sábado, 17 de octubre de 2020

La religión y el más allá

- César Canela, MA-

Publicado en Revista Radar, 2021

«Yo no aseguro ni puedo asegurar que hay otra vida; 
no estoy convencido de que la haya; pero no me cabe 
en la cabeza que un hombre de verdad no sólo se 
resigne a gozar más que de esta vida, sino que
 renuncie a la otra, y hasta la rechace».
- Miguel de Unamuno



Lo religioso responde, entre otras, a la necesidad humana de entenderse dentro de un sistema interconectado por fuerzas divinas, ya sea por uno o por varios dioses. Evidentemente, esto ocurre porque nuestra pequeñez e insignificancia nos lleva a asumir que somos parte de un engranaje que nos supera, del que “venimos”, “somos” y hacia el cual nos “dirigimos”. Armstrong, en referencia a esa dimensión religiosa que manifestamos los humanos, afirma:

«[…] los seres humanos son animales espirituales. Y se puede decir con razón que el Homo sapiens es también Homo religiosus. Tan pronto como pudieron ser reconocidos como humanos, varones y mujeres comenzaron a adorar a los dioses; creaban religiones al mismo tiempo que creaban obras de arte. Y lo hacían no solamente para que las fuerzas poderosas les fueran propicias; estas religiones primitivas expresaban la admiración y el misterio que, al parecer, han sido siempre un componente esencial de la experiencia humana de este mundo hermoso, pero aterrador. […]»(1)

El ser humano es ser religioso porque es gracias a la religión como encuentra aquello que le dota de un sentido a su dimensión humana, y con ella, al dolor, la muerte, la convivencia y la ignorancia. Esa condición religiosa nos lleva a asumir un “más allá”, del cual, sin importar la cultura, desarrollamos un marco doctrinal que nos ha servido de base a lo largo de muchas generaciones ofreciendo respuestas a las grandes preguntas que nos plantea la existencia: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿hacia dónde voy?

En esta conceptualización sobre el “más allá” son inevitables el “antropomorfismo” y el “materialismo” intelectual-espiritual-religioso porque todo lo explicamos desde nuestra realidad material-contingente, cosa que es razonable porque es imposible hacerlo de otro modo, ya que toda explicación de lo desconocido parte de lo conocido. Dentro de ese proceso explicativo suele ser interesante la seguridad con la que nos referimos acerca de algo que nos supera y a la que, por razonamiento lógico, es imposible acceder mientras participemos de esta condición humana. A pesar de todo esto, no deja de ser interesante que la religión, aunque se ocupe de cosas exhumanas, no pierde su condición humana. El ser humano durante toda su historia ha tenido una experiencia profunda en la dimensión espiritual-religiosa que, al parecer, trasciende toda la realidad mundana(2).

 Es evidente, que el “el más allá” supera al ser humano porque, de no ser así, entonces estaríamos ante un “más aquí”. Esta angustia que produce el más allá se ve superada gracias al diseño de un marco doctrinal que intenta explicar todos los fenómenos de la vida humana, desde los más simples hasta los más complejos, dotando a todos estos un origen divino. Al final del camino, cada uno “decide” que postura religiosa asumir para satisfacer la necesidad que tenemos de controlar nuestra propia existencia, y con ello, intentar acceder al “infinito”. 

La “única verdad” es que lo religioso es innegable, es inagotable y se nos presenta de forma “agresiva” un lunes cualquiera por la tarde. En el proceso de la experiencia religiosa suele ser más fácil asumir los postulados de una “institución religiosa” para que ella administre por nosotros las ideas del “más allá”. En otras palabras, mucha gente decide asumir unos postulados como válidos para salir vivos de ese intento intelectual de conocer el “más allá”.

En la filosofía de Immanuel Kant, lo religioso es el conocimiento de los deberes que emanan de una fuerza suprema y divina. Es aquella cosa de donde parte el imperativo categórico que invita a hacer el bien. La religión tiene un efecto positivo porque fundamentalmente sirve de referente moral.

A pesar de que asumimos una dimensión religiosa, surgen algunas cuestiones de tipo teológicas: ¿es realmente el más allá como lo presentan? ¿qué es la “teología”? ¿la que enseña el cristianismo? ¿la del hinduismo, bahaísmo, judaísmo, budismo, islamismo, confucionismo, taoísmo, maniqueísmo, etc? ¿la que me “invento”? ¿la que está acorde a mi visión del mundo? Aunque todos los seres humanos tendemos a lo religioso se nos hace difícil ponernos de acuerdo en los principios religiosos que regirán a nuestras ideas. Aunque la esencia religiosa sea la misma, se notarán matices diferentes en la manifestación, interpretación y “comprensión” del “más allá” porque hay una “experiencia personal” que se manifiesta y que se explica desde la materia. El simple hecho de oponer al “más allá” con el mundo es una demostración clara de que la materia es la base de toda explicación religiosa. Al final, esa idea de la religión es un encuentro constante con la autonomía personal que le lleva a ir más allá(3).

No pretendo hacer ninguna negación del “más allá”, ni mucho menos un ataque a las convicciones religiosas de la gente. Solo quiero subrayar que la explicación de lo exmundano no es una tarea simple porque no existe un parámetro objetivo fuera de la fe que pueda demostrarlo. Hablar con propiedad de algo que no se conoce del todo es una ventura complicada. Aunque algunas personas afirman que conocen “el más allá”, no hay forma de comprobar sus afirmaciones sobre lo divino. Sin embargo, la no comprobación de dichas afirmaciones no las hace mentira, aunque tampoco las convierte en verdades irrefutables.

Además, no es fácil encontrarnos ante el final de la vida. No es fácil ignorar lo que ocurrirá con la muerte. Algunos dicen que lo que hay “vida” después de la muerte. Me pregunto, ¿cómo puede ser vida? El llamar “vida” al “después” de la muerte es una demostración de nuestra incapacidad de identificar que es lo que hay más allá. Esa contaminación con el “más aquí” nos hace materializar todo lo que está después de la muerte. No sé lo que hay después de la muerte. Lo que creo que es no hay vida como la nuestra porque nuestra vida se manifiesta a través de la materialidad. 

Creo que en el “después de la vida” o “después de la muerte” no hay nada como lo que conocemos porque, de haber lo mismo, no sería un después, sino una continuidad. No deberíamos llamarle vida a lo postmortem o a lo que haya, porque ontológicamente es contradictorio que una cosa continúe siendo la misma cuando se termina.  Sin embargo, el llamarle “vida” a ese post, recalco, es muestra de que explicamos el “más allá” con el “más aquí”; además, se nos hace más fácil utilizar el concepto “vida” porque es única vía conocida para ser, hacer, haber y poder desde nuestra humanidad en la mutavilidad, transitoriedad y contingencia del mundo.

En definitiva, la religión es tendencia natural del ser humano que le invita a pensarse como ser-trascendente que tiende a religar con lo divino, a partir de una compresión del “más allá” que parte del “más aquí”. Todo acontecimiento del “más allá” nos supera(4) y por eso resulta difícil explicarlo con propiedad. 

Hasta la próxima. 

Un abrazo.

Referencias:

  1. Armstrong, Karen. Historia de Dios. Paidós, 1995. Pág. 21
  2. Cfr. Ibidem. Pág. 23
  3. Cfr.  Calderón, Jaime Ricardo Reyes. "Kant y Dios: pruebas, postulados y religión." Revista Albertus Magnus 6.1 (2015): 113-134. Pág. 123
  4. Cfr. El retorno de lo religioso. Dario Sztajnszrajber. Podcast: Spoty. 03/03/2019


sábado, 4 de abril de 2020

Análisis Filosófico de El Hoyo (The Platform)

-César Canela, Mg-

“Las tristezas no se hicieron para las bestias, 
sino para los hombres; pero si los hombres 
las sienten demasiado, se vuelven bestias.”
-Miguel de Cervantes (Don Quiote de la Mancha)

Hoy, por recomendación de varias personas, decidí adentrarme en la película El Hoyo (The Platform). Dicha película me ha preñado de ideas por su singular manera de criticar la realidad y su forma tan particular de mostrar-juzgar el comportamiento humano desde la realidad actual. Para que no queden dudas, este análisis de la película será eminentemente filosófico, no técnico ya que la pretensión es ser un aporte entre tantas interpretaciones que se han hecho y que se harán de este largometraje.

En sentido general es una crítica al sistema actual, en donde la ley del más fuerte es el mandamiento supremo. Una sociedad construida donde el “hombre es lobo para el hombre” como afirmaría Thomas Hobbes. Aunque la película es de carácter surrealista, nos invita a una reflexión profunda sobre la sociedad con varias exageraciones, algunas de las cuales, se cumplen casi de manera idéntica en la sociedad.

Enumeraré cada uno de los aspectos que nos parecieron relevantes y presentaremos comentario individual de cada uno:

Cocina - Captura de Netflix
1. El sistema: es el mecanismo universal, impersonal, cuasi perfecto en el que está construida la realidad de El Hoyo, este pretende ser invariable. Trimagasi, es el súbdito por excelencia de este sistema porque lo acepta estoicamente y lo asume como algo necesario por ser obvio. Sin embargo, desde mi perspectiva, entiendo que este sistema puede ser modificado, pero la mayoría de la gente prefiere seguir con la corriente y vivir, aunque sea de manera salvaje, en vez de crear un movimiento para cambiarlo. La película muestra, lamentablemente, que el sistema puede ser cambiado principalmente por las personas que están arriba, porque si ellos son generosos con los demás esto podría crear una reacción en cadena que produzca un desarrollo. A pesar de ello, ese desarrollo debe ser conducido por uno o varios líderes que estén dispuestos a jugarse la vida para construir la sociedad anhelada. Esa película es una vuelta a la humanidad, una vuelta a la persona, un sinónimo de justicia. Dar a cada quién lo que le pertenece. El sistema muestra que muchos de los privilegios o desgracias son producto del azar.

De manera curiosa, transportando esto a la realidad, encontramos que algunas personas que gozan prestigio y poder no han hecho nada para merecerlo más que tener la dicha de haber nacido en cuna privilegiada. Lo mismo ocurre con las desdichas, mucha gente no está en las peores condiciones porque sea mala sino porque las circunstancias les son desfavorables y eso les obliga a tomar una conducta, muchas veces hostil y defensiva. Ambas situaciones manejadas con inmadurez destruyen las relaciones con las personas. El gozar de ciertos privilegios no nos da el derecho de maltratar a las personas, el sufrir desgracias no nos da el permiso de comernos a los demás para sobrevivir.

Cocineros - Captura de Netflix
2. La administración: la responsable de garantizar el funcionamiento del sistema, impersonal, superpoderoso, tipo Dios, cuasi invariable, que se ha creado para dirigir-determinar el destino de las personas que llegan a El Hoyo. La administración se representa en un engranaje de un restaurante. El máximo representante del gobierno es un señor mayor que actúa con autoridad irreprochable frente aquellos que siguen sus órdenes, corrigiendo de manera enérgica a quiénes se equivocan o se descuidan en la preparación de los alimentos. Aparentemente la administración persigue la perfección de todo lo que se prepara. Teóricamente ella se encarga de preparar justamente el plato favorito de cada personaje y los entrega todos juntos en una plataforma, para que cada uno actúe según su consciencia y libre albedrío. Nos muestra que en el mundo hay espacio para todos, hay suficientes recursos para todos, la naturaleza es generosa con todos; lo que pasa es que la naturaleza entrega los recursos al ser humano y este los administra a su antojo.

Vista de arriba - Captura de Netflix
3. Los de arriba, los de abajo y los que caen: esto es una clara alusión al estatu quo actual en donde la mayoría de los que están “arriba” se sienten superiores a los que están en niveles “inferiores” actuando de manera hostil en contra de ellos. Es la máxima expresión del individualismo, pensando sólo en sí mismos y actuando como si no existiera nadie más en el mundo. La sociedad actual que se caracteriza por el hedonismo y la opulencia es reflejo de esto, lo único que importa es la satisfacción de sus deseos, aunque esto conlleve a pasar por encima de los cadáveres de los demás. Los que caen son aquellas personas que no soportan el sistema y que no tienen la voluntad suficiente para enfrentarlo y deciden huir de la realidad, ya sea con el suicidio o con los vicios. Existen muchas personas de ese tipo que acuden a las drogas, a los juegos o a razonamientos inútiles para no enfrentar la realidad. Decir no puedo, decir que una cosa no se puede cambiar, decir que todo está determinado es una forma de dejarse caer y de hundirse. En el fondo este tipo de personas son buenas pero la ignorancia les consume, tienen miedo a enfrentar la realidad de cada piso y se lanzan para liberarse de sus circunstancias.

Trimagasi - Captura de Netflix
4. Trimagasi: un viejo de rostro, actitud serena, la primera persona con la que Goreng se encuentra. Este aparenta ser un hombre sabio, simula ser un hombre ilustrado pero sus ideas no son más que la continuación del sistema imperante. Es el reflejo de los intelectuales comunes, quienes justifican y dan cabida a las cosas simplemente porque estas parecen obvias. No se deben descartar del todo estas personas porque ellas suelen enseñar muchas cosas si les prestas atención, son la personificación del sistema, no les importa cambiar nada, sino vivir el día a día, dejarse maltratar por los que están arriba y maltratar a los que están abajo porque es la naturaleza del sistema. Estas son las personas conformistas que prefieren quedarse en un trabajo, en un solo sitio, prefieren no evolucionar porque no hay oportunidades, los de arriba les han robado sus sueños y creen que viviendo el día a día van a alcanzar sus metas. Este es el reflejo del individualismo en estado supremo, no le importan los demás, actúa a su conveniencia; aparentó ser amigo de Goreng en las buenas, pero luego, en los momentos difíciles, no dudó en usar su cuchillo para devorarlo. Esta actitud final del personaje muestra lo que los miedos, las sospechas, la traición, la frialdad, el odio se disfrazan con el uniforme de la cortesía, como lo afirmaba J. J. Rousseau.

Goreng - Captura de Netflix
5. Goreng: un tipo extraño, en cierto modo, ingenuo que elige el libro del Don Quijote de la Mancha para que le acompañe durante su período en El Hoyo. Este personaje tiene tres etapas: la ingenua, la indiferente y la revolucionaria; las cuales explicaremos de manera general en los siguientes párrafos.

Él se parece un poco al Quijote porque es un aventurero que decide conseguir reconocimiento, igual que el Hidalgo de la Mancha, pasando dificultades. Al principio era un tipo que quería huir de la sociedad, que prefería el camino fácil, es decir, decidió obtener un título homologado sin necesidad de ir a la universidad, sin dedicar el tiempo necesario y sé dio cuenta de que la vida, en cualquier circunstancia requiere de esfuerzos para conseguir las metas anheladas. Su actitud primer representa la cualidad primaria del niño, siempre preguntando sobre las cosas a su compañero Trimagasi le respondía como los adultos les responden a los chiquillos preguntones para hacerlos callar matando su curiosidad: “obvio… obvio”. Lamentablemente, al principio se resistió al sistema porque quiso combatirlo de manera irracional, no se detuvo a criticar, tomó una actitud revolucionaria sin solidez intelectual y por eso, en algún momento, terminó siendo uno más del sistema. Es la personificación de la condición humana, tenemos que crear mecanismos para vencer las situaciones pero poniendo los pies sobre la tierra.

