- César Canela, MA-
«Venceréis, pero
no convenceréis.
Venceréis porque
tenéis sobrada
fuerza bruta».
M. Unamuno
Evidentemente, no me refiero a la lectura primaria del hecho que contrapone a dos grupos ante un conflicto práctico que no encontrará su solución, ni ahora ni más tarde, mientras estén contrapuestas.
Lo peor de todo es que ambos grupos quieren obligar a que uno tome partido de forma irracional y definitiva sobre sus convicciones. Parece ser, que solo es válido quien acepta sin cuestionar lo que presentan. (Considero ser innecesario en esos grupos por qué, de mi parte, creo que los dos tienen suficientes acólitos, fanáticos, algunos intelectuales serios, gente pensante y uno que otro seguidor que no tiene la mínima idea del alcance de lo que se está defendiendo o condenando).
Me refiero a lo que está «más allá», a la conceptualización interpretación del bien, a la presentación de una visión del mundo que responde a intereses políticos, económicos, sociales y otras motivaciones diferentes. Me refiero al peligro que representa la radicalización de ideas y a la negación cerrada y definitiva en «sus verdades». No existe la intención, de por lo menos, un diálogo -no un debate- desde la BIOÉTICA.
Al final, una de las dos vertientes se impondrá sobre la otra, por razones políticas más que por razones bioéticas, como es común en todas las ideas enfrentadas.
Finalmente, reafirmo que la realidad no solo son dos polos contrapuestos, la realidad es dinámica y tiene matices. Las circunstancias demostraron en qué casos una cosa u otra responde a la realidad.
Es fácil ubicarse en un extremo del polo, lo difícil es intentar hacer ecléctica, buscar el punto medio y ofrecer una solución que se integradora. Como esto no es fácil porque implica un análisis más profundo algunos prefieren decir que no existe el punto medio.
Aunque parezca que es un esfuerzo utópico por la gravedad de las circunstancias y polarizsción de la realidad, estoy profundamente analizando las propuestas de ambas vertientes y sus consecuencias positivas y negativas.
Hasta ahora, hasta que se demuestre lo contrario, hasta que mi razón me lo impida, esta es mi postura en relación a estas posiciones.
Salamanca, 23-III- MMXXI, 22.37 horas, César Canela.
Notas por si son necesarias:
- Me inscribo en la corriente filosófica del ranciovitalismo.
- Me atraen las ideas del «Panta Rhei» y el «Wu Wei» para analizar la ontología social.
- Téngase mucho cuidado al querer tirarme de «relativista», me inscribo en el «perspectivismo», que no es lo mismo, sino un intento de encontrar la «verdad» a partir de las perspectivas racionalmente establecidas con criterio epistemológico.
- Las creencias son aquellas cosas de las que se vive, en las que se está, los fundamentos y las posturas que organizan todo el quehacer. Esta no se limita al ámbito religioso sino a todo el espectro de la vida. (Cfr. Ortega y Gasset).
- Las ideas son aquellas cosas que asumimos, por las que nos preguntamos si son falsas o verdaderas, si su convencimiento es lo suficientemente profundo podrían convertirse en creencias. (Cfr. Ortega y Gasset).