza. Es es equivocado pensar que el hombre debe tener la carga de todo porque esa idea, aunque pareciera justa, es una aniquilación de la importancia de la mujer en la sociedad. También es una aniquilación del hombre porque lo pone en una categoría supuestamente “superior”. Los hombres y mujeres debemos cooperar para conseguir los beneficios esperados.

La sociedad, muchas veces, reduce a la mujer a la belleza y reduce al hombre a la fuerza; esas reducciones sexualistas, discriminatorias son la raíz de muchos males del mundo actual. El mundo de hoy debe ir al ser, evitar conceptos estériles del hombre o la mujer. La tarea  de hoy debe ser una defensa de lo humano sin detenernos  en la sexualidad, ir más allá, para salvar la dignidad del género humano. Un abrazo, hasta la próxima