Goreng, por su capacidad de reflexión fue capaz de convencerse del ideal de cambiar la situación, saliendo del individualismo y tratando que la comida llegue a todos. Su capacidad de convencimiento y su deseo de sacrificarse por los demás, motivó a cambiar el enfoque de libertad que tenía Baharat, llevándolo a la libertad suprema que es el sacrificio por el bien de los demás. Este personaje es el único que obtiene la liberación en vida y pudo alcanzar el nivel supremo de desarrollo espiritual porque se dio cuenta que la vida es mejor cuando ayudamos a los demás, cuando compartimos y cuando hacemos un esfuerzo de rechazar los deseos egocéntricos que se nos presentan a cada uno. Deja evidenciado que para crecer es necesario disminuir en orgullo y aumentar en humildad. Bajar hasta el fondo en vez de subir a la cima.

Este se convierte en el ideal supremo porque supo aprender de Trimagasi, Miharu, Imoguiri y de las sabias orientaciones del Sr. Brambang. Finalmente, nos muestra que, aunque la vida sea quijotesca, debemos aprender de las situaciones para construir un espacio acogedor para todos. La personalidad quijotesca nos evoca a la personalidad del Hidalgo de la Mancha que no temió a aventurarse por seguir la rectitud de sus deseos.

Palaforma con comida
Captura de Netflix
6. La plataforma: representa todas las opciones que tenemos que tomar en la vida, además de que simboliza también la justicia, porque en ella está un plato para cada persona de El Hoyo. Lamentablemente, la justicia administrada en manos inconscientes trae malos resultados porque termina alienándose dicho concepto y la gente cree que la justicia es dar más a que tiene más poder o al que llega primero, cree que el de arriba tiene más derecho que el de abajo. Esta también muestra la verdadera personalidad de la gente, la avaricia de quiénes la reciben primero y la necesidad de los que la reciben de último.

Todos estamos por la vida con muchas posibilidades, depende de nosotros que tomemos las decisiones correctas sin perjudicar a los demás. En la plataforma se ve reflejada las palabras de Benito Juárez: “el respeto al derecho ajeno es la paz”. Si cada uno evita la dominación del deseo, toma lo que le corresponde (su plato favorito) permitirá el acceso de todos a la comida y, por consiguiente, el alcance de la paz necesaria y la disminución de las penurias. Queda evidenciado que, en palabras de Platón, las carencias de las personas no son producto de la disminución de las riquezas sino la multiplicación de los deseos.

Aunque la sociedad quiere mostrarnos que las malas acciones son absoluta responsabilidad de quiénes cometen los crímenes. Contrariamente, la plataforma nos muestra que todos tenemos responsabilidad, aunque no culpabilidad de las acciones de los demás, ya que les obligamos a comerse unos a otros porque nosotros los dejamos sin comer. La vida humana es una acción comunitaria, una acción esencialmente social, el individualismo es uno de los males más grande que nos han afectado en el mundo porque es traicionero, cruel, asesino, indiferente, intolerante, irresponsable, irrespetuoso y todas las demás cosas que puedan ser personificadas por un ser humano vacío de muebles en la cabeza.

Miharu en la plataforma
Captura de Netflix
7. Miharu: es la chica que bajaba todos lo meses en la plataforma de la comida en busca de su niño para alimentarlo, según lo describía Trimagasi. Esta chica es la primera persona que, al parecer descubrió que existía el niño o, mejor dicho, la niña. Se limitaba a viajar por la plataforma para alimentarla, sin embargo, no tuvo la capacidad de detenerse en los detalles. Ella tenía una intención buena, actuaba en defensa propia y respetaba a aquellos que le mostraban respeto. Ella se convirtió de manera impulsiva en la salvadora de Goreng cuando Trimagasi pretendía comérselo por partes. Esta es de las personas que actúan sin pensar mucho, que actúan respondiendo a los momentos, que van por la vida venciendo obstáculos pero que la falta de observación en los detalles no les permite llegar hasta el final y liberarse, sino que vuelven una y otra vez al círculo vicioso hasta que terminan el drama de sus vidas sin aplausos.

Imoguiri antes de entrar a El Hoyo
Captura de Netflix
8. Imoguiri: señora de aspecto grotesco, dueña del perro que admitió a Goreng a El Hoyo. Comparte con Goreng la situación de que ella entra a El Hoyo por voluntad propia.

Según nuestro análisis, ella representa a los protectores de animales, personas que con muy buenas intenciones tratan de crear consciencia frente a los demás seres de la naturaleza. Ella parece ser una persona muy sensata, tiene una sensibilidad humana muy especial, se limita a comer lo que le toca, no sacrifica a las personas para alimentar a su perrito sino que prefiere darle su comida para que este viva. El perrito podría representar en una interpretación positiva a los seres más indefensos, aquellos que están en condiciones infrahumanas. También puede representar una distracción para la persona porque cuando mataron el perrito ella perdió el sentido de su vida, lo que lleva a pensar de que ella no estaba del todo enfocada en la condición humana, sino que estaba distraída en otras cosas, que aunque son importantes, no son elementales para esas circunstancias en las que ellos se encontraban.

Imoguiri representa a mucha gente que cambia cuando pasa por una situación trágica, personas que quieren ayudar el mundo pero no lo hacen por el miedo a la muerte. Ella decidió entrar a El Hoyo porque tenía cáncer y su vida carecía de sentido. Esto muestra que mucha gente se encuentra con la realidad cuando sufre una situación desastrosa, es decir, mientras gozan de salud, de dinero y de poder no son capaces de vivir en la realidad porque están demasiado concentrados en la burbuja de su existencia. Lo bueno es que, aunque ellos no son el ejemplo perfecto de servicio, son personas que tienen unas ideas fabulosas que pueden crear consciencia en los demás y provocar una revolución poderosa que posiblemente ellos no presencien. Su convencimiento fue tan profundo que pudo hacer que Goreng entrara en razón e iniciara un proceso de consciencia, que saliera del individualismo al que le había inducido Trimagasi, quien había influido tanto en Goreng que se convirtió en parte de su ser.

Baharat con Goreng en la plataforma
Captura de Netflix
9. Baharat: este, el último compañero de Goreng, un tipo impetuoso, con una soga dispuesto a hacer lo que sea para liberarse de El Hoyo. Este personaje también tiene tres etapas: la superficial, la reflexiva y la redentora. Explicaremos de manera genérica estas dimensiones.

Baharat es un personaje como la gente común, que quiere alcanzar la libertad pero por caminos equivocados. Al principio, se vio cómo fue capaz de arriesgar su vida por conseguir escalar de estatus, como le pasa a mucha gente que es capaz de venderle su alma al diablo con tal de obtener los deseos anhelados, gente que hace contratos con personas moralmente cuestionables y terminan cagados porque la historia ha demostrado que las negociaciones con narcotraficantes, estafadores y asesinos son un camino por el cual no se puede transitar sin llevarse consigo el fango de sus acciones. Sin embargo, tuvo una evolución, aunque sus motivaciones de liberación consistían en subir al piso cero, porque se dejó convencer de Goreng para bajar hasta el piso 250, que según sus erróneos cálculos era el último.

Baharat se convierte en un gran defensor del ideal que se ha propuesto. Sin embargo, cuando se encuentra con el sabio Brambang es capaz junto con Goreng, de captar el enfoque de que la sociedad no se cambia a través del asistencialismo, sino que la sociedad se cambia a través de un mensaje contundente que impacte a los demás. Su acto más grande consistió en compartir el pastel porque la niña estaba hambrienta, al principio no quería pero se dio cuenta que la dignidad humana está por encima de las ideologías y de las revoluciones. En ese momento cuando el descubrió eso se convirtió en un redentor, porque sacrificó su vida y todo lo que tenía por el bien de todos. Baharat, a diferencia de Goreng, obtuvo su liberación con la muerte pero no antes de descubrir que la esencia de la vida es el compartir.

Sr. Brambang orientando
Captura de Netflix
10. Sr. Brambang: un señor con capacidades especiales, voz firme, aspecto de sabio quien aparece sólo una vez en la película para cambiar la perspectiva de Goreng y Baharat. Les enseña a ellos que las cosas se logran a través del diálogo, motivando no obligando, además les hizo caer en la cuenta de que el asistencialismo no es la solución a los problemas de la sociedad, sugiriéndoles que guarden el plato más exquisito y lo hagan regresar hasta arriba en la plataforma porque esto mostrará que ha ocurrido un cambio significativo en El Hoyo, digno de prestar atención. Sus palabras fueron tan amables y llenas de profundidad que Goreng y Baharat quedaron totalmente convencidos de esa idea hasta poner sus vidas en peligro. Este representa a los sabios que enseñan sin adoctrinar y corrigen sin maltratar la dignidad.

11. Comer carne humana: es la actitud que muestra la competencia desleal a la que lleva el sistema, hasta el punto de comernos o deshacernos de los demás si es necesario. Esta acción es una muestra de la sociedad en la que vivimos que nos invita a devorarnos mutuamente para conseguir nuestras metas particulares, el “yoidad” absoluto, en donde la “tuidad” queda relegada al sótano de la importancia. La sociedad nos invita a practicar de manera negativa las ideas del más fuerte del evolucionismo darwiniano o del übermench de Nietzsche, dándole la razón a Thomas Hobbes cuando dijo “homo homini lupus”.

La niña - Captura de Netflix
12. El final: este momento inicia cuando Goreng y Baharat encuentran al niño que resultó ser una niña y descubren que ella es el mensaje que deben hacer llegar al piso cero, cuando la plataforma regrese hacia arriba. Baharat termina sacrificándose por ella, lo que lo convierte en un héroe inmolado y Goreng termina bajando hasta el final de El Hoyo con ella. Lo más importante ocurre cuando Goreng, interpelado por su consciencia se da cuenta de que el mensaje no necesita portador para tener efectividad necesaria.

El final muestra que la persona de interioridad suprema no necesita mostrar a los demás que ha descubierto las verdades, sino que las pone a disposición de los demás para que estos tengan la oportunidad de analizarla y descubrir en ellos el impacto que esta produce. Aunque la construcción de un espacio mejor es una actividad colectiva, la construcción interior es una edificación personal, basada en los valores de la asociación y del compartir.

En definitiva, El Hoyo es una película de carácter trascendental, porque invita al espectador a tomar una posición activa, no sólo por la crudeza de sus escenas sino también por la cripticidad de sus sucesos. Queda evidenciado, como ya hemos mostrado, que es una crítica al sistema, en tanto que éste está diseñado para crear-convertir a los seres humanos hostiles entre sí; pero también es una crítica al individuo pasivo que se queda soportando-promoviendo al sistema que le destruye sin proponerse; aunque sea de manera utópica la superación de este.

Esta película nos remite al pensamiento de Lao Tse: “el sabio queda atrás, por lo mismo es el primero. Está desapegado, por eso es uno con todo. A través de sus acciones generosas logra la plenitud”, escrita en el Tao Te Ching. El problema de esto es que no todos los hombres y mujeres son sabios pero de lo que sí estamos seguros es que podemos llegar a la sabiduría a partir de una reflexión integradora que nos haga hacernos uno con los demás a través del compartir sincero y sin intereses más allá del bienestar común.

Es evidente que no construiremos el mundo perfecto nunca, porque eso implicaría el final de la raza humana, sin embargo, debemos ponerle atención a la realidad que nos rodea para poder promover ideas que puedan inspirarnos o inspirar a otros a construir una sociedad centrada en la humanidad desde la base del compartir en donde unos y otros nos consideremos parte de un engranaje y evitemos la individualista idea de que somos el centro del universo.

Muchas gracias, hasta la próxima.

martes, 2 de abril de 2019

La dimensión humana: el hombre y la mujer

-César Canela, Mg-


La vida de uno tiene valor siempre 
que uno atribuya valor
a la vida de los demás, 
mediante el amor, la amistad, 
la indignación y la compasión.

-Simone de Beauvoir


Alguien me preguntó hace unos días sobre el signficado que le doy a la identidad de mujer y a la identidad de hombre, me atreví a afirmar lo siguiente.

Como joven, pienso que el hombre y la mujer somos partícipes de una misma naturaleza y dignidad que nos hace complementarnos. Evidentemente, hay elementos físicos que establecen diferencias biológicas, pero que estas diferencias no deben ser tomadas, en ningún caso, como una relación de superioridad o inferioridad entre el hombre y la mujer, al contrario, estas divergencias crean una armonía en la que ambos desarrollan un papel en la existencia humana.

Para mí, la sexualidad de hombre o de la mujer, lo masculino o lo femenino, no son más que expresiones de un ser supremo, ese ser supremo es: La Humanidad.

Hombre y mujer somos humanos, somos historia, somos cultura, somos creatividad, tenemos una igual dignidad, la cual debemos defender y ejercitar de manera libre. 
La mujer es bella, con características que la hacen distinguirse. La mujer no debe ser reducida a la condición sexual de maternidad, aunque la maternidad sea parte, en algún momento de su vida, de su papel dentro de la historia de la humanidad. Además es erróneo pensar en la mujer fue diseñada para estar atrapada en las paredes de una cocina. La mujer, como dijo Simón de Beauvoir, no sólo nace sino que también se hace. 
Así como la mujer, los hombres gozamos de belleza, lo cual también nos hace seres importantes en la naturaleza. Es es equivocado pensar que el hombre debe tener la carga de todo porque esa idea, aunque pareciera justa, es una aniquilación de la importancia de la mujer en la sociedad. También es una aniquilación del hombre porque lo pone en una categoría supuestamente “superior”. Los hombres y mujeres debemos cooperar para conseguir los beneficios esperados.

La sociedad, muchas veces, reduce a la mujer a la belleza y reduce al hombre a la fuerza; esas reducciones sexualistas, discriminatorias son la raíz de muchos males del mundo actual. El mundo de hoy debe ir al ser, evitar conceptos estériles del hombre o la mujer. La tarea  de hoy debe ser una defensa de lo humano sin detenernos  en la sexualidad, ir más allá, para salvar la dignidad del género humano. Un abrazo, hasta la próxima

miércoles, 20 de marzo de 2019

Acerquemos la filosofía

-César Canela, Mg-

 "Los límites de mi lenguaje
significan los límites
de mi mundo".
- Ludwig Wittgenstein 

La sociedad de hoy le ha dado muy mala propaganda a la filosofía y a los filósofos; a veces, con razones y otras veces por simples prejuicios. Muchas personas afirman que la filosofía es muy complicada y difícil de entender. Esta propaganda es motivada por muchos filósofos que se dedican a hacer reflexiones, muy buenas y profundas, con un lenguaje críptico e inaccesible que la gente común no entiende con facilidad. Esta forma de escribir tan rebuscada es cuestionable porque la filosofía es un saber natural, propio de la persona. Por lo tanto, como su importancia es suprema, debe ser de fácil asimilación, porque esta es una actividad que involucra la vida propia, la de los demás y la de la sociedad.

Hace poco, alguien cuestionó a un filósofo por qué escribe filosofía con lenguaje sencillo; ante estos cuestionamientos, éste se quedó pensativo, meditativo y a los pocos segundos le respondió: ¿De qué le vale a un hombre filosofar, presentar sus pensamientos si no los pone al alcance de la gente? ¿De qué sirve presentar una idea si no puede ser asimilada o refutada por falta de entendimiento? Cuando la filosofía se escribe con terminología muy extraña, con lenguaje estéticamente demasiado acabado, cumple solamente el papel de monólogo porque consiste en una una exposición de términos y conceptos que muy pocos entienden.

Pienso que nosotros, los filósofos, debemos profundizar cada día más en el conocimiento tanto de las ciencias como del lenguaje, para evitar que nuestros escritos estén destinados a un público que no existe, para evitar que  nuestras ideas queden atrapadas en el elitismo intelectual, porque, de ser así, nuestros planteamientos corren el riesgo de no trascender, como campana que resuena en el desierto. El escribir de manera rebuscada es como hablar sólo, es hacer del filosofar una actividad exclusivista, en cierto modo discriminatoria, cosa contraria a la finalidad de la filosofía. No es bueno que los filósofo utilicemos lenguaje complicado, porque esa verborrea retórica decorativa es propia de los sofistas, de los pseudofilósofos, que lejos de perseguir la verdad o sugerir ideas nuevas, lo único que buscan es impresionar con la terminología de su discurso.

El pensador que decide escribir de manera sencilla  demuestra su madurez intelectual, su capacidad de explicar con lenguaje de fácil asimilación las verdades más intrincadas de las ciencias. El filósofo debe saber que el pensamiento filosófico no es sólo para los doctos, sino que todos tienen la capacidad de reflexionar. Éste debe promover la filosofía de manera llana sin perder rigurocidad científica. Este lenguaje accesible permite que la persona desarrolle de manera más fácil la coherencia lógica en los momentos comunes de la vida, además motiva a que reflexionen por doquier. Este filosofar común ayuda a que las personas se hagan las preguntas fundamentales de la existencia humana, sin mucho esfuerzo pero con profundidad.

Esta postura reflexiva, además de ser didática es humanista ya que hace una consideración y una valoración del otro, porque se produce filosofía con la finalidad de que el otro pueda tener una parcipación activa, sin que se sienta excluido, sino que vea la filosofía como algo propio de su contexto, que la sienta conectada con su vida y su realidad. Hacer filosofía  para transformar consiste en eso, en hacer partícipes a todos de las ideas más inescrutables del intelecto humano con un lenguaje comprensible. La expresión clara de las ideas permite que la persona pueda asumir o refutar con libertad  aquellas cosas que no le parezcen coherentes o razonables en los planteamientos realizados. Lógicamente, este quehacer filosófico no va a desarrollar de manera automática un nuevo intelecto pero si servirá de base para motivar a las personas comunes a profundizar, a hacerse preguntas, sin que vean el filosofar como una actividad exclusiva de los "sabios". 

En definitiva, no se olvide jamás que la filosofía es el primer eslabón de la ciencia porque la motiva y es el último porque la explica a través del razonamiento lógico, por esta razón, debemos vencer la tentación clásica de que la filosofía debe escribirse con lenguaje rebuscado y debemos hacerla accesible a todos, para que pueda impactar de manera integral al ser humano, haciéndolo más reflexivo para construir el mundo que deseamos desde la racionalidad. Un abrazo. Hasta la próxima. 

viernes, 30 de noviembre de 2018

Lo que puedo decir antes de los 30: reflexiones de un filósofo

- César Canela, Mg. -

“Los sentimientos que fuimos madurando 
en nuestro interior, las pasiones cuyo fuego 
conservamos, las acciones deliberadas, 
decididas y ejecutadas por nosotros, 
todo lo que procede de nosotros 
y es verdaderamente nuestro, comunica 
a la vida su desarrollo dramático 
y generalmente serio”
Henri Bergson (La Risa, 1899)


Como he dicho en otras ocasiones, fui sacado del vientre de mi madre -literalmente- el último día del mes de noviembre del año 1989. Me siento muy bien de haber nacido ese año porque soy de la generación que ha vivido en cuatro décadas antes de cumplir 30 años -viví el final de los 80, la década de los 90, la década del 2000 y estoy viviendo la década del 2010-. He desarrollado una concepción amplia de la vida. No es que haya vivido muchos años, pero entiendo que he vivido lo suficiente para asumir algunas convicciones filosóficas, sociales, políticas. He aprendido que vivir no es una tarea tan fácil como la pintan, vivir implica más que respirar, vivir es un esfuerzo humano, únicamente humano, es lo que nos diferencia de los demás seres de la naturaleza, los demás seres sólo existen, no viven. Me atreveré a plantear doce ideas, no diez, que me han ayudado a vivir estos 29 años:


1. “Avergüénzate de morir hasta que no hayas conseguido una victoria para la humanidad” (Jürgen Habermas). Esta frase se quedó en mi memoria porque me hizo detenerme en la importancia de vivir y, sobre todo, me hizo detenerme en los aportes que dejaré a mi país durante la temporalidad de mis años. Muchos piensan que una victoria para el mundo es, únicamente, realizar grandes estudios, tener una vida política o social muy influyente, convertirse en alguien “importante” por sus acciones positivas. Sin embargo, en estos 29 años considero que una victoria para el mundo es manejarse con humildad, salvando siempre la dignidad de las personas, evitando etiquetarlas, valorarlas y atender a todos con cortesía; también es una victoria para el mundo saludar con atención y respeto,  brindar un gesto amoroso a un amigo, a un vecino, a un niño, a un desconocido… Estos detalles son tan poderosos que pueden crear, en los lugares donde frecuentamos, un ambiente más favorable en pro de la visión humanista que tanto se ha perdido.

2. Es muy importante estudiar y ganarse el respeto de los demás. A pesar de todo eso, hay que saber que los títulos son sólo adornos de la persona que no se les pueden dar demasiada importancia porque alimentan el ego. Toda cosa que alimente el ego es dañina para el ser humano porque hace que éste se ensimisme, lleva a que este aliene, que se crea centro del universo y que no pueda cooperar en la tarea social de lucha por el bien común. Para fortalecer este elemento podemos tomar el ejemplo de Sócrates, a quien los atenienses consideraban el más sabio de Grecia y él en su humildad respondió sabiamente con la frase más conocida y emblemática de la filosofía: “yo sólo sé que no sé nada”. Esta declaración de sincera humildad le valió el derecho de ser recordado a pesar de los años.

3. El arte, el deporte, el silencio, la meditación y la buena lectura, son el camino para conseguir una vida feliz. Estos hacen que el ser humano se encuentre consigo mismo. Partiendo de mi experiencia, los momentos que más he gozado de felicidad han sido aquellos cuando he hecho música, cuando he pintado, cuando he hecho deporte, cuando me he detenido a pensar sobre mi vida y cuando he encontrado buenas lecturas. El ruido, la ignorancia, la falta de deporte y la ausencia  de arte son raíz de muchos males en el mundo.

4. Dormir demasiado es ensayar a morir. Las personas deben procurar dormir solo lo suficiente porque el dormir en exceso hace que el espíritu se haga débil y perezoso; además, cuando uno está durmiendo uno pierde la conciencia del mundo y entra en un proceso muy parecido a la muerte porque no estamos teniendo una participación activa de los acotamientos que van ocurriendo. Se debe hacer el esfuerzo de dormir lo necesario para vivir y aprovechar el breve tiempo de nuestra vida en algo edificante.

5. No olvidemos que la vida es corta. En estos años que he vivido me he dado cuenta que los años pasan muy de prisa, que los planes que tenemos son tantos que no alcanzará la vida para lograrlos, por eso es importante aprovechar el tiempo al máximo porque cada minuto cuenta. Aunque tengo mis metas, sueños y planes futuros trato de vivir un día a la vez, porque cuando se deja a la mente volar demasiado en los planes y los sueños, se pierde la capacidad de vivir en el presente y de trabajar arduamente para convertir en realidad los planes futuros y la persona se queda en la ilusión de soñar. El minuto que pasa es irrecuperable, esta idea me ha ayudado a vivir con mayor intensidad cada instante.

6. Hay que dedicar tiempo a las personas que amamos: padres, amigos pero especialmente a nuestros abuelos. Todas las ocupaciones son importantes, pero éstas pueden esperar de vez en cuando, lo que nunca esperará siempre por nosotros es la vida de quienes amamos. Si no aprendemos a valorarlos mientras están con nosotros, nos lamentaremos amargamente en su ausencia. De manera especial quiero detenerme en los abuelos que, además de que son una fuente inagotable de amor, son también la historia viviente de aquellos años de la familia donde nosotros no estábamos. Ellos -los abuelos- nos pueden brindar información importante sobre nuestra familia, ellos son el nexo entre el pasado desconocido y el presente que vivimos. Dialogando mucho con mis abuelos he aprendido sobre mis orígenes -de mis apellidos-, sobre los errores y hazañas de mis ancestros recientes; lo que me impulsa a crear un espíritu firme para repetir lo positivo y evitar que se repitan los mismos males del pasado en mi familia.

7. Muéstrate positivo, nunca dejes de sonreír. Hay un misterio inmenso en las personas que se muestran optimistas en la vida; generalmente todo les sale bien y si algo les sale mal, su actitud les impulsa a dar lo mejor de sí y cambiar esa situación de “fracaso” en una oportunidad para crecer y ser mejor. Mostrarse positivo, no significa que huyamos enfermizamente del dolor o la tristeza; hay ciertos dolores, hay ciertas tristezas que debemos aceptar para salud y la purificación interior. Ser positivo es ver, incluso dentro de los momentos de tristeza, una brecha para salir adelante y superar esos momentos dolorosos. Por eso, en las dificultades de la vida he asumido el compromiso de enfrentar con optimismo cada situación, de sonreír y de dar la mejor cara a los demás. En mi joven existencia me he dado cuenta que no hay mejor medicina para la vida que los pensamientos positivos y edificantes.

8. No guardes rencor. El rencor es una actitud que destruye el alma propia y nos aleja del ideal supremo de la persona: la felicidad. Siempre es bueno aprender a responder con amabilidad y decencia a aquellos que nos tratan con desprecio. No es una tarea fácil porque todos sentimos la tentación de caer en el juego del odio. He sufrido el desprecio y la discriminación de algunos que, por razones irracionales han mostrado hostilidad a mi persona. A pesar de todo eso, he aprendido a no juzgar aquellas personas  que actúan de ese modo, al contrario, he aprendido a mostrarme respetuoso y cortés. Debo decir que, como humano que soy, siento molestia, indignación, dolor, ira e incomodidad ante el desprecio, sin embargo, hago el esfuerzo de combatir esos sentimientos para evitar que estos me hagan demasiados fríos, porque no quiero que el rencor se convierta en parte de mi vida ya que éste envenena el alma y no deja vivir en libertad.

9. Entiende que el amor es eterno pero no estático. Todos nos afanamos en mantener el amor, ya sea el amor de una pareja o de un amigo de manera estática; pero hay que decir que es imposible, llega un momento en que amor evoluciona y pueden surgir muchas cosas. Es imposible no sufrir de amor. Es algo natural y enriquecedor -sufrir de amor- porque nos ayuda a reflexionar para construir una personalidad más saludable y estable. El amor no se acaba, el amor es eterno, lo que cambia es su forma de expresión.

10. Cada vida cuenta. Todos los seres vivos del planeta tienen una función y su vida debe ser respetada. En la única situación, desde mi punto de vista, que se justifica que se sacrifique un animal, que se corte un árbol o una planta es para supervivencia humana: evitar enfermedades o consumir los alimentos que estos nos proporcionan. Considero un crimen para la humanidad toda acción que involucre la tala de árboles o el asesinato de animales de manera inconsciente y maliciosa.

11. Deja que todo fluya. He aprendido en estos breves años de vida que nada debe ser forzado, las cosas deben dejarse fluir, las cosas deben tomar su curso de manera natural. Cuando nos afanamos en hacer que algo suceda no se da de la forma correcta, crece viciado y enfermo. Lo más bello de la vida es dejar que las cosas tomen su curso, nuestra intervención debe ser mínima, sólo para que éstas se mantengan en su lugar y para evitar que sean influidas por acciones negativas que afecten su sano desarrollo.

12. La muerte es natural y debe ser esperada con paciencia. Lo más bello que existe es la vida porque en ella es el único lugar en el que podemos ser, sin embargo, soy consciente de la temporalidad de la vida para no perder el tiempo y vivir plenamente los breves instantes. He afirmado varias veces que alejarme de la reflexión sobre la muerte es una deshumanización, es una ilusión, es huir de mi destino necesario. La muerte es un acontecimiento que forma parte de la vida porque esta es la conclusión de todos los acontecimientos que vivimos. Siempre he estado en contra del suicidio pero también de la evasión enfermiza de la reflexión sobre la muerte. Debemos entrar en un estado de reflexión que nos ayude a ver este acontecimiento como algo real que, tarde o temprano, tendremos que enfrentar como seres mortales que somos.

Finalmente, la vida es una gran aventura, es una gran experiencia que me ha llevado a disfrutar de muchos momentos que me han proporcionado felicidad. He encontrado que lo más importante es detenernos a pensar, de vez en cuando, en nuestras acciones y la forma como estamos gastando el tiempo. Si gastamos la vida en cosas sublimes llegaremos a la felicidad, si la gastamos en cosas banales estamos condenados irremediablemente, de manera perpetua, al sufrimiento. Un abrazo. Hasta la próxima.

martes, 27 de noviembre de 2018

Coincidencias entre el Génesis y las Eras Geológicas

César Canela, Mg.


Foto tomada por la NASA, extraída de: Pixabay
Durante las últimas publicaciones establecimos la relación entre conceptos que, en la práctica, parecen contradictorios, pero que tienen complementariedad desde sus esencias. En esta edición pretendemos establecer una relación directa entre el “Evolucionismo y el Creacionismo”; asumimos evolucionismo como todo sistema de pensamiento que dice que el universo es el resultado de los cambios que han surgido en él y en todos sus seres desde hacen millones de años; y entendemos al creacionismo como el sistema de pensamiento -generalmente religioso- que establece que todo lo que existe ha sido creado por un ser supremo. En lo adelante se presentarán las coincidencias que existen entre las Eras Geológicas y el Libro de Génesis. 

Desde siempre ha sido una necesidad del ser humano el saber cómo ocurrieron las cosas, por eso, en la era precientífica escribía poemas, cantos u mitos para explicar la realidad del universo. En la época científica empieza a buscar razones demostrables empíricamente para explicar los orígenes del universo, hasta concebir teorías que satisfagan sus necesidades de saber.

La teoría científica del origen del universo más aceptada es el Big Bang, la cual, fue propuesta por el sacerdote católico Lamaitre con el nombre de Huevo Cósmico esta teoría no contradice el designio creacionista de Dios, porque surge la pregunta: ¿quién originó la explosión? ¿quién creó las condiciones para la vida? Muchos afirman que no es congruente con la razón creer que venimos de la nada, porque “nihil nihil est”, la nada es nada y de ella nada puede salir.

El acercamiento al libro de Génesis, permite observar aspectos muy simbólicos, como algunos de sus personajes que son ejemplos para explicar una verdad: Dios ha creado al ser humano. El primer símbolo que nos encontramos cuando dice: “el espíritu de Dios, aleteaba sobre las aguas”, esto nos enseña que el Dios cristiano precede a la materia, está por encima de ella. Cuando miramos los personajes de Adán y Eva, observamos a dos personajes simbólicos, Adán significa humanidad y Eva significa Vida. El número siete (7) significa perfección, siete días es el tiempo perfecto. El siete aparece con frecuencia en diferentes textos bíblicos. El libro de Génesis nos afirma es que el ser humano es creación de Dios, en un tiempo perfecto; lo que queda en el misterio divino. (cfr. Gén.1; Gén. 2, 1-7). Esta apertura al libro de Génesis brinda a oportunidad de darle espacio al conocimiento y a los descubrimientos científicos.

Cuando la ciencia define los orígenes de la tierra, afirma, igual que la religión que el hombre fue el último en aparecer entre todas las especies. Enumeramos las eras geológicas, poniendo junto a ella su relación con el texto bíblico:

La Era Arcaica o Azoica, según la ciencia, es un período donde no existía ningún tipo de vida animal, ni vegetal. Se formaron rocas cristaloides. Su duración se calcula en 50 millones de años. En el primer capítulo de génesis dice: “La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas” (Gen. 1,2) Igual que en esa era geológica en el libro de génesis no describe ninguna condición de vida, Dios está pendiente en el orden y la creación de seres inanimados.

En la Primaria o Paoleozoica: durante este período aparecen las primeras manifestaciones de vida, de animales invertebrados, de insectos y arácnidos. También aparecen los peces. Su duración se precisa en 30 millones de años. Dice en el libro de génesis: “«Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.»… «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» (Gen. 1, 6-11) ” Aquí existe también una estrecha relación, es decir, cuando Dios empieza a crear las aguas, se sobre entiende, que donde hay agua, hay vida, vida microscópica como bacterias y microorganismos.

En la Era Secundaria o Mesozoica: las lluvias son abundantes, el clima es caluroso. Los peces y reptiles adquieren tamaños gigantescos. No se registran movimientos orogénicos. Aparecen vegetales de gran tamaño como eucaliptos, pinos, robles, palmeras, chopos, etc. Su duración se estima en 10 millones de años. En génesis dice “…creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente…” (Gen. 1,21) Cuando Dios crea las bestias del campo y los animales de gran tamaño aquí queda entre dicho, que también existe una relación evidente en este momento.

Terciarias o Cenozoica: aparecen mamíferos gigantescos como: rinocerontes, monos, bisontes, el mamuts, etc. Desaparecen los reptiles de la era secundaria. El clima se regula. Surgen los Andes, los Alpes, el Himalaya, se sumergen la Atlántida bajo las aguas del actual Atlántico, etc. Se estima que duró tres millones de años. Esta parte mantiene relación con la antes citada

Cuaternaria o Antropozoica: la característica fundamental de esta Era es la aparición del hombre desde el comienzo mismo de este período. El clima obliga a que desaparezcan los animales monstruosos. Se calcula que esta era duró un millón de años. Esta es la última era geológica, lo que significa que, al igual que en la biblia, el ser humano es el último ser en aparecer en la tierra. El sexto día dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, … y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, ... (Gen. 1,26)”. Si se recuerda la simbología del número siete (7) que se explicó más arriba, entenderemos que los siete días de la creación, pueden ser entendidos como los millones de años que establece la ciencia entre una era y otra.

En definitiva, estas curiosas coincidencias no llevan a afirmar que las cosas de la ciencia no tienen ser contradictorias a las cosas de la fe y viceversa. Se debe tener claro que no podemos establecer como absoluto el conocimiento que tenemos a través de la fe, porque puede alejarnos de la verdad, puede alejarnos de la razón. Tampoco podemos tomar como absoluto el conocimiento que viene desde la ciencia, porque siempre hay espacio para el misterio. La ciencia, no es un mecanismo para evitar los misterios de la religión, sino al contrario para asumirlos mejor. Recordemos que la biblia no es un libro de historia, no es un libro científico, no es un libro de principios demostrables empíricamente, la biblia es, solamente, un libro que contienen las enseñanzas morales que deben imitar a aquellas personas que quieran ser mejores seres humanos.

Invito a evitar los extremos, a ver en la ciencia y en la fe dos oportunidades para potenciar el conocimiento. Un abrazo. Hasta la próxima.

viernes, 19 de enero de 2018

La apología de la muerte

-César Canela, Mag-


“Nadie escapa de la muerte 
aunque pase su existencia 
sin pensar en ella” 
-Pepe Rodríguez 
(Libro: Morir es nada)


Cementerio de Caracol en Bonao, República Dominica.
Foto tomanda por Jc Taveras
Lo desconocido tiende a producir en el ser humano una ansiedad irreconciliable con la realidad, aunque también despierta el interés de investigación en algunas personas. Dentro del marco de lo desconocido o poco explorado podemos enmarcar a la muerte. Ella produce en la mayoría de las personas una incomodidad inexplicable. No es una tarea fácil para el hombre y la mujer encontrarse con la realidad de que sus días están contados y que todo lo que ha trabajado puede terminar en un abrir y cerrar de ojos. Ni los vínculos del amor soportan la realidad de la muerte, el texto matrimonial reza: hasta que la muerte los separe. Nada se resiste a la muerte, ella es el destino de todos los seres del universo.

Aún en estas situaciones este artículo pretende ser una apología de la muerte, cosa que muchos han querido y que pocos se han atrevido. Dentro del espíritu filosófico se pretende únicamente ser un aporte más para que el ser humano aprenda a encarar con valentía los acontecimientos obligatorios y necesarios de la existencia. Es bueno dejar claro que este artículo se refiere a la muerte como cesación de la vida.

Con mucha frecuencia la gente tiende a huir del tema de la muerte porque temen encarar el grave significado que tiene la temporalidad de la vida. Han puesto a la muerte en el peor de los niveles. Humanamente hablando es normal que a todos afecte la muerte propia, pero no tanto como afecta la muerte de una persona amada y que ha marcado positivamente la vida personal. Nadie puede evitar que la muerte afecte sus sentimientos, lo que sí se puede modificar es la percepción que se tiene de ésta, lo que se puede lograr es tener una comprensión más realista de ésta, para recibirla con ciertos niveles de objetividad que pueden dar tranquilidad a la vida propia.

Como no se puede evitar la muerte -qué bueno que así sea- es importante que se haga una justa defensa de ésta para darle el valor que ella tiene en la existencia de todos los seres, especialmente en la vida del ser humano. Hay que iniciar con la superación de los innumerables prejuicios que tenemos, empecemos a ver la muerte como el destino natural; no es fácil hacerlo pero el ejercicio mental y filosófico puede ayudar a iniciar ésta difícil tarea. La falta de reflexión sobre la muerte es desconcertante porque produce impaciencia, miedo y ansiedad.

Alejarse de la reflexión sobre la muerte es una deshumanización, es una ilusión, es huir del destino necesario. En los últimos años las personas viven vacías de plenitud vital porque tienen a la muerte como algo lejano. La lejanía de la muerte les lleva a hacer todas las cosas sin detenerse a reflexionar sobre la importancia de la vida. Un ejemplo del justo valor de la muerte en la vida es que cuando una persona se entera que le quedan pocos años de vida o cuando está gravemente enferma empieza a reflexionar sobre lo que ha hecho y sobre sus omisiones. Una forma de canalizar la necesidad de reflexión es el acercamiento a la religión o a la filosofía para aprovechar los pocos días que quedan de vida. La muerte es la necesidad por la que muchos inician su tarea filosófica.

Entrada del Cementario de Caracol en Bonao, Rep. Dominicana
Foto tomanda por Jc Taveras
La muerte es lo que le da sentido y plenitud a la vida. Una vida sin muerte sería un eterno sufrimiento porque la vida se convierte en proceso monótono y sin fin. En este mundo en el que vivimos la vida sin muerte sería la materialización de la condena que los dioses de la mitología griega hicieron Sísifo, es decir, cargar un peñasco para siempre, hacer las mismas eternamente. Esta vida sin fin a la que muchos aspiran en el mundo sin detenerse a reflexionar, sería una contradicción biológica porque la evolución necesita de la muerte para perfeccionarse en el tiempo. En otras palabras: “si no existiese la muerte, la vida se resolvería en un terrible hastío; todo resultaría indiferente, porque todo sería arbitrario, recuperable y diferible ad infinitum*”[1]

Dijo una vez Walter A. Kaufmann, filósofo germano-americano: “se vive más acertadamente cuando se ha fijado una cita con la muerte.”[2] Aunque estas palabras expresan una verdad ineludible podrían resultar algo difíciles de asimilar para algunas personas. Es bueno aclarar que reflexionar sobre la muerte no es despreciar la vida; al contrario es darle a la vida justo sentido desde una perspectiva integral. Aceptar la muerte no significa hacerse indiferente al dolor, sino que impulsa a una libre comprensión de la importancia y la necesidad de este acontecimiento con mayor madurez emocional e intelectual.

La reflexión sobre este concepto lleva al ser humano a replantear sus hábitos, también le lleva a organizar su forma de vivir, a potencializar el tiempo porque se llega a la sana compresión de que el tiempo es limitado para lograr las metas que se sienten programadas. El hombre y la mujer deben vivir plenamente, esperando pacientemente y sin reservas este justo destino de la existencia: la muerte.

En definitiva, valoremos y vivamos a plenitud cada segundo de nuestra vida, sin desperdiciar ningún minuto en el ejercicio de la bondad. Tampoco perdamos de vista que somos seres temporales y que algún día nuestra vida conocerá su fin. Miremos la muerte no como algo caótico, sino como un punto de referencia para valorar con más intensidad cada minuto que nos toque en el camino de la vida. Se deja abierta la reflexión con la siguiente interrogante: ¿Por qué aferrarse a educar en el temor de la muerte si este es el destino necesario y obligatorio de todo ser viviente?

Un fuerte abrazo, hasta la próxima.
____________________________
Referencias.
*Ad infinitum: expresión latina que suele significa “hasta el infinito”. Suele referirse a cosas que deben hacerse repetitivamente sin reflexionar y sin fin.
[1] El Problema de la muerte. Recuperado 15 de enero de 2018. http://www.mercaba.org/FICHAS/ESCATO/652-12.htm
[2] Ibidem.

domingo, 31 de diciembre de 2017

Educación y política

- César Canela, Mg. -

Publicado en Prensa de Ahora:
Canela, C. (Diciembre, 2015). Educación y Política; amigas o enemigas.
Periódico Local Prensa de Ahora. Bonao. Pág. 18
"Eduquen a los niños y
 no será necesario castigar
a los hombres".
-Pitágoras

A lo largo de la historia han surgido muchas opiniones sobre educación y política. Muchos las han abordado desde perspectivas totalmente diferentes, como dos cosas que no tienen relación. Diciendo que la educación y la política son como el agua y el aceite; por consiguiente, afirmando que los actores del quehacer educativo deben hacerse ajenos a las circunstancias políticas de su territorio.

Para profundizar, nos permitimos iniciar definiendo brevemente cada concepto de manera individual. “La política es una rama de la moral que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por mujeres y hombres libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al Bien Común”(1).  Es decir, la política es la ciencia que se encarga del funcionamiento correcto y eficaz de los estados. Tiene como finalidad suprema la defensa de los derechos humanos y el bienestar de todos los ciudadanos, garantizando la igualdad de oportunidades, promoviendo un ambiente equitativo. No se debe entender como política las acciones fraudulentas y corruptas que muchos hombres y mujeres realizan a diario con la única finalidad de conseguir el poder personal, olvidando la dignidad del pueblo.

En otro orden, la educación, queda definida como “el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes”(2). La educación constituye el espíritu de la sociedad, es decir, es imposible que haya sociedad sin educación, porque a través de ella las personas pueden alcanzar el perfeccionamiento intelectual, humano, político, también el progreso económico y cultural. La educación es más que las simples estructuras físicas que se han diseñado, es la voluntad y la acción de enseñar. 

La educación, en sus enseñanzas persigue, como la política, el bien común, porque pretende poner a todas las personas en igualdad de oportunidades. La formación, la educación es para todos. De tal forma que, la educación es una práctica política, disciplinaria, la cual obliga a poner la mirada en las reglas que rigen el juego de la vida, facilitando la visualización de acontecimientos y de los procesos que antes no eran visibles por la miopía de la ignorancia. 

La educación permite el replanteamiento social, motiva la discusión de las ideas establecidas y la introducción de ideas novedosas que perfeccionen la vida común. Por consiguiente, el docente es un actor político importante porque es el responsable de transmitir las ideas fuertes para mantener el sistema político actual o promover la evolución a un sistema más justo y humano. También los alumnos son entes políticos activos porque son los receptores del conocimiento. Tanto el docente como el alumno deben trabajar en un pensamiento crítico que les permita conocer la realidad para hacer propuestas contundentes en el desarrollo de su nación. 

Partiendo de las ideas planteadas, la política y la educación son dos realidades que guardan una estrecha relación porque la política necesita de la educación para mejorar en aspectos como en su estructura, desarrollo y resultados.  Sin embargo, la educación necesita de la política para alcanzar sus metas, tanto en lo material como en lo cultural. La educación es la forma principal de política porque esta diseña a los estados.

A través de la educación el pueblo puede conocer y mejorar su historia, puede mejorar su nivel de vida en la sociedad, desde los aspectos espirituales y económicos. Pero para poder aplicarse la educación de forma adecuada, se necesita una política específica para alcanzar la calidad y la plena organización.

Para la política poder subsistir necesita de la educación, porque ésta forma a la población para que respete, elija y fortalezca al poder constituido. La educación es la vía necesaria para conquistar una política efectiva en la sociedad, para conseguir el bien común nacional. Del mismo modo que la política necesita de la educación, de esa misma manera, necesita la educación de la política; porque educación sin política, sería como metal que resuena, como campana sin campanario. 

Es importante saber que en una sociedad en donde la política es lo peor que existe,  a consecuencia de eso, esta relación entre educación y política se convierte en algo caótico y complicado. Es imposible alcanzar la educación deseada cuando la política está corrompida y los organismos que tienen el poder no están interesados en alcanzar la educación deseada y necesaria. La educación se convierte en una lucha constante y sólo aquellos que son capaces de liberarse de la oscuridad de la ignorancia pueden, a través de una educación personal, trabajar para construir una mejor práctica de la política.

En definitiva, hablar de educación y política es como hablar de alma y cuerpo en el pensamiento de un sabio filósofo llamado Aristóteles, es decir, un hilemorfismo. Si muere la educación, muere la política; si muere la política, muere la educación. En otras palabras, cuando la política es justa la educación avanza, cuando la política es corrupta la educación retrocede; cuando la educación es superficial la política se corrompe, cuando la educación no es humanista la política es irrespetuosa.

Un fuerte abrazo, hasta la próxima.

Referencias.
[1] Política. Wikipedia. Enciclopedia Libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica
[2] Educación. Wikipedia. Enciclopedia Libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Portal:Educaci%C3%B3n/Art%C3%ADculo