-De los escritos de San Agustín de Hipona-
Las obras hablan más que las palabras. Lo que eres vale más que lo que tienes. Cada uno es lo que ama. Nos hiciste, Señor, hacia ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti. Mientras más tienes más necesitas. Sí tienes el corazón lleno de amor, siempre tendrás algo para dar. Odia al pecado pero ama al pecador. No ama la paz el que divide la unidad. Si amas mal, odias; si odias bien amas.
El mayor abismo es el corazón humano. Mataste al que odiaste. Donde hay amor no hay dolor. El que te creó sin ti, no te salvará sin ti. ¿Quieres destruir al enemigo? conviértelo en amigo. Mi amor es mi peso; adonde quiera que voy, soy llevado por el amor. El hogar es el fudamento de la sociedad. No puedes ser amigo de nadie, si antes no lo eres de la verdad. El mundo es como el agua: mietras más caudalosa, más peligrosa. No todo el que perdona es amigo, ni todo el que castiga es enemigo.
El amor siempre está activo. La virtud es el orden del amor. Da la espalda a lo que parece y la frente a lo que pertenece. Al mártir no lo hace la pena, sino la causa. A Dios nadie le pierde, sino el que le deja. El amor es la luz y el odio la oscuridad. Si das tu limosna trizte, la limosna y la recompensa perdiste. La vida es sueño y así pasa como el sueño. Haz lo que puedas y pide a Dios lo que no puedas. Si somos amigos somos libres. Hace más daño la espada de la lengua que la espada de hierro. La paz es la tranquilidad del orden. Nada aprovecha tanto como la verdad.
Dios es hizo humilde, ¿y tu te haces soberbio? Si no devuelves lo que encontraste, lo robaste. Es preferible ser esclavo del hombre a serlo del pecado. El egoísmo es la raíz de todos los males. ¿Qué es mi corazón sino un corazón humano? No seamos prontos para las discusiones y perezosos para las oraciones...
