- César Canela, MA-
Hoy, cuando me levanté, revisé las redes sociales y me detuve en un comentario titulado “Todo Es Humano” que publicó Carlos Ortiz en su cuenta de facebook, en donde el expresa su visión del mundo en relación a las manifestaciones religiosas, especialmente en su contexto en la ciudad de Bonao en la República Dominicana. Los textos y las opiniones de Ortiz siempre me invitan a la dialéctica porque es una persona dedicada a la reflexión filosófica que expresa su visión del mundo, especialmente por su cuenta personal de facebook.
Con un propósito únicamente dialéctico, cito texto íntegro (tesis), luego ofreceré mi respuesta (antítesis) al respecto para que el lector, en su libertad construya su propia idea (síntesis). Les presento el texto:
«Precisamente porque estuve en la Iglesia, y visité otras denominaciones, es que me di cuenta de su insuficiencia para resolver los problemas de la humanidad, de mí país.
»Por algunos 10 años, más o menos, fui feligrés de la Iglesia católica. Conocí de otros credos (adventismo, pentecostalismo, "gnosticismo", mormonismo, jehová-testimonialismo, lo que hubiera en mí pueblo).
»Me sentí a gusto por un lapso de tiempo considerable. Leía la Biblia asiduamente y sobre temas cristianos en general. Iba a misa y a cultos. Disfrutaba la compañía de amigos, a quienes valoro y valoraré sobremanera siempre. Recibí cierta ayuda psicológica para paliar "traumas" que arrastraba. En ese momento era lo único que me ofrecía mí barrio como escape o como medio para darle determinado sentido a los procesos internos que se estaban gestando en mí. Por eso estoy agradecido de haber, al menos, contado con ese espacio de encuentro.
»Quizás algunos pensarán que soy mal agradecido por el cambio que he asumido en este tiempo, que se manifiesta en las críticas hacia el cristianismo, Dios o la religión. No es así. El agradecimiento es una de las virtudes que más estimo.
»Si se fijan bien, podrán notar con claridad que soy un entregado a mí pueblo, mí país, a la humanidad. Es eso mismo lo que me hace dar cuenta de que todo lo que viví en la "Iglesia", no fue más que la acción humana de la solidaridad, la hermandad, el amor humanista. Es a la gente a la que le agradezco. Si estudian con detemiento los fenómenos religiosos sociales, percibirán que estos pueden ser replicados sin apelar a ninguna deidad.
»Es decir, cuando me reunía con adolescentes y jóvenes, lo importante no era el catecismo o las lecturas bíblicas, sino la oportunidad de que estuviéramos juntos en ese instante. Cuando iba al servicio dominical, lo que surtía efecto en mí psiquis era la paz que podía lograr por la potestad que le daba a la liturgia de ese día. Las catarsis que obtuve gracias a la música y retiros no fueron más que producto de técnicas psicológicas de sugestión y autosugestión.
»En esencia, la labor que realizan las Iglesias es netamente humana, sin ninguna intervención divina. Todas y cada una de sus acciones se pueden llevar a cabo sin la religión de por medio.
»El fracaso de la religión estriba en que no todos los jóvenes pueden someterse a sus reglas y ritos arbitrarios, aburridos, cansones. La disidencia, la rebeldia intelectual, la libertad personal son allí limitados.
»Por otro lado, soy muy consciente que la experiencia individual mía no debe ser el medidor para el apoyo total a una institución u otra. Digo esto porque lo que me hizo descubrir con más decepción y enojo que la Iglesia, la religión, eran ya una retranca para mí país, fue su injerencia espuria en la historia del sistema educativo y de todo el espectro sociopolítico de mí nación. Se opusieron a la educación laica, se coludieron con los regímenes mediocres y opresores de nuestra historia, coadyuvaron al derrocamiento del gobierno más democrático que iba a ostentar mí amado país. Que yo sea feliz siendo religioso, mientras mí religión afecta negativamente el desarrollo del colectivo, es algo nefasto para mi código ético-moral.
»Es por ello, finalmente, que mis planes son aportar desde el humanismo, desde el laicismo, a la creación de instituciones que procuren la salud completa del y de la dominican@, el progreso socioeconómico de la gente, el avance de las ciencias, la protección de nuestro medioambiente, la elevación de nuestra cultura.
»Lo mío no es capricho. Sépanlo bien. No veo el mundo como individualidad, sino como conjunto, colectividad. Esto es político. Esto es histórico. Esto es humanidad.»*
Valoro esta reflexión porque, además de una queja fundamentada, es un intento serio de describir los peligros del fanatismo religiosos, el cual, es peligoroso para el desarrollo de las ciencias, las artes y las humanidades, como toda actividad dogmática y totalizante, dentro y fuera de la religión.
Sin embargo, lo que presenta el autor, dicho sea de paso, no es ni debe ser la percepción de otros ni es una realidad integradora de donde deba ser vista la realidad total. Evidentemente, expresa una verdad pero no toda la verdad. No lo digo esto porque yo conozca la totalidad de la verdad, sino precisamente por las limitaciones que tengo frente al conocimiento infinito e incesante que se nos estrella cada día.
Significa entonces, a partir del texto, que la religión aportó a su visión del mundo de forma positiva. Además, descubrió, a través de las reuniones y encuentros, que le ofrecieron esas denominaicones religiosas, la importancia de la asociación, la solidaridad. También, me consta, que en bibliotecas católicas, encontró los primeros libros de filosofía, espcialmente a Nietzsche, elcual, ha configurado su cosmovisión social-política. Le guste o no es imposible que se desprenda de esos aportes que has recibido. Aparentemente, en su vida la relgión ha sido ente formador.
En otro orden, siempre pienso que la realidad (los seres y las cosas) está constituida por matices y, reducirla a a su visión -la de Ortiz- es un acto de injusticia intelectual y una promoción de la miopía parcializada que es capaz de ver más allá de ver la acción la simple acción y la interpretación primigenia de los hechos. Esto lo digo porque su enfoque parece redudir a la religión a una institución dañina que no ha aportado nada la humanidad.
Ortiz es bien leído, cosa que valoro y respeto, porque lo conozco y sé que él sabe muy bien que el peligro de la realidad es que cada uno la mira con sus ojos y el solipsismo tiende a hacernos creer de que no hay nada más allá de nuestras “percepciones mentales”. Le hago ese señalamiento porque, al parecer, ha querido que sus lectores miren la realidad a través de sus ojos y de su experiencia, la cual, como dije anteriormente no es universal para todos.
Resalto de manera especial, de su publicación, que es necesaria y fundamental la educación laica, pero tampoco es bueno imponer a quiénes tienen una cosmovisión religiosa a que la asuman porque sí. Cabe destacar que muchas personas que hacen vida religiosa aportan más -en ocasiones- al conocimiento y a las ciencias, porque están más ocupados en descubrirlo que en mantener una guerra mediatica-intelectual con el ateísmo.
Debo señalar que, si Ortiz, se considera un demócrata -humanista- como el señala en su texto, pienso que debe repensar sus afirmaciones sobre la religión. Primero porque afirma que la religión es humana y, el entiende que lo humano es lo más valioso.
Absolutamente, considero que Ortiz, en vez de promover la eliminación definitva de la religión, debería promover su purificación y justa ubicación dentro del escenario político, social y científico. Sobre todo porque se confiesa humanista y presenta la religión es una expresión humana. Además, las personas que practican actividades religiosas son humanas, tienen derecho, por lo tanto deben garantizarseles presencia política en la sociedad.
Estoy de acuerdo con Ortiz en que la religión, en sentido general, es una expresión humana porque ha estado presente en la vida del hombre y la mujer desde siempre. Cabe destacar que es una acción humana que la religión busque su garantía en el poder hegemónico constituido porque necesita estalecerse para funcionar dentro de la sociedad. A veces, esta relación estado-religión no es favorable para la sociedad porque, a lo largo de la historia, ha degenerado en vicios.
En definitiva, yo que lo que debemos hacer es enfrentar la corrupción, la manipulación, los abusos del poder; dichos males que trascienden a la esfera religiosa porque también -desgraciadamente- son expresión negativa de la humanidad.
Termino diciendo que el confesarse “ateo” no reviste al “ateísmo” de iluminación intelectual para decidir y guiar el camino de todo el mundo, como tampoco la religión reviste a las personas de iluminación mental para entender la realidad en todas sus dimensiones. Hay ateos tan ignorantes como los más fieros religiosos. Me apena y, a veces, me molesta, la pedantería intelectual de algunos pseudo intelectuales ateos, que se creen conocedores de la verdad, pero con eso lo que hacen es alejarse de ella e impedir su alcance.
Felicito la reflexión de Carlos Ortiz, por su revestimiento de profundidad que siempre me invita a un ejercicio dialéctico en busca de la verdad, del conocimiento y de las ciencias. Su perspectiva es doxa (tesis) que está en contacto mi doxa (antítesis) para llegar, descubrir, construir o enriquecer la verdad (epísteme).
Muchas gracias, un abrazo. Hasta la próxima.
Fuente de la publicación comentada:
Ortiz Ortiz, C. “Todo Es Humano (Acción de gracias a la gente)“. Recuperado 24/02/2021 de https://www.facebook.com/carl.ortz.ortz/posts/3616476268407412
